Cali celebrará los 100 años de Celia Cruz en grande; así fue su historia en la Capital Mundial de la Salsa

Cuenta César Miguel Rondón en ‘El libro de la salsa’ que, durante los largos ensayos de la Fania All Stars, la mayoría de artistas cantaban a media voz y evitaban desgastarse.

“Las horas transcurrían lentamente. Algunos bostezaban y otros se quejaban”, pero cuando Celia Cruz hacía su prueba, siempre debían reajustar el sonido, sin mayor esfuerzo, su voz era poderosa.

Rubén Blades, que lo presenció, se preguntaba al escucharla: “¿De qué está hecha?”. Y otros, al verla sin un gesto de cansancio: “¿Cuántos años tendrá?”, porque entre tantas estrellas, ella era la mayor. “Tendría unos 55 para el momento de la anécdota: de haber parido alguna vez, bien ha podido ser la madre, quizá hasta la abuela de muchos de los que ahí estábamos. Pero de entre todos, nadie lo dudaba, era ella la más joven”, comentó Blades a Rondón.

Y, a la sospecha de alguna magia oscura detrás de su longevidad, el panameño confiesa en el libro: “No, qué va, no le hace falta, ella no se pone vieja, siempre ha sido igualita, sin tiempo”. Es decir, eterna.

Ya pasaron 22 años desde que La Guarachera, la Reina Rumba, majestad indiscutible de la salsa, dejara este mundo, aunque, como ella misma confesó: “Nunca voy a morir... Estoy segura de que en cada casa hay, por lo menos, un disco mío... Y si hay un disco mío, yo siempre estaré ahí”.

Por ello, el mundo y Cali no dejarán pasar sin celebrar este 21 de octubre, cuando se cumplirán los cien años del nacimiento de Celia Caridad Cruz Alfonso, en La Habana (Cuba).

A propósito, durante muchos años se especuló sobre cuál era su verdadero nombre, puesto que —como su edad—, era un tema del que nunca hablaba. En artículos aún aseguran que se llama Úrsula Hilaria o Celia Caridad de la Santísima Virgen del Cobre, entre otros.

Después de muchos años, quien despejó todas las dudas fue el melómano e investigador cultural Óscar Jaime Cardozo Estrada, fundador del Museo Planeta Salsa, quien viajó a La Habana y buscó en parroquias, oficinas burocráticas y archivos locales, hasta que encontró el registro civil de la artista, donde consta que nació allí el 21 de octubre de 1925, que sus padres fueron Simón Cruz y Catalina Alfonso Ramos, y que su nombre es Celia Caridad Cruz Alfonso.

“Al principio no me dejaron ver el documento, pero con ánimo reporteril y gracias a unos amigos del sector cultural en Cuba y del Instituto Cubano de la Música, conseguí una autorización por escrito para fotocopiar el acta de nacimiento de Celia Cruz. Así confirmé su nombre exacto”, sostiene Óscar Jaime.

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La celebración por los cien años de la ‘sonera mayor’ empezó desde el año pasado, cuando la fundación creada en su honor, dirigida por Omer Pardillo-Cid, albacea de la artista, lanzó el disco conmemorativo ‘Celia Cruz en vivo: 100 años de azúcar’, que incluye versiones de sus clásicos grabados durante conciertos de 1986 y 1987.

Y el mismo año la Casa de la Moneda de Estados Unidos acuñó una pieza de 25 centavos con la imagen de Celia y su icónica frase, convirtiéndose en la primera mujer afrolatina inmortalizada con una moneda.

Diferentes instituciones en ese país y Latinoamérica tienen preparados eventos para homenajear a la Reina de la Salsa, como en el Latin American and Caribbean Studies Center, de la Universidad de Maryland, donde se realizarán conversatorios sobre su vida y su obra musical, con la participación de la biógrafa Rosa Marquetti.

