Brillos, libertad y perlas: así son los vestidos de novia que marcarán la moda nupcial en 2025

El reconocido diseñador colombiano Andrés Pajón presentó en las murallas del castillo San Felipe de Barajas, en Cartagena, su primera colección de vestidos de novia, una propuesta que se perfila como referente de las tendencias que marcarán finales de 2025 y comienzos de 2026.

La pasarela, realizada en el marco de la tercera edición del congreso Wedding Dream and Wedding Forum 2025, uno de los encuentros más destacados de la industria de bodas y eventos en América Latina, deslumbró con diseños que exaltaron la feminidad y la sofisticación. Novias envueltas en una lluvia de perlas y en intrincados bordados marcaron el tono de la noche.

Este desfile nupcial no solo celebró la belleza de lo artesanal y lo contemporáneo, sino que también reafirmó a Cartagena como uno de los destinos de bodas más importantes en América Latina y el mundo. La ciudad, además, acaba de recibir por séptima vez el galardón de los World Travel Awards, considerados los “Óscar del Turismo”, al ser reconocida como Destino Líder de Luna de Miel de Suramérica. Con ello, la Heroica se consolida como el lugar más romántico del continente para celebrar bodas y lunas de miel.

Libertad y polos opuestos

En el congreso, quedó claro que los códigos rígidos de la moda nupcial son cosa del pasado. Para Kika Rocha, directora de moda y belleza de People en Español, la gran tendencia es la libertad: “Pienso que la tendencia es cada vez más libre, permite interpretar el romanticismo para cada novia como ella sueña. No hay códigos establecidos. La libertad de la novia es aquello que saben interpretar los diseñadores”, afirmó.

El diseñador colombiano Andrés Pajón reveló que las tendencias en vestidos de novia se mueven entre polos opuestos. “Hay dos extremos: estamos con las piezas clean, en satín y seda, telas mucho más limpias; y en el otro extremo, tenemos todo tipo de ornamentados y bordados, con pedrería y brillo. Lo interesante es que la clienta busca esa sensación, ya sea de lo uno o lo otro, porque ese intermedio está un poco endeble”, explicó.

En cuanto a las siluetas, Pajón señaló que el clásico estilo sirena sigue siendo un infaltable, mientras que el estilo princesa “se encuentra un poco en pausa”. Sin embargo, el diseñador resaltó que las siluetas columna, los vuelos y la fluidez han cobrado protagonismo, “especialmente en escenarios costeros”, donde la ligereza de los vestidos se convierte en un detalle clave para las novias que buscan comodidad sin perder elegancia.

Maximalismo y brillo

La stylist Juliana Pedraza, presente en el congreso, destacó que las novias llegarán con apuestas más arriesgadas: “Las tendencias son encaje, pedrería y plumas. El juego y la combinación de diferentes elementos hacen que el vestido sea mucho más atractivo”.

El look nupcial, explicó, no se limita al vestido: “Ya no solamente son los velos. Los tocados, las mallas en la cabeza, los apliques, incluso los bolsos, entran a ser piezas clave. Hablamos de un maximalismo en el que la pedrería y las plumas se combinan con aretes de perlas y tocados ornamentados”.

En cuanto a siluetas, Pedraza resaltó que se imponen los vestidos con volumen y detalles asimétricos, como moños grandes. A esto se suma la tendencia de los vestidos cortos para la fiesta: ceñidos, brillantes y cargados de pedrería.

En cuanto al color, el blanco en los vestidos retoma su fuerza. “Antes veíamos tonalidades como ivory, crema, pero el blanco puro volvió”, señaló. Mientras que la corsetería hace énfasis en la cintura que abre paso a grandes faldas, caídas fluidas y vuelos.

El protagonismo de los accesorios

La marca Zawadzky, que acompañó la pasarela inaugural del Congreso con los diseños de Pajón, reafirmó que los accesorios son hoy protagonistas. Su directora creativa, María Fernanda Zawadzky, explicó que las novias actuales ya no se limitan a un solo vestido ni a un único look: “Hoy las novias se están casando con dos o tres vestidos a lo largo de la celebración, lo que abre la posibilidad de jugar con tres looks diferentes”.

En el primer momento, como la entrada a la ceremonia, “predominan las piezas clásicas y limpias, como aretes pequeños o topos de perla”, que aportan sobriedad y elegancia. Sin embargo, en los siguientes looks, especialmente en la fiesta, se abre espacio a la creatividad: “las novias se arriesgan más con piedras, aretes grandes, chokers, piezas en movimiento y mucho brillo”, destacó la diseñadora colombiana.

Además, resaltó que las perlas regresaron con fuerza, después de haber estado en pausa durante un tiempo. “Es un elemento que genera amores y desamores, pero que sin duda volvió a ser protagonista”. Ahora se ven en todos los tamaños y formas —desde esferas tradicionales hasta diseños en gota—, adaptándose a cada estilo de novia.

Para Zawadzky, la perla se mantiene como el accesorio predilecto en bodas, especialmente de día, por su carácter clásico y atemporal. “Lo usual es que en las bodas de día no haya mucho brillo, por lo que se usan las perlas”. En contraste, aseguró que las bodas de noche se convierten en el escenario ideal para arriesgarse con accesorios llenos de brillo y pedrería, aportando dramatismo al look de la novia.

Bodas que se vuelven experiencias

Más allá de la moda, el Congreso también puso sobre la mesa las tendencias en organización y decoración de bodas. Hoy las celebraciones buscan ser experiencias memorables.

El diseñador de modas, wedding y event planner, David Betancourt, añadió que elementos como las velas y el cristal han cobrado fuerza, aportando brillo y sofisticación a los espacios. Pero, más allá de lo estético, lo más importante es la experiencia que se deja con la celebración: “Hoy vemos bodas que se vuelven experiencias y recuerdos inolvidables. Hoy estamos en la etapa de las experiencias gastronómicas y decorativas, donde lo fundamental es que los invitados se sientan realmente especiales”.

Por su parte, Carmen Lisa Villadiego, reconocida wedding y event planner de Style by Carmelita, destacó que ahora la frescura de lo natural se abre paso en las ceremonias contemporáneas. “La tendencia que tenemos para este año son las plantas naturales y todo lo verde en las bodas”.

Una visión similar comparte Tatiana Tarón, gerente de Tatiana Tarón Bodas y Eventos: “Estamos mucho hacia lo ecológico, hacia lo natural. Se están manejando colores neutrales, suaves y sutiles, ya no solo la paleta de blanco. Y además, ya no vemos tantas bodas de grandes volúmenes, sino celebraciones más pequeñas”.

Así, las bodas actuales se transforman en escenarios íntimos y memorables, donde la decoración y la organización no son un telón de fondo, sino parte del espectáculo mismo.

Asimismo, los vestidos exploran desde la delicadeza del encaje hasta la ostentación del brillo y la pedrería, donde la novia ya no sigue moldes únicos, sino que convierte su look en un manifiesto personal que refleja su estilo y sus sueños.