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'Diomedes, el Cacique de La Junta', la serie que se estrenó en medio de la polémica

Admiradores y contradictores de Diomedes Díaz debaten sobre la conveniencia o no de convertirlo en protagonista de novela.

13 de enero de 2015 Por: Alda Mera | Reportera de El País

Admiradores y contradictores de Diomedes Díaz debaten sobre la conveniencia o no de convertirlo en protagonista de novela.

¿Ídolo? ¿Van a mostrar cómo se drogaba en el escenario? ¿Van a explicar cómo seducía a muchachitas a las que luego dejaba preñadas? ¿Van a ilustrar cómo drogó y violó a una jovencita hasta causarle la muerte? ¿Van a contar cómo logró salir de la cárcel valiéndose de dudosas artimañas? ¿Van a representar su amistad con varios cabecillas paramilitares? ¿Nos quieren decir que este hombre corrupto, misógino, egoísta, asesino, es un ídolo? ¿Debemos creer que lo fue? Esta fuerte posición de la catedrática y columnista de este diario, Melba Escobar, titulada ‘Diomedizarse duele’ es solo uno de los cuestionamientos que se ciernen hoy sobre ‘Diomedes, el Cacique de La Junta’, la serie que estrenará el Canal RCN hoy a las 9:00 p.m. También Óscar Sevillano, columnista del portal ConfidencialColombia.com, le dedicó otra columna de opinión, ‘No puedo Diomedizarme’, en la cual cuestiona porqué el Canal RCN lanza con bombos y platillos una serie inspirada en el controvertido cantante de vallenato Diomedes Díaz. Posiciones a las que el público ha hecho eco en redes sociales. Hasta el viernes pasado, Sevillano sumaba 870 retuits y 138 ‘compartir’ en Facebook. Escobar acumulaba 792 compartir en Facebook y 42 retuits. “No entiendo las razones que puede tener el Canal RCN para producir una novela con la vida y obra del cantante vallenato Diomedes Díaz, del que nadie niega su calidad como artista de letras que a muchos nos llenan de emoción como ‘Gaviota herida’ o ‘Sin medir distancias’, pero del que se recuerda también un hecho bastante triste y vergonzante como fue la violación y posterior asesinato de la joven de 22 años Doris Adriana Niño, lo mismo que las veces que se le vio en el escenario en estado de embriaguez”, escribió Sevillano. Frente a estas críticas, Andrés ‘el turco’ Gil, fundador y director de la escuela y grupo musical Los Niños del Vallenato, comentó: “¿Cuál polémica, acá (en la Costa) no estamos enterados de nada así, él fue ídolo musical y de la parranda vallenata y creo que lo que va a destacar la novela es la música del artista”. El reconocido maestro añadió: “De sus problemas personales no sé qué tratamiento le van a dar, pero creo que la justicia ya operó en ese sentido. Todos somos humanos y cometemos errores y Diomedes incluso pidió perdón por ellos en algunas de sus canciones”. Daniel Arteaga, furibundo fanático diomedista, dijo desde Cartagena, donde es operario de aduanas, que la polémica era de esperarse. “Mucha gente no está de acuerdo con que se haga una novela de un personaje que tuvo problemas jurídicos y estuvo implicado hasta en el asesinato de una muchacha”, admite. Pero independientemente de sus problemas personales, aclara Arteaga, Diomedes es un ídolo de la música vallenata. Y por eso cree que la novela se inclinará por mostrar todo lo que tuvo que pasar desde niño, hasta llegar a convertirse en el artista que fue y no tanto los líos judiciales que empañaron su carrera. “Creo que la serie no va a entrar a mostrar si mató o no mató, porque eso ya lo conoce todo el mundo; en su momento se habló mucho de ello y ya está bastante trillado”, dice este seguidor de la música de El Cacique de la Junta. Las dos caras de la moneda El publicista Juan José Posada, director ejecutivo de la agencia Geometry Global para Latinoamérica, dice que es preciso separar dos temas en la vida de Diomedes Díaz: como artista y como persona. Y plantea que como artista, es indudable su aporte al vallenato y al folclor nacional con canciones que hacen parte de nuestra impronta cultural y permanecerán por siempre en el ambiente de la fiesta colombiana. Pero como persona, señala, la historia es bien diferente: su caótica vida marcada por el alcohol, las drogas, su poca seriedad a la hora de cumplir los compromisos con miles de personas que se reunían para verlo y un asesinato por el cual fue condenado, hacen que sea todo, menos un modelo para nuestra sociedad. “De hecho, es todo a lo que debemos dejar de hacerle apología en nuestra televisión. Infortunadamente este género, muy cercano a lo que los cineastas caleños Carlos Mayolo y Luis Ospina llaman porno-miseria, se convirtió en una forma facilista de ‘rating’”, dice Posada. El crítico de televisión Germán Yances argumenta que hay importantes sectores de la opinión que rechazan y se declaran asqueadas por la búsqueda sistemática de historias biográficas, que hacen algunos canales de televisión en el mundo del delito y del hampa, para llevarlas a las audiencias familiares en formatos de miniseries o telenovelas. “Fenómeno que crea una terrible confusión sobre los valores que se deben celebrar y poner como referentes sociales desde la televisión”. Yances concuerda con que es un atentado contra la moral pública que un canal de televisión le proponga al país asumir como valor positivo la desastrosa historia personal de un individuo, como el cantautor vallenato Diomedes Díaz, que vivió en medio de la adicción a las drogas y al alcohol y que pagó condena por homicidio. En su opinión, por lo menos fue desafortunado acuñar, con fines publicitarios, un término como ‘diomedizarse’, “que invita a construir un pedestal de héroe a un hombre cuya vida se desarrolló en parte en el mundo del delito”, dice Yances. En ello coincide el publicista Posada: “Con el peso de Diomedes como persona, con una vida que ha sido todo, menos ejemplar, opaca y de lejos al Diomedes artista. Por ello no es sorpresa ver que al menos el 98 % de las personas en redes sociales, asocia el término #Diomedízate como un llamado a drogarse, a emborracharse, e incluso, en algunos casos, a asesinar”. Sin embargo, lo que Arteaga ve en el eslogan ‘Diomedízate’, es una simple invitación a ver la serie, no a volverse como él; a sintonizarse con la producción y seguirla por televisión, no a emularlo a él. “Es un eslogan como cualquier otro, como los de tipo político, que busca crear una expectativa con la novela, pero se hizo una mala interpretación, quizás por esa tendencia cachaca de tomarse todo muy en serio”, replica. Posada comenta que cuando existe una relación con tendencia a lo negativo, el tratar de “verbalizar un nombre”, es decir, llamar a convertir en actos los de un hombre marcado por los excesos como Diomedes, el desenlace solo puede ser negativo. “El problema es que no estoy muy seguro de que no fuera esa justamente la intención para promover la serie, dándole aún más morbo”, opina el publicista caleño.

