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La educación mediada por la virtualidad es un desafío para el Gobierno, las instituciones educativas, los maestros, estudiantes y padres de familia. | Foto: 123rf / El País

EDUCACIÓN

La pandemia 'virtualizó' la educación: lo bueno y lo malo de esta modalidad

Expertos y padres analizan las ventajas y desventajas de la educación en línea, la estrategia más usada para seguir educando durante la pandemia.

7 de marzo de 2021 Por: Laura Sofía Lozano E. / Semillero de Periodismo UAO-El País

La modalidad virtual en la educación de los niños y jóvenes ha sido la principal alternativa a la que se han acogido los colegios y demás instituciones educativas con el fin de seguir llevando a cabo los procesos académicos y formativos en tiempos de pandemia. La variedad de servicios y la inmediatez que brinda estar conectados a diferentes opciones virtuales se han convertido en las nuevas aulas de clase y formas de educar.

Las instituciones educativas han buscado incluir estrategias en sus metodologías y planes educativos con el fin de que estos se acoplen a esta modalidad virtual, para así continuar aportando a la formación integral de los estudiantes.

Aunque son muchos los beneficios y aportes que han tenido los avances tecnológicos en la sociedad actual, también ha sido un reto para los estudiantes y educadores asumirlos en su campo formativo. Adaptarse a esta nueva realidad no ha sido fácil, pero tampoco imposible. Sin embargo, en el medio ronda la pregunta: ¿Son más las ventajas o las desventajas de la modalidad virtual en la educación?

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Ventajas

1. Desarrollo de la autonomía:

Los estudiantes han acogido hábitos de estudio de forma más autónoma, manejando el tiempo y cumplimiento de sus deberes de forma independiente.

Según Milena Arcila, coordinadora del Colegio Americano de Cali, “al iniciar nos enfrentamos a un panorama en el cual el estudiante no estaba preparado para cumplir satisfactoriamente con sus deberes, obligándolos a fortalecer el trabajo independiente desde casa”, aseguró.

2. Uso de aplicaciones tecnológicas y recursos nuevos:

El reto más grande para maestros y estudiantes ha sido el aprendizaje y el uso de tecnologías de manera adecuada, que, para muchos, eran desconocidas.

Para Carlos Vargas, profesor del área de lenguas extranjeras del Colegio Americano de Cali, “el inicio de este proceso de cambio a la virtualidad fue difícil porque estábamos acostumbrados a una modalidad presencial, sin embargo, ha sido una experiencia enriquecedora seguir aprendiendo y estar más apropiados de las tecnologías que tenemos a la mano”, afirmó.

3. Metodologías de clase con actividades y aplicaciones interactivas:

Aunque ya existían distintas plataformas virtuales educativas, las metodologías que han sido empleadas ahora en las clases han obligado a los docentes a ser más creativos para que estas sean llamativas y que logren captar la atención de los estudiantes, que en esta modalidad, tienden a distraerse con facilidad.

De acuerdo con Vargas, “los estudiantes pueden presentar videos, diapositivas, podcasts, y diferentes actividades creativas en línea que hacen que las clases sean más interactivas”.

Ahorro de tiempo al no tener los alumnos que desplazarse es otra ventaja de la modalidad virtual, opina Elsy Jordan, rectora del Colegio Lauretta Bender.

4. Preparación para un entorno cada vez más digital:

El cambio a la virtualidad obligó a las instituciones a implementar nuevas herramientas digitales y a fortalecer su infraestructura tecnológica. Para Arcila, “todo este proceso nos permitió darnos cuenta de que, aunque trabajábamos con plataformas virtuales, nos hacían falta más herramientas tecnológicas que hemos venido implementando, que ahora permiten la alternancia y que seguirán siendo útiles en un futuro”.