La leyenda de la Reina Rumba en la Sucursal del Cielo

La Sucursal del Cielo, la ciudad donde Celia se sintió como en casa, no será la excepción dentro de esta celebración internacional: el Museo Planeta Salsa (Cra. 45 #3A-63, barrio El Lido) organizó una serie de conversatorios y audiciones con especialistas, que incluirá el lanzamiento de un libro sobre la diva salsera.

En la programación, que irá del 16 al 21 de octubre, participarán grupos de melómanos y melómanas locales: salseras caleñas como Benicia Cárdenas, Laura Linares (Las Guaracheras) y Mónica Castro (Son Mujeres); el barranquillero Alex León, y los cubanos Rodolfo M. Foster (La Palabra) y Aymée Nuviola (actriz y cantante).

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Hay dos fechas que se disputan el primer concierto de Celia Cruz en Cali. La primera, cuenta Rafael Quintero, melómano, gestor cultural y autor de ‘Cali: Salsa Forever’, “aunque yo no tuve la vivencia directa, por mis investigaciones y algunos testimonios puedo decir que en julio de 1954 vino a Cali la Sonora Matancera con Celia Cruz y se presentaron en el Teatro San Nicolás. En ese momento, dentro de la nómina de cantantes, también vinieron Caíto y Alberto Beltrán”.

Sin embargo, para el fundador del Museo Planeta Salsa, “no podría asegurar que estuvo aquí en 1954, pero sé que Umberto Valverde, escritor y amigo de Celia Cruz, aseveraba que esa fue su primera visita. Sí puedo decir que, en ese año, la Sonora Matancera hizo una serie de presentaciones en Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cartagena, que sería la primera vez que ella viajó a Colombia, pero no estoy seguro si también vino a Cali”.

El periodista Gerardo Quintero afirma en un artículo que Celia aterrizó en la capital vallecaucana el 4 de febrero del 54 y estuvo cuatro días en la ciudad.

Para 1955, “con el éxito de ‘Burundanga’, la Sonora Matancera se presentó en Cali, en el Teatro Imperio, y esto lo corroboré con Santiago Mejía, de la Octava Dimensión, que en esa época era un joven músico que tocaba con la Sonora Juventud, la de los Córdoba, y él me dijo que sí se presentó Celia, alternando con Bienvenido Granda, Daniel Santos y Tito Cortés”, relata Óscar Jaime.

Rafael destaca que fue ese año, el 12 de noviembre, cuando La Sonora Matancera se presentó en el Club Colombia, de Cali. “Esto fue un fenómeno de orden social, porque, era tan grande el éxito de ‘Burundanga’, que hasta un club de la alta burguesía caleña decidió contratar a esta agrupación reverenciada por las clases populares. Fue una presentación muy simbólica, porque rompió barreras y es un indicio de cómo la cultura musical empieza a entronizarse en otros sectores sociales, que no eran populares, construyendo lo que hoy es una cultura de toda la ciudad y de todas las clases sociales”. De modo que la rumba entre Cali y Celia Cruz apenas empezaba.

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Las visitas de Celia Cruz a Cali fueron incontables, en parte, debido a que no todas fueron para eventos públicos, también —como otros cientos de artistas reconocidos— la contrataron para fiestas privadas entre los años 80 y 90, tiempos de la bonanza narcocaleña.

Como dato curioso, vale la pena recordar que la diva salsera participó en la primera Feria de Cali, llamada por aquellos días “de la caña de azúcar”, realizada en diciembre de 1958. Se presentó acompañada de Carlos ‘Argentino’ Torres, con quien había grabado ‘Mi amor, buenas noches’, bolero de moda aquel diciembre en Cali. Luego vinieron conciertos en teatros, bailaderos de Juanchito, casetas, coliseos, clubes y hasta en la Plaza de Toros de Cali.

Sobre su amor por Cali, en una entrevista con Óscar Jaime, le confesó que amaba esta ciudad: “Me dijo que aquí somos muy parecidos a los cubanos, porque tenemos una idiosincrasia muy alegre, que eso la hacía sentir como en casa, La Habana, adonde ella no regresó jamás”.

