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El caso de Andrés, es uno de los múltiples escándalos que dañan la imagen de la monarquía británica y con los que ha tenido que lidiar recientemente la soberana Isabel II, a sus 95 años. | Foto: AFP

PRÍNCIPE ANDRÉS

El príncipe Andrés: de 'playboy' e hijo preferido de la reina a ser acusado por abuso sexual

El hijo de la reina Isabel II, el príncipe Andrés de Gran Bretaña, pasó del reconocimiento real al desprestigio tras el escándalo que lo involucra como presunto abusador sexual.

15 de enero de 2022 Por: Redacción de El País 

"Hijo predilecto” de la reina Isabel II, el príncipe Andrés fue visto durante muchos años como un gigoló, pero lo que ahora sorprende al mundo es que ahora esté inmerso en un escándalo por abusos sexuales, que ha salpicado también a varias personalidades de la élite mundial.

Amenazado por un humillante juicio por agresión sexual en Estados Unidos, el jueves se vio privado de sus honores militares, los cuales fueron devueltos a la reina con efecto inmediato, y dejará de utilizar el título de Alteza Real, una medida muy inusual anunciada por un breve comunicado del Palacio de Buckingham que se había mostrado muy discreto hasta ahora en este asunto.

Y es que el mimado de los miembros de la familia real británica y duque de York, de 61 años, héroe de la guerra de las Malvinas (1982) en la que participó a los 22 años como piloto de helicóptero, vio su reputación caer en picada por su embarazosa amistad con el financiero estadounidense Jeffrey Epstein.

Y por el cual también, la británica Ghislaine Maxwell, excompañera de este último, fue condenada este mes por tráfico sexual de menores en nombre del difunto Epstein.

Un asunto por el que, el miércoles, un juez neoyorquino se negó a archivar una demanda civil presentada contra el príncipe, en agosto, por una víctima del multimillonario. Es inminente que Andrés irá a juicio si no logra llegar a un acuerdo económico con la estadounidense Virginia Guiffre, quien acusó, bajo la Ley de Víctimas Infantiles, al príncipe Andrés de haberla abusado sexualmente tres veces en 2001, cuando ella tenía tan solo 17 años.

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Guiffre aseguró que lo hizo por la intermediación de Epstein, quien fue acusado de explotar sexualmente a niñas menores de edad durante años, y por lo cual él se suicidó en prisión en agosto de 2019.

Cabe decir que la mujer ya había confesado los abusos en el documental ‘Jeffrey Epstein, asquerosamente rico’, de Netflix, donde dijo, 20 años después de aquel hecho, que antes, en su hogar, ya había sido agredida sexualmente por lo que era la víctima perfecta para la pareja Epstein y sus amigos.

“Me habían maltratado muchas veces antes de que Epstein me hizo lo que me hizo. Me faltaba amor propio (…) Era la víctima propicia para ellos”, dijo Giuffre, quien conoció a Ghislaine Maxwell (pareja de Epstein) en el verano de 2000, a los 16 años, cuando trabajaba en la residencia Mar-a-Lago, propiedad de Donald Trump en Palm Beach.

Entre tanto Andrés, que siempre ha negado estas acusaciones, “se defenderá en este caso en calidad de ciudadano privado”, precisó el palacio de Buckingham el jueves.

Y así lo ha hecho, pues recientemente la defensa del príncipe mostró un acuerdo que la víctima, Giuffre, firmó en 2009 con el financiero Epstein, a cambio de medio millón de dólares, para no perseguirle en justicia en el futuro, ni a él, ni a “otros acusados potenciales”. Andrés se amparaba en este trato para no ser tocado, pero la justicia estadounidense pensó distinto.

El hijo predilecto

En noviembre de 2019, el Príncipe Andrés trató de defenderse en una entrevista televisada con la BBC que se convirtió en un verdadero fiasco.

El príncipe, noveno en el orden de sucesión al trono británico, se mostró arrogante y carente de compasión por las presuntas víctimas de Epstein. Durante la emisión explicó que el financiero le había permitido conocer a gente interesante y juzgó simplemente “inapropiado” el comportamiento de su amigo.

En la entrevista aseguró que su demandante miente, pues ella recordaba a un Andrés de camisas sudadas, y él aseguró que sufre una extraña “condición médica” que le impide sudar, lo cual fue considerado un argumento ridículo por parte del príncipe, quien creyó que hablando ganaría simpatía, y la perdió toda.

La entrevista provocó tal polémica que lo llevó a anunciar aquel año que se retiraba de la vida pública, una decisión humillante y rarísima para un miembro de la familia real.

Nacido el 19 de febrero de 1960 en el Palacio de Buckingham, diez años después que su hermana, la princesa Ana, Andrés es el tercer hijo de la reina Isabel II y del príncipe Felipe.

En su juventud fue uno de los solteros más codiciados y multiplicó las conquistas antes de casarse, en 1986, con Sara Ferguson. Dos hijas nacieron de esa unión, las princesas Beatriz (1988) y Eugenia (1990), pero el matrimonio no duró.

Tras su separación, Andrés fue visto junto a mujeres con los pechos descubiertos de vacaciones en Tailandia o participando en una fiesta sobre el tema “prostitutas y proxenetas” en Estados Unidos junto a Ghislaine Maxwell.

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Después de 22 años en la Marina Real, Andrés se convirtió en el representante especial del Reino Unido para el comercio internacional, pero fue criticado por sus elevados gastos a expensas de los contribuyentes.

Sus relaciones con el yerno del expresidente tunecino Ben Ali, así como con el hijo del difunto dictador libio Muamar Gadafi ya eran vistas con malos ojos, pero en 2011 salieron a la luz sus vínculos con Epstein, condenado en 2008 por conducir a las niñas a prostituirse.

Tras el escándalo que se produjo por el caso Epstein, y luego de que Giuffre lo acusara de abuso, el Príncipe rechazó el relato de la mujer y dijo no conocerla, pero sí admitió haberse hospedado en varias ocasiones en las residencias del magnate y haber volado en sus aviones privados.

Lo cierto es que algunas imágenes probaron lo contrario. Una foto mostraba al príncipe Andrés abrazando a una jovencísima Virginia Guiffre, que entonces era conocida por su apellido de soltera, Roberts; en otra se lo ve paseando por Central Park con Epstein, en diciembre de 2010, un año después de que este saliera de la cárcel. Esta relación fue “imprudente”, reconoció el príncipe.

Por ahora, y ante la llegada de un posible juicio, los abogados de las dos partes podrán cuestionar sus respectivos relatos, lo que ocasionalmente podría dar a conocer numerosos detalles personales y dañar aún más la reputación del duque de York.

Andrés no se expone, por ahora, a un juicio penal, pero de no lograr un acuerdo financiero con la demandante, será juzgado en lo civil con el riesgo de enfrentar un proceso penal.

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