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Diego Fernando Bustos es hijo de Rubén Darío, exlateral de América y de la Selección Colombia. | Foto: Diseño: El País

FUTBOL INTERNACIONAL

La ´13´ de Bustos sigue vigente: Diego Fernando heredó el talento de Rubén Darío

Diego Fernando es hijo de Rubén Darío. Juega como lateral y tras pasar por América militará en Brasil.

30 de enero de 2020 Por: Juan Carlos Pamo Sánchez - Reportero de El País

La frase “hijo de tigre sale pintado” hace referencia a los hijos que tienen muchos aspectos parecidos a sus padres.

Y eso se aplica a rajatabla en el caso de Diego Fernando Bustos, hijo de Rubén Darío, el exlateral del América de Cali y la Selección Colombia.

De su padre heredó todas las cualidades futbolísticas que le permitieron a Rubén ser considerado uno de los mejores laterales del país.

Diego Fernando juega en la misma posición: la de lateral derecho, tiene la misma pegada con pelota parada, ejecuta de forma similar los tiros libres y usa el número 13, el mismo con el que Rubén y su tío Darío Alberto (de pasado en el Tolima) escribieron su propia historia de éxito en sus carreras.

Para este chico de 18 años, el fútbol es una cuestión de sangre y un sentimiento que va impregnado a su piel.

“Dice mi mamá que desde que estaba en la barriga de ella ya me gustaba el fútbol porque daba muchas patadas. Mi padre desde muy niño me inculcó el amor por este deporte”, comentó Diego desde suelo brasileño, donde acaba de fichar por el Sao José de la tercera división de ese país.

Comenzó en equipos aficionados de la capital del Valle y tras un paso fugaz por las divisiones menores del Deportivo Cali se vinculó al América, en donde estuvo desde 2017 trabajando con técnicos como Jhon Freddy Tierradentro y Jersson González.

“Lo del tiro libre y la pegada es sin duda algo genético. Desde que comencé a jugar, mi papá siempre me daba sus consejos para pegarle bien a la pelota, es un don que heredé de él” agregó.

Diego es uno de los cincos hijos de Rubén Darío y el más cercano a dar el salto al profesionalismo. “Los hijos siempre son llamados a ser mejor que los padres. Diego está en un proceso en el fútbol que lo está llevando por el camino de triunfos para su vida. Dios quiera que en Brasil pueda desarrollar todo su potencial”, apuntó Rubén.

La pasión de Diego Fernando por el fútbol lo comenzó a construir desde muy niño. Su padre lo llevaba a los entrenamientos en Cascajal y lo sacaba cargado antes de los partidos en el Pascual.

“Eso sirvió para que naciera el amor de Diego hacia el América y comenzara a construir su sueño de ser futbolista”, acotó el exjugador, que además vistió las casacas de Nacional, Cúcuta, Millonarios y Chicó en Colombia.

Diego es el primer admirador de la carrera que tuvo su progenitor en Colombia y por fuera del país. “Hay dos goles que recuerdo mucho de mi papá. El que hizo con Cúcuta ante Boca Juniors en una Libertadores y el que anotó con la Selección Colombia ante Argentina por una Eliminatoria en Bogotá, coincidencialmente ambos se los hizo al ‘Pato’ Abbondanzieri”.

Gracias al paso que tuvo Rubén por el fútbol brasileño, donde jugó para Gremio e Inter de Portoalegre, se dio la posibilidad de que su hijo se haya vinculado al Sao José, un equipo de tercera división de Brasil, escuadra que le abrió las puertas para que la joven promesa continuara su carrera tras no encontrar la posibilidad en América de ser promovido al plantel profesional para esta temporada.

“América nunca me expresó alguna posibilidad de seguir. Yo fui a pedir el paz y salvo para salir del club y de una me los dieron sin decirme algo de mi futuro. En ningún momento me ofrecieron algún tipo de contrato para seguir”, comentó Diego.

Tuvo la posibilidad de entrenar durante algunos meses con el plantel profesional, cuando Fernando el ‘Pecoso’ Castro dirigió a los escarlatas.
“Con la salida del ‘profe’ Castro no tuve más chances de entrenar con el plantel principal. Uno de los motivos de salir de América es que sentí que no iba a tener proyección”, comentó.

Idéntica pegada
Si algo caracteriza a Rubén Darío y a su hijo Diego Fernando son sus excelsas condiciones para los cobros de tiro libre.

Rubén gozaba de una gran precisión en los lanzamientos de tiro libre y eso es algo que Diego ha ido perfeccionando en su proceso de formación.

“Creo que le pego mejor a la pelota que mi papá (risas..). Siempre trato de ser eficaz cuando me paro al frente de la pelota”, expresó.

A pesar de ser un chico que comienza a dar sus primeros pasos en el profesionalismo, Diego no se deja presionar por las comparaciones que hagan con su padre.

“No siento que tener el apellido Bustos sea un factor de presión. Por el contrario, lo veo como una inspiración para ser mejor que mi padre. Si mi papá llegó a un punto en su carrera, pues yo quiero superar eso; si el fue figura acá en Brasil, yo quiero destacarme acá e ir a Europa; si él estuvo en Selección Colombia, yo quiero estar allí y jugar un Mundial”, atinó.

En su posición de lateral es seguidor de dos impresionantes futbolistas del balompié mundial. Uno de ellos es Diego Alves, múltiple campeón con Brasil y figura de Barcelona hace unos años. El otro es Alexander-Arnold, el británico que juega para Liverpool y que integra el fantástico equipo de Jürgen Klopp, hoy por hoy la mejor escuadra del mundo.

Con América disputó torneos de la Liga Vallecaucana de Fútbol como la Copa Telepacífico y el Torneo Internacional Las Américas, donde fue protagonista e incluso se dio a conocer en redes sociales por los goles anotados de tiro libre.

“La primera función de un lateral es marcar. Luego tener una buena pasada al ataque, realizar muy buenos centros al área; lo anterior debe estar acompañado de una gran técnica, buena visión de juego y estar a punto siempre en la parte física”, concluyó.

Por ahora, Diego Fernando seguirá acumulando experiencia en suelo brasileño, mientras que su padre estará detrás suyo para transmitirle todos los secretos que se necesita para tener éxito en su carrera profesional.

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