“Quisiera devolver el tiempo”: Gerardo Bedoya, volante del Santa Fe

Bedoya ha militado en los dos clubes tradicionales de Bogotá (Millonarios de 2006 a 2009) y Santa Fe (desde 2011). Pese a la agresión, él y Jhonny Ramírez son buenos amigos desde sus tiempos con Boyacá Chicó.

La Comisión Disciplinaria de la Dimayor alista una sanción, más que drástica, ejemplarizante, para castigar el comportamiento anti-deportivo de Gerardo Bedoya.El volante de Santa Fe, ex jugador de Boca Juniors de Argentina y la selección Colombia, golpeó con el codo el rostro de Jhonny Ramírez (jugador de Millonarios) y cuando el futbolista ‘embajador’ estaba tendido en la cancha, le golpeó la cabeza con los taches del guayo.En rueda de prensa y frente al grueso de la crítica especializada bogotana, el ‘General’ Bedoya hizo un acto de contrición, le pidió perdón al agredido (Ramírez), a la sociedad colombiana, a Dios y al fútbol ‘cafetero’. ”El mundo del fútbol, la sociedad, mi familia, Dios, merecen las disculpas; por eso las estoy pidiendo, estoy dando la cara porque sé que me equivoqué fuerte. Acepto todo lo que ha pasado, trataré de corregirlo y de mejorar para que esto no empañe lo que es el fútbol y no opaque mi carrera deportiva, en cierta forma bien llevada”, expresó.Gerardo Bedoya, oriundo de Ebéjico, Antioquia y quien a la fecha cuenta con 36 años de edad, debutó profesionalmente con Deportivo Pereira en la temporada de 1995.A lo largo de su carrera como jugador de élite en Colombia, ha sido expulsado 31 veces: 14 con Deportivo Cali, 7 con Millonarios, 5 con Santa Fe, 2 con Deportivo Pereira, 2 con Envigado y una con Atlético Nacional.Además, vio la tarjeta Roja en diez ocasiones durante su trasegar por el balompié internacional. Bedoya militó para los argentinos Boca Juniors, Colón de Santa Fe y Racing de Avellaneda; además del Puebla de Mexico.Su récord de expulsiones es muy similar a los números logrados por Eduardo ‘Bochica’ Pimentel, quien vio la Roja en 33 ocasiones, y Francisco ‘Pacho’ Foronda (30).”Acá en Colombia se juzga demasiado fuerte, pero toca aguantar porque sé que cometí un error. Toca pararse firme y cerrar un poco los oídos, reconociendo que me equivoqué. Quisiera devolver el tiempo y tratar de estar nuevamente en esa jugada”, expresó en la rueda de prensa.Gerardo Bedoya dijo que el domingo habló telefónicamente con el afectado, Jhonny Ramírez: “Le dije que lo consideraba un amigo y quedamos de volver a hablar personalmente, pues él tenía un viaje a Madrid. Hubo un diálogo tranquilo y él aceptó mis disculpas”.Curiosamente y pese a la agresión del fin de semana, Bedoya y Ramírez son muy allegados. De hecho, fue Gerardo quien motivó a Jhonny cuando éste recién comenzaba a aparecer en el fútbol profesional con Boyacá Chicó, donde compartieron divisa en la temporada de 2010.“Desde el principio y cuando no era reconocido, veía en Jhonny a un gran jugador que podía estar mucho más arriba. Hace poco le dije que se hiciera algo diferente; lo que no sabía es que se iba a hacer esa cola en el cabello (risas). Pero son las cualidades que muestra en la cancha las que le dan más reconocimiento”, dijo Bedoya.El futbolista de Santa Fe, además de las disculpas públicas, se comprometió seriamente a mejorar –de aquí en adelante- su comportamiento en las canchas. Para ello, ya tiene una motivación muy especial.”Trataré de tener mucho más control durante los partidos y para eso pensaré en lo que más amo en el mundo que es mi hija (Abril). Así podré llenarme de mucha paciencia”, concluyó.