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La meta que se trazó el clavadista colombiano Sebastián Villa para los Juegos Olímpicos de Tokio

El clavadista aseguró el cupo número 38 de Colombia en los Olímpicos de Japón. Le contó a El País sobre lo que será su tercera presencia en la gran cita.

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Sebastián Villa, clavadista colombiano clasificado a los Olímpicos de Tokio. | Foto: Foto: archivo particular / El País

9 de may de 2021, 09:03 p. m.

Actualizado el 18 de may de 2023, 08:08 a. m.

Sebastián Villa Castañeda (Medellín, 1992), es una de las caras experimentadas de la natación colombiana. A sus 20 años se clasificó a los Juegos Olímpicos en las modalidades de trampolín 3 metros y de plataforma 10 metros, su especialidad.

Nueve años después, Villa cuenta con múltiples medallas en el ciclo olímpico y siete a nivel Fina -ente rector de la natación mundial-.

El undécimo puesto que consiguió en el reciente Mundial de Clavados, disputado en el Centro Acuático de Tokio, le valió la oportunidad de clasificarse por tercera vez a la cita más importante del deporte.

Ahora, restan dos meses de intensa preparación para disfrutar, en ese mismo lugar, del talento de un saltador que se hizo a partir del miedo a las alturas.

¿Cómo fue el proceso para asegurar su tercera participación en unos Juegos Olímpicos?
Fueron meses difíciles, raros para todos. Supimos manejarlo y contamos con mucho apoyo y un trabajo bien establecido que permitió lograrlo en medio de tantas dificultades y protocolos. Hicimos el trabajo de conseguir el objetivo principal y además estar en la final del mundial. Eso me tiene muy contento porque conseguí lo que me planteé.

¿La emoción es la misma de la primera clasificación o ya es costumbre?
Costumbre no es, porque uno trabaja es para esto. Llevo 21 años de carrera y son mis terceros Juegos Olímpicos, entonces no es algo que pase frecuentemente. Cada clasificación ha sido diferente porque en mi vida pasaba por procesos distintos. En esta estaba un poco más tranquilo que en los dos anteriores, pero la ilusión era mayor-

¿Cómo vio al Centro Acuático de Tokio? ¿Le gustó?
Sí, la verdad que sí. La primera impresión que tuve fue impactante. Fue muy imponente ver las plataformas al fondo, el escenario tan grande. Es una lástima que vaya a estar vacío, pero la verdad es que se ve brutal y estar en una piscina olímpica siempre va a tener valor adicional.

¿Qué tan estrictos fueron los protocolos, teniendo en cuenta que Tokio se encuentra en estado de emergencia?
No podíamos ni siquiera salir de nuestras habitaciones. La comida la reclamábamos en los mismos pisos y debíamos comer en el cuarto. No podíamos bajar a otros pisos ni cambiarnos de piezas. Desde el momento de bajarnos del avión hubo que pasar varios filtros y teníamos aplicaciones en el celular donde llenábamos registros diarios de temperatura y ubicación. En fin, un montón de cosas que pueden ser muy molestas en el día a día pero que hay que cumplir si queremos que se hagan los Juegos.

Undécimo en la final del Mundial en trampolín 10 metros. ¿Cumplió las expectativas?
El objetivo principal era conseguir el cupo, pero a nivel personal tenía el desafío de mantener estabilidad en las competencias. Creo que lo conseguí, pero quiero seguir trabajando más. Sé que estoy en condiciones de desafiarme, exigirme y conseguir cosas más grandes, en cuanto a puntajes y desarrollo de las competencias. Para eso son estas semanas que quedan, para trabajar con más intensidad y aumentar la exigencia. De verdad quiero disfrutar este tiempo que queda antes de volver a Japón.

A grandes rasgos, ¿qué va a hacer estos dos meses?
Yo quiero entrenar, prepararme un poco más físicamente, porque el esfuerzo con el que entrenas se nota en competencia y eso también me va a ayudar a nivel técnico.

¿Qué fue lo que más le gustó de su rendimiento en el Mundial y qué cree que puede mejorar?

A nivel técnico tengo que mejorar dos o tres cositas en las que fallé en algunos clavados, pero a nivel general estoy contento porque muchos se acercaron a felicitarme, a decirme “ey, qué bueno verte saltar así”, son esas cosas que hay que valorar para darse cuenta que voy por buen camino y quiero que esto siga de aquí a los Olímpicos.

