Adornos navideños 2025: las tendencias que revolucionan el árbol de Navidad

A una semana de que inicie oficialmente una de las épocas del año más esperada y amada en el calendario, la Navidad, salen a relucir las tendencias que marcarán la decoración navideña en los hogares colombianos, especialmente en el árbol navideño.

Tradicionalmente, las esferas, bolas e incluso mariposas de diversos colores son las más usadas para adornar el árbol de Navidad, sin embargo, estos elementos están perdiendo protagonismo y siendo sustituidos por otras figuras más naturales, sensoriales y sofisticadas.

Expertos en diseño de interiores coinciden en que la tendencia apunta hacia adornos que aportan textura, volumen y un aspecto más orgánico, alejándose del brillo excesivo que dominó por décadas las temporadas festivas.

Adornos florales

Uno de los elementos más destacados de esta nueva ola decorativa son las flores de Nochebuena. Aunque siempre han sido un símbolo navideño, en 2025 pasan de ser un detalle en la mesa o en macetas a convertirse en protagonistas del árbol.

Pueden colocarse tanto en su versión natural como en opciones elaboradas en tela o materiales sintéticos de alta calidad. Su presencia añade calidez y un toque artesanal, además de integrar visualmente el árbol con los demás arreglos florales del hogar.

Piñas naturales

A este recurso se suman las piñas naturales, que ganan terreno por su versatilidad y su aporte estético. No solo complementan los árboles con un estilo rústico, sino que también generan una experiencia olfativa que transporta a los bosques invernales.

Para quienes buscan un acabado más elegante, se recomienda aplicar una ligera capa de pintura blanca para crear un efecto de nieve sutil, sin perder el carácter natural del material.

Listones

Los listones, por su parte, se consolidan como uno de los adornos favoritos para quienes desean un árbol lleno, voluminoso y sofisticado sin recurrir a la saturación. Elaborados en terciopelo, yute, satín u organza, permiten un juego de texturas que transforma por completo la decoración.

Los tonos neutros, vino, champaña y verde musgo reemplazan a los clásicos rojo y dorado, creando una paleta más moderna y armoniosa.

Esta tendencia refleja un cambio profundo en la manera de entender la Navidad. La apuesta ya no es llenar el árbol con la mayor cantidad posible de adornos brillantes, sino buscar equilibrio, naturalidad y coherencia visual.

La decoración se vuelve más sensorial: invita a tocar, a oler y a sentirse en un ambiente acogedor. Una tendencia que se adapta a los estilos y preferencias de cada hogar.