Otras de sus visitas fueron históricas, como la del 16 de mayo de 1982, cuando fue invitada por Umberto Valverde a inaugurar un partido de fútbol en el Estadio Pascual Guerrero, donde jugaban América y Atlético Nacional. Por coincidencia, Celia estaba vestida de rojo y el equipo escarlata ganó aquel día 1-0.

En mayo de 1996, mientras estaba en Cali, circuló una noticia falsa de que Celia Cruz había muerto. La artista, soprendida, dio una rueda de prensa en el Hotel Intercontinental, donde expresó: “Hace una semana me mataron en Miami, ahora en Cali. Nadie se muere dos veces. Estoy muerta, pero de la risa”.

La última presentación en Cali, al parecer, fue en el año 2000, de la que no hay mucho registro. Aunque “la divina Celia”, como la llamó Valverde, su hagiógrafo caleño, murió el 16 de julio del 2003 en New Jersey, para los caleños está más vigente que nunca.

“Ella es un símbolo grandioso de nuestra identidad latina, su música y su figura son reconocidos a nivel mundial, pero sobre todo en Cali, donde fue reverenciada como una de las deidades salseras, una de las que certificó que somos la Capital Mundial de la Salsa; estaba convencida de ello. Y nosotros, asumiendo ese título, hemos mantenido viva la memoria de Celia Cruz”, reflexiona Quintero.

Mientras que para Luz Patricia Vargas, periodista y melómana del colectivo Ellas en su Salsa, la artista cubana también fue un ejemplo de empresaria disciplinada, “tuvo claridad, desde muy temprano en su vida, en cómo ser la artífice de su camino artístico. Ella fue excelente cantante y empresaria exitosa, porque desde el inicio de su recorrido tuvo control pleno sobre cada detalle del negocio del espectáculo, entre otros, del performance para estar en tarima y conectarse con el público, además de un cuidadoso control de su imagen”.

“Un elemento destacable de Celia Cruz es que se convirtió en un referente cultural de la música afrolatina, pues le dio una identidad propia a los latinoamericanos al integrar a su repertorio la diversidad de géneros existentes. Y siempre estuvo actualizada y conectada con su tiempo musical”, concluye Vargas.

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En el año 2000, el Grupo Niche alternó tarima con Celia Cruz, en el Festival de la Calle 8, de Miami. “Se veía ya bastante entrada en años; la conocí personalmente junto a mi hermana, mi madre y toda la agrupación. Era una persona con un carisma especial, cuando estaba tras bambalinas, iba con su bastón, incluso la ayudaban a subir a la tarima, pero cuando empezaba su show, se transformaba, la enfermedad se le desaparecía, soltaba el bastón y comenzaba a bailar, regresaba la artista que siempre hemos conocido”.

Así la recuerda Cristina Varela, hija del maestro Jairo Varela (fundador del Grupo Niche) y quien dirige el Museo en su memoria, y cuenta que para diciembre le harán un homenaje especial a Celia, de quien conservan en el Museo Jairo Varela una peluca y un vestido.

Programación en el Museo Planeta Salsa

Lanzamiento de libro: El investigador y melómano Óscar Jaime Cardozo Estrada presenta su libro ‘La vida es un carnaval: la Celia que conocí’, el jueves, 16 de octubre, a las 3:00 p. m., en Museo Planeta Salsa (Cra. 45 #3A-63, barrio El Lido). Entrada libre hasta completar aforo.

Celia Cruz en su salsa: En el Museo Planeta Salsa, el viernes 17 de octubre, desde las 3:00 p.m., se realizará la audición conversatorio sobre Celia Cruz, a cargo del colectivo de melómanas Ellas en su Salsa. También participará el salsero cubano La Palabra. Entrada libre.

Conversatorio: La cantante y actriz cubana Aymée Nuviola, ganadora del Grammy Latino, estará el 21 de octubre en el Museo Planeta Salsa, para conversar sobre la influencia de Celia Cruz, a quien interpretó en la novela Celia, de RCN. A las 3:00 p.m. Entrada libre.