¿Con qué salto de los 18 que hizo se queda? Hay uno que llamó mucho la atención y fue el que hizo parado de manos, debe ser un reto...
Creo que me quedo con el inverso de la semifinal. Es muy difícil porque fueron seis clavados en cada fase. Con el parado de manos tengo una relación de amor y odio por mi conocido miedo a las alturas y pararme de manos, pero lo disfruto. Me gusta mucho, siento que hay algo que a nivel personal debo trabajar en ese clavado para que mejore todo el desempeño de la competencia en general.

¿Qué siente cuando se para de manos 10 metros encima de la piscina?
A nivel técnico y emocional pasa algo cuando te paras de manos: nosotros estamos acostumbrados a que hacemos vueltas y media, porque caemos clavados después de empezar parados en los pies, pero como tú ya estás parado de manos, tienes que hacer las vueltas completas, porque caes de cabeza, como empezaste. Me parece difícil, pero me gusta y me reta.

Dentro de una situación muy complicada como la que atraviesa el país actualmente, usted regaló un poco de alegría…
Yo pienso que nosotros somos eso. Nosotros los deportistas podemos ser la buena cara de Colombia. Queremos mandarle un mensaje al mundo: que a pesar de que las cosas no están bien, queremos seguir saliendo adelante y tenemos cosas buenas para mostrar, que muchas cosas de las que pasan no nos representan, ni nos identifican y que queremos que cambien. Eso no solamente lo podemos lograr los deportistas, sino también los artistas, cada persona que sale del país y va otro a trabajar o a lo que sea.
Es un tema muy sensible, para nosotros tampoco fue fácil estar lejos y saber que luchábamos por objetivos importantes para un país al que queremos darle alegrías en medio de todo lo que pase. Les mando un abrazo a todos los colombianos y espero que mi logro haya sido un rayito de luz en medio de tanto caos.

¿Qué sensación le queda de la participación de los compañeros de la Selección en el Mundial?
Me siento orgulloso del equipo que estamos construyendo, incluso con personas que hicieron falta en Japón, como mi entrenador Jerry Jaramillo. Pienso que todos los clavadistas podemos estar orgullosos de lo que estamos consiguiendo. Es una realidad que Diana Pineda y yo ya estamos más afuera que dentro del deporte.
Yo quiero seguir compitiendo unos años más, pero ese cambio generacional es muy importante y muchas veces no es tenido en cuenta en la proyección. Nosotros estamos orgullosos de lo que están haciendo Daniel Restrepo, Felipe Uribe y Alejandro Solarte. Atrás vienen más que estuvieron en el Suramericano de Argentina o que van a competir en el Mundial juvenil de este año.
Se trata de seguir impulsando el equipo, poder visibilizar clavados y que se enteren que en nuestro deporte están pasando cosas muy bonitas.

¿Sigue invicto de covid?
Hasta ahora, afortunadamente no sé lo que es el covid. No lo hemos vivido en la familia: mi mamá no lo ha tenido, mi papá está pendiente de un resultado por el trabajo, pero no me ha dado y esperamos que siga así.

Hay competencias en las que también se anima a competir en trampolín, ¿por qué se decide al final por plataforma?
Lo que pasa es que las pruebas olímpicas son plataforma 10 metros y trampolín 3 metros, junto a los sincronizados en cada modalidad. Yo hago trampolín en la prueba mixta con Diana, de hecho en los últimos tres mundiales hemos clasificado a la final y la disfrutamos, pero todavía no es una prueba olímpica.
Espero que para los próximos sí lo sea para ver si me toca competirla, porque después de París seguramente no voy a estar (risas).
A nivel individual en plataforma siento que me va mejor y en trampolín estamos muy bien con los representantes de ahorita: Sebastián (Morales), Daniel, Felipe y Alejandro.

En detalle
Colombia tiene tres clasificados en clavados a Tokio 2021: además de Villa están Sebastián Morales y Daniel Restrepo (trampolín 3 metros)
Diana Pineda y Alejandro Solarte esperan ingresar por repechaje.
En total, Colombia tiene 38 clasificados a los Juegos Olímpicos. Se espera que con el paso de las semanas, la cifra aumente.
Hasta el momento, los cupos colombianos que ya están asegurados se dividen así: 19 en atletismo, 2 en arquería, 7 en ciclismo, 3 en lucha, 3 en clavados, 2 en taekwondo, uno en ecuestre y otro en esgrima.
Nuestro país tuvo una muy destacada actuación en los Juegos de Río 2016, donde conquistó 8 medallas: tres de oro, dos de plata y tres de bronce.

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