Además, explicó que capacitaron a los maestros, de modo que, estos estuvieran preparados para el uso correcto de los nuevos dispositivos tecnológicos, y así, poder brindar una calidad educativa virtual a los estudiantes que siguen en casa.

5. Inmediatez en la comunicación virtual maestros-padres:

Medios como correos electrónicos, uso de redes sociales como WhatsApp y de plataformas propias de cada institución, permiten que los padres les hagan seguimiento más continuos y de manera más inmediata a los procesos educativos.

La madre de familia Pilar Cifuentes considera que en este tiempo de pandemia se han “implementado modelos de comunicación directa con los profesores para estar al tanto del rendimiento académico de nuestros hijos, de una forma eficaz y ágil”.

Estar en casa permite que los padres estén más atentos a lo que consumen sus hijos y de los horarios que tienen para la alimentación, asegura la madre de familia Pilar Cifuentes.

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Desventajas

1. Brechas digitales:

“Descubrimos que no todos los estudiantes tenían las herramientas adecuadas y algunos debían compartirlas con otros miembros de la familia, así que tuvimos que buscar alternativas para ellos y brindar ayudas”, explicó la coordinadora Milena Arcila.

Aquellos estudiantes que no cuentan con los dispositivos o infraestructura tecnológica en casa, no pueden unirse a esta modalidad, teniendo en cuenta que en este modelo lo principal es tener unas condiciones óptimas en cuestión de conexión a redes de internet y herramientas para llevar a cabo el proceso educativo virtual.

2. Falta de interacción física:

Esta es una de las principales preocupaciones entre educadores y padres de familia. Según Elsy Jordan, “la virtualidad llegó para quedarse, pero no buscamos reemplazar la presencialidad, porque esta brinda herramientas socioafectivas y cognitivas que son importantes para los procesos de aprendizaje que se viven en el aula”.

Por su parte, la directora de la Corporación Red Papaz, Carolina Piñeros, explicó que el contacto físico y las experiencias que viven los niños en los centros educativos, principalmente los de primera infancia, son primordiales para el desarrollo de sus personalidades y relaciones, es por eso que, considera el regreso a las aulas como una necesidad.

3. No hay diferenciación entre los espacios del hogar y espacios educativos:

Los hogares se convirtieron en aulas de clase, y en ocasiones no están adecuados para las jornadas de estudio. Al respecto, Arcila agregó que “los dormitorios ahora son los salones de clase, el comedor es la mesa de estudio, esto hace que los estudiantes no diferencien el contexto educativo y el personal”.

En casa hay limitado espacio para el desarrollo de las actividades físicas y en muchas ocasiones no se cuenta con elementos apropiados para realizarlas.

4. Exposición a largas jornadas trabajando con dispositivos electrónicos:

El tiempo en el que los estudiantes se exponen a pantallas y dispositivos genera un cansancio físico y problemas de salud, principalmente de visión, cuello y espalda.

“Los niños se están exponiendo largas horas a estos equipos y hemos notado las consecuencias de ello, porque los padres acuden a nosotros buscando ayuda sobre temas de salud física”, afirmó Carolina Piñeros, directora ejecutiva de la Corporación Red Papaz.

5. Menores oportunidades para evidenciar afectaciones y trastornos emocionales:

Al no estar los estudiantes interactuando de manera física y los maestros apreciando los comportamientos que se pueden presentar en las aulas de clases y en los recreos, no es tan fácil para los docentes, psicólogos y directivas del centro educativo, evidenciar trastornos emocionales en aquellos que lo padezcan.

Cristhian Moreno, profesor de Educación Física del Colegio Lauretta Bender, sostiene que en la modalidad presencial es más difícil para los maestros identificar los estados de ánimo de los estudiantes y si están teniendo una situación que afecte su parte emocional.

Otra desventaja es que hay mayores distracciones y poca disposición. Los estudiantes tienden a verse distraídos por lo que puede haber alrededor en su casa: charlas, juegos, Tv, redes sociales.

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