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Robert Lewandowski, delantero del Bayern Múnich. | Foto: Foto: AFP

Se jugó la ida: repaso y pronósticos de los octavos de Champions (opinión)

¿Qué ocurrió en cada partido, y cómo pintan los juegos de vuelta?

25 de febrero de 2021 Por: Manuel Rodríguez Lloreda - @ManRodLlo en Twitter

Se jugó la ida de los octavos de final de la Champions, después de una espera de más de dos meses, siempre eterna, de días tristes en los que no suena el himno más bonito de Europa. Los partidos sin fanáticos no dejan de sentirse un poco apagados, acústicos, pero la magia de la Champions no sabe ni de hinchas ni de público. La mística del espectáculo es la misma. Fue una fase particular. Hubo dos o tres grandes sorpresas, ganaron siete de los ocho visitantes, y todos los equipos ingleses sumaron de a tres, por dar un par de datos que resumen esta primera rueda. ¿Qué ocurrió en cada partido, y cómo pintan los juegos de vuelta?

Barcelona 1-4 PSG


No hay mucho que quede por decir sobre este juego, ni sobre este Barça. Los diarios y las redes se inundaron con críticas a Koeman, a Messi, a dos, y tres, y cinco jugadores, incluso a Bartomeu. Y cómo no, si el equipo volvió a caer en un hoyo profundo, ese mismo en el que ha caído temporada tras temporada desde el 2018. Cada año el golpe es un poco más fuerte. Este Barça desalmado y desolado se vio totalmente superado por el PSG. Un PSG que tuvo pinta de equipazo, pero que tres días después perdió 0-2 con el Mónaco en la Ligue 1. Duele hablar de Messi, más solitario que todos, capitán hundido con su barco, sacrificado por un equipo que simplemente no levanta. Sólo él sabrá de dónde sacará tanta paciencia para quedarse de nuevo en el verano. Serie cerrada y el PSG a cuartos. Un PSG indescifrable, por cierto. No se sabe cómo juega, pues este Barça no es medida para nadie.

RB Leipzig 0-2 Liverpool

En la previa el partido era parejo, porque el Leipzig venía en alza y el Liverpool en un declive inexplicable, una depresión de la que no ha podido salir. Y el juego estuvo en línea con los pronósticos: apretado, de ida y vuelta pero sin muchas opciones de gol. Dos errores defensivos (graves) del Leipzig lo condenaron, dejándolo en una posición de desventaja que no merecía. Una remontada no parecería demasiado improbable viendo el estado del Liverpool, pero cuesta creer que el Leipzig pueda ganar por tres goles de diferencia en Anfield. Los ‘reds’ podrán estar en un bache, pero el talento del equipo y de su entrenador no se pueden cuestionar.

FC Porto 2–1 Juventus


El partido de la Juve fue extraño porque el equipo venía extremadamente bien. Pirlo había dado en la tecla correcta, había encontrado un balance perfecto entre solidez atrás y Cristiano adelante. Venía a toda máquina en la liga, y el Porto, todo lo contrario— irregular en Portugal. Y aún así, el equipo de Lucho Díaz y Mateus Uribe hizo un partidazo, como para recordarnos que esto es fútbol y que aquí la probabilidad no vale. El descuento de Chiesa fue fundamental para la vuelta, pues la Juve ya empezaba a ver fantasmas del equipo de Sarri del año pasado. En Turín, a menos de que el Porto juegue otro partido perfecto (con ‘p’ mayúscula), Ronaldo (que algo sabe de este torneo) debería avanzar a la siguiente ronda.

Sevilla 2-3 Borussia Dortmund

Después de la del Barça, esta fue tal vez la sorpresa más grande de la fase. El duelo podía parecer parejo por el nombre de los equipos, pero si mirábamos esta temporada (que es lo que cuenta), el Sevilla era claro favorito. El equipo de Lopetegui se había hecho imparable en España, ganando sus últimos nueve juegos entre liga y copa, dejando el arco en cero en ocho de esas ocasiones. El Dortmund, por su parte, con entrenador interino, tambaleaba en Alemania. Y sin embargo, apareció Haaland, un tipo con sangre en los ojos y el arco entre las cejas. Igual la serie parece abierta, porque con Lopetegui y el ‘Papu’ Gómez los Sevillistas tienen con qué creer. La única mala noticia es que, lógico, deben que enfrentar a Haaland de nuevo.

Atlético Madrid 0-1 Chelsea

Esta era, en la previa, la serie más pareja de las ocho. El partido fue lo que todos suponíamos. Cerrado, apretado, rocoso. Sin embargo, el Chelsea fue justo ganador, mérito enorme de Thomas Tuchel, que en cuestión de semanas le ha dado una identidad al equipo, así como una solidez defensiva notable (el Atlético no pateó ni una vez al arco). Han llovido las críticas sobre Simeone. Que le faltó valentía, que no buscó el partido… pero, ¿Esperábamos algo distinto? Sabemos bien que así juega el Cholo estas eliminatorias. Igual, aún hay partido. Puede pasar cualquier cosa en la vuelta en Lóndres.

Lazio 1-4 Bayern Munich


La mayoría dirá que ocurrió lo obvio. Que una goleada del Bayern era apenas normal. Lo cierto es que la Lazio es un equipo más complicado de lo que muchos imaginan, bien trabajado, de defensa sólida, que sabe a lo que juega. Y el Bayern no venía bien en Alemania, muy lejos de la máquina que arrasó con todo y ganó la Champions hace seis meses. Pero dos errores defensivos garrafales extinguieron rápidamente cualquier ilusión de hazaña de la Lazio. Salió goleado y humillado de un partido en el que sí fue inferior, pero que no mereció perder por tal diferencia.

Atalanta 0-1 Real Madrid


En los papeles, el Madrid era favorito. Por nombre. Por jerarquía. Pero el equipo de Zidane venía con trescientos lesionados, y se enfrentaba al equipo más valiente y audaz de Europa. Para Gasperini y los suyos nada es imposible. El partido no fue bueno, mayormente porque la expulsión de Freuler (injusta, apresurada) inclinó el campo a favor del Madrid y apagó al Atalanta. Igual, si algo ha caracterizado a este Madrid de Zidane es la falta de creatividad ofensiva, y el juego debió terminar en empate de no ser por ese derechazo envenenado de Mendy a falta de cinco minutos que asfixia las esperanzas del Atalanta de cara a la vuelta. Nada está escrito aún— en un once contra once el escenario es distinto. Nuevamente Duván y Muriel quedan debiendo en un partido importante, pero lo cierto es que no se les puede exigir nada: el uno salió lesionado y el otro sufrió en demasía la impotencia de su equipo.

Borussia Monchengladbach 0-2 Manchester City

El City está imparable, así que no había mucho que el Borussia pudiera hacer para competir y hacer el partido atractivo (ni hablar de ganar el juego). Si el City va a ganar la Champions alguna vez (sus repetidos fracasos han sido una eterna prueba de paciencia para sus hinchas), es esta temporada. Nunca ha sido tan superior a todos los demás grandes europeos, pues tanto el Barça, como el Madrid, como la Juve, como el Liverpool se encuentran en bajo nivel, no convencen, cada uno con sus propios problemas. Es un escenario inédito. La mesa esta servida para Pep y los suyos. Deberán demostrar algo que les ha faltado siempre —jerarquía— para por fin llevarse un trofeo que parece ser más suyo que nunca.

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