Agosto de cometas en Cali. Historias de cometeros que no dejan perder la tradición

- ¿Cómo les dicen a ustedes, los expertos en cometas?

- Cometeros (se ríe con picardía).

Don José Flórez tiene 83 años, tres hijos, cuatro nietos y muchos tataranietos, pero los años no se le notan, tiene tanta habilidad para hacer con sus propias manos las cometas, como para elevarlas y enseñarles a otros a volarlas. Cada agosto, sin falta, desde 1971 —excepto durante la pandemia— este caleño, que combina su rol de cometero con el de vendedor de mariscos en la galería, exhibe su arte en el Parque de las Banderas, Panamericano, o de las Cometas, como también le llamaron en su época.

Lleva 50 años soltándole la pita a esta tradición -también fue voceador de El País— y viendo a sus cometas de colores elevarse y hasta danzar por el cielo caleño. - El 7 de agosto y los sábados y domingos es cuando más gente viene a comprarlas y a volarlas.

- Esta cometa se hace con varilla de bolillo de tabla, la cometa de papelillo es de guadua, pero la utilizo poco porque está muy cara. A los muchachos les piden en el colegio que hagan cometas y vienen a comprar los marcos. Las de ahora se hacen con tafetán de poliéster y seda sintética, para que quede más liviana.

- ¿Cuál es la que más le piden?

-La del América se vende más. Pero también tengo unas de muñecos modernos como Lilo y Stitch.

-¿De qué dimensión ha sido la cometa más grande que ha hecho?

- 3 metros de ancho por 2,50 de largo.

Don José separa su puesto en el Parque de las Banderas, diez días antes de llegar agosto. - Tengo madejas de hasta 100 metros, pero si ya quieren que llegue a la luna, deben comprar dos o tres madejos. Uno ve a unos señores que parece que no tuvieron juventud, tratando de elevar una cometa y le hacen una vez y ¡pa’bajo!, vuelven y se clava en el piso, pero para eso estoy yo, para darles unas indicaciones.

-¿Sus hijos heredaron su oficio?

-No, qué va, yo me muero y esto muere conmigo.

Mientras acomoda el marco de una cometa, don José retrocede a su infancia, cuando su mamá hacía los gallinazos (así se les llamaba a las cometas) de papelillo, papel y chuspa (bolsas). -Mi mamá las hacía y yo le aprendí. Se ubicaban en todo este lado con sus gallinazos de tela, que se hacían con la caña como estructura principal, formando el armazón de la cometa.

Don José vende cometas con precios desde $35.000 hasta $150.000.

En el mismo Parque Panamericano, otro cometero, Hernando Tascón, lleva cuatro décadas, haciendo estos juguetes que vuelan, en compañía de su hermano. Las ha fabricado hasta de más de dos metros de diámetro y tiene de Goku, Los Simpson y Dragon Ball Z. Su mayor orgullo es haber hecho cometas que han ganado primeros lugares en concursos.

- ¿Cuál es la manera ideal de elevarla?

- Ponernos de espalda al viento, que de frente quede la cometa, irle soltando la piola periódicamente mientras se va encumbrando y cuando esté libre allá arriba, se estabiliza. Don Hernando recuerda entre sus clientes al futbolista asesinado Albeiro ‘El Palomo’ Usuriaga, “venía todos los años a elevar cometas, y cuando se le enredaban, retaba a los muchachos a rescatárselas y les daba recompensa. Hoy en día los niños están enfocados en el Internet, el Iphone y el Ipad, pero esta es una tradición y una diversión sana que debe preservarse”.

Los sitios para volar cometas sin peligro en Cali son: Parque 72W, cancha El Pondaje, parque Mariano Ramos, parque Los Naranjos, av. 4 Norte entre calles 68 y 70 y cll. 64 Norte con av. 4 Norte (La Flora), parque en cll. 16 con carrera 87 (La Hacienda), cll. 86 con transversal 103 (barrio San Marcos), cll. 121 con crra. 24D (Potrero Grande) y cll. 121 entre crra. 27D y 28K.