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Graduarse ya no es sinónimo de conseguir empleo en Colombia

Al menos el 30% de los recién graduados tarda más de un año para conseguir trabajo como profesional. Egresados de ciencias sociales y humanidades, los más vulnerables. ¿Qué hacer?

14 de abril de 2013 Por: Camilo Osorio Sánchez | Reportero de El País

Al menos el 30% de los recién graduados tarda más de un año para conseguir trabajo como profesional. Egresados de ciencias sociales y humanidades, los más vulnerables. ¿Qué hacer?

Cuando se graduó de Comunicadora Social en la Universidad, Natalia Beltrán tenía méritos suficientes para conseguir un empleo. Fue una de las mejores estudiantes y obtuvo el reconocimiento de tesis meritoria. Pero hoy, un año después, Natalia sigue sin conseguir un trabajo.Aunque ha inscrito su hoja de vida en varios bancos de empleo, enviado numerosos correos electrónicos a oficinas de recursos humanos y hasta viajado a otras ciudades, no se ha podido enganchar en ninguna empresa.Su búsqueda ha sido realmente frustrante. “Conseguir trabajo es muy difícil, y cuando encuentras una opción te ofrecen menos de un millón de pesos por un puesto en el que no solo estás compitiendo con otros comunicadores sociales, sino con psicólogos, sociólogos y trabajadores sociales”, dice.Su caso se repite por montones, porque en Colombia ocurre un drama sobre el que casi nadie habla: los padres sufren y se endeudan para sus hijos terminen pronto la universidad, pero cuando alcanzan esa meta el mercado laboral los castiga justamente por eso, porque son jóvenes e inexpertos.De acuerdo con el estudio ‘Inserción laboral de jóvenes profesionales’, publicado por un equipo de investigadores de la Universidad San Buenaventura de Cali, USB, tal situación afecta a por lo menos el 30% de los egresados de los claustros universitarios de Colombia.Los psicólogos Johnny Orejuela, Rosa Bermúdez, Carmen Urrea y Luz Angélica Delgado, autores del estudio, identificaron las claves precisas de ese castigo. Para empezar, explica Orejuela, los más afectados son aquellos profesionales de carreras afines a las ciencias sociales, como psicólogos, sociólogos y comunicadores, entre otros, quienes pueden tardar hasta un año en conseguir un empleo. “Si logran acceder a un trabajo formal, deben aceptar salarios inferiores a los que aspiran, de máximo dos salarios mínimos mensuales, y firmar contratos a términos fijos por prestación de servicios”, agrega el investigador.Pero el problema no es sólo tardar un año o más en emplearse, sino lo que ello implica para el joven y su grupo familiar: acceder a créditos para sostenerse, apoyarse en las finanzas de los papás y perder parte de la inversión que se hizo durante los estudios universitarios; toda una suma de problemas que llevan a una pregunta desesperanzadora para miles de muchachos: ¿realmente vale la pena estudiar una carrera universitaria? La flexibilidad laboral y la precariedad en el empleo son hoy dos realidades indiscutibles del mercado de trabajo en Colombia, dice Orejuela. Pero los jóvenes no están preparados para enfrentarlo.¿Existe alguna salida a la encrucijada? Los expertos creen que sí, pero implica que los nuevos profesionales adopten una estrategia para ganar experiencia.Patricia Morales, trabajadora social encargada de realizar la selección laboral de varias empresas del departamento, dice que “hay empresas que buscan a jóvenes que aún están en semestres intermedios de la universidad, pero eligen a los que participan en proyectos universitarios, trabajo comunitario o cualquier actividad que acredite algún grado de experiencia”. Y Orejuela, además, recomienda incrementar la proactividad: “Muchos se quejan, pero les preguntas cuántas hojas de vida han entregado y la respuesta es ninguna”.¿Qué hacer para que me contraten?La poca experiencia laboral de los recién egresados de la universidad no es una barrera imposible de derrumbar. Estas son las recomendaciones de los expertos para que un joven profesional sea más atractivo en el mercado laboral:Flexibilidad: un recién egresado debe estar preparado para buscar trabajo en una ciudad diferente a la suya, donde puede encontrar mayor demanda de su profesión.Trabajo cívico: los psicólogos recomiendan no esperar a graduarse para obtener experiencia. Aplicar los conocimientos adquiridos en proyectos comunitarios en la parroquia, barrio, club de amigos, entre otros, permite demostrar públicamente sus capacidades. Estas actividades son valoradas como experiencia laboral.Experiencia universitaria: trabajar medio tiempo en la universidad como asistente de un docente o monitor de una asignatura, le permite al futuro profesional medir sus capacidades, cumplir horarios y trabajar bajo la dirección de un jefe. Se recomienda vincularse a estos trabajos desde tercer semestre.Emprendimiento: Crear empresa es una de las alternativas cuando no se consigue empleo. “Los jóvenes deben perder el miedo al fracaso. Arriesgarse por una iniciativa innovadora que puede funcionar es mejor que adoptar una actitud pasiva”, sostiene Orejuela.Sobre el emprendimiento, Edgar Cruz, estudiante de la maestría en educación superior de la USC, indica que “no es tan fácil egresar y salir a montar empresa, el emprendimiento tiene sus requisitos, pero los jóvenes tampoco deben esperar a tener el diploma en la mano para buscar trabajo”.Identidad ocupacional: Hay demanda de mano de obra en puestos que no necesariamente se denominan como el título otorgado por la universidad, y no se pueden descartar por ello. Por ejemplo, un egresado de psicología puede laborar como docente, investigador, así como un jefe de relaciones públicas puede ser un comunicador, publicista o profesional en mercadeo, entre otros.¿Por qué contratar a gente joven?Bancos y multinacionales son las empresas que suelen contratar a jóvenes universitarios en busca de creatividad y mayor energía laboral, explica Patricia Morales, encargada de la selección de personal de varias empresas del Valle.Manejo de tecnología e innovación son las razones que deberían tener en cuenta las empresas para contratar jóvenes:Manejo tecnológico: los jóvenes son nativos digitales, por lo cuál su relación con softwares especializados, redes sociales y plataformas digitales es más cercana y de fácil aprendizaje que en un profesional egresado años atrás. Creatividad: La universidad es un lugar que estimula la creatividad e innovación en procesos, métodos e investigaciones, talento que puede ser usado por las empresas para mejorar y actualizar sus mecanismos de producción. Acadé- micos como Johnny Orejuela, director de la maestría en Sicoogía de la USB, indican que la espontaneidad de la juventud permite entender mejor el mundo.Bajos salarios, una solución de doble filo: Contratar a un recién egresado por sueldos menores a dos salarios mínimos mensuales legales vigentes es una práctica perjudicial para una empresa. Expertos explican que muchos profesionales egresados trabajan por salarios que no son acordes con las funciones que realizan, mientras sus jefes reciben sueldos de hasta el 2.444% de más. Tal diferencia abismal genera un distanciamiento con el trabajo, o lo que los psicólogos llaman ‘resentimiento social’, que puede traer efectos como poco compromiso con el trabajo, mayor posibilidad de riesgos laborales y descuidos que se traducen en pérdidas.Estos profesionales generalmente esperan conseguir un poco de experiencia para buscar un trabajo que les dé mejores ingresos, generándole a la empresa pérdidas de transmisión de conocimientos. “Es decir, capacitan a jóvenes durante dos años y luego ellos se llevan ese conocimiento a otra compañía que valora su experiencia laboral, cuando la empresa inicial podría brindarles mejores salarios y tener un profesional comprometido integralmente con la firma”, explicó Orejuela.

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