Adjetivar un nombre, la tendencia

Jhon Edward González, quien combina la visión de artista y de publicista (es maestro en artes plásticas y técnico en publicidad y mercadeo), explica que el imperativo publicitario es una reciente tendencia de las casas disqueras. Al parecer, por sugerencia de los publicistas, utilizan la estrategia de nombrar a los fans de un modo diferente y más representativo, con palabras creadas a partir del nombre del artista, “de la misma manera que lo hacen los grupos políticos y religiosos para llamar a sus militantes que profesan una ideología o filosofía de vida”. “La primera vez que escuché una denominación para un grupo de admiradores de un artista, fue con la visita a Colombia del cantante de música pop Justin Bieber, cuando sus fanáticas se autodenominaban ‘Beliebers’”, refiere González. Y cita un caso más exacto, como las y los admiradores de Silvestre Dangond, también intérprete de vallenato, que se hacen llamar ‘Silvestristas’, generando con este tipo de denominación un tinte de militancia más exacto. Y Diomedes, dice Arteaga, fue el primer exponente de este género musical que se hizo popular por sus canciones y la forma de interpretarlas en las típicas parrandas vallenatas. Al punto que es el único que cuenta con una fanaticada de ‘diomedistas’ que le celebran hasta el cumpleaños. Como los argentinos a Maradona o los venezolanos a Chávez. De ahí que el término Diomedízate no le resulta exagerado para un admirador puro como él, pues es el único cuya fanaticada se autobautiza ‘diomedista’, adjetivando su nombre. Fenómeno que no sucede con ninguno de los otros exponentes de la música del acordeón y en el que apenas incursionan los silvestristas (fanáticos de Silvestre Dangond). Por ello, el publicista González, con el término ‘Diomedízate’ entendió que la estrategia se encaminó a invitar a los fanáticos y admiradores de Diomedes Díaz a ver en la televisión una versión de la vida de este compositor y cantante con la conjugación imperativa como eslogan. Pero, indica que la estrategia toma otro giro cuando se cree que la sugerencia de ‘Diomedizarse’ sería volverse como él y aceptar los comportamientos negativos y escándalos de este personaje, al punto incluso de repetirlos. “Los admiradores de cualquier artista lo siguen más por sus acciones positivas, por su habilidad por la cual se destaca. En este caso, sus detractores rechazan el mensaje porque entendieron que tendrían que comportarse y ser como él”, explica González. Así el imperativo ‘Diomedízate’ generó el efecto contrario: en vez de leerse como una invitación positiva a ver la serie, un grupo de la población rechazó el mensaje por las acciones y escándalos cometidos por el protagonista. González más bien sugiere invertir el eslogan y en vez de ‘Diomedizarse’, mejor ‘Diomeditarse’, es decir, entrar a hacer una especie de reflexión sobre porqué este personaje desata tanta polémica y es tan valorado como artista, pero tan rechazado como persona. En conclusión, Yances admite que Diomedes Díaz como artista se merece muchos reconocimientos, no así Diomedes Díaz como hombre y ser humano. “Pero he ahí la cuestión: ¡resulta difícil separar el hombre del artista!”.

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