El pais
SUSCRÍBETE
El Tula, hincha representativo de Argentina. | Foto: Foto: archivo de El Tula

SELECCIÓN ARGENTINA

El 'Tula', el hincha argentino premiado por la Fifa, habló en exclusiva con El País

El hincha más emblemático de Argentina habló con El País. Distinguido el lunes pasado en la gala de los premios ‘The Best’ de la Fifa, en París.

1 de marzo de 2023 Por: Juan Andrés Arias Arias / reportero de El País

El mundo del deporte tiene una historia que contar cada día, como la de ‘El Tula’, un hombre que un día cualquiera, por allá en los 70, se la jugó a su suerte, para emprender un viaje de más de 6000 kilómetros siguiendo al equipo de sus amores en búsqueda de la gloria continental. Por diferentes circunstancias quedó varado en Cali y para ganarse la vida y volver a su natal Argentina, tocó lo único que llevaba consigo, un bombo que le regaló uno de los presidentes de su nación.

La travesía fue muy dura, estuvo más de siete meses por fuera de su hogar, pero de muchas anécdotas, que hoy en día las cuenta con risas y aprecio. Esto, pocas horas después de ser reconocido por la Fifa con la distinción al mejor hincha del 2022, representando a todos sus compatriotas, ante los mejores jugadores del mundo.

Carlos Pascual, mejor conocido como ‘El Tula’ (@tulaargentinaoficial en Instagram), nació el 11 de septiembre de 1940 en un pueblo y una región muy futbolera de su país, Rosario. Sí o sí, este deporte tenía que correr por sus venas, y Pascual, hinchar por uno de esos equipos de la región, que fue el Rosario Central, sin mencionar a la Albiceleste, que hasta esa época solo había disputado dos Copas del Mundo y fue subcampeona en una de ellas, además de lograr varios títulos de Copa América.

Su infancia, adolescencia y adultez no fue para nada fácil, ya que su país no pasaba por un buen momento económico. Sin embargo, no fue obstáculo para seguir al club de sus amores por todo el territorio nacional y en varios países de Suramérica.

Conoció a un hombre con el cual se sentía identificado y le tuvo un gran aprecio por el apoyo que le brindaba para seguir adelante en su sueño y forma de vivir este deporte. Se trataba de nadie menos que Juan Domingo Perón, quien fue presidente de Argentina y a quien en su exilio en España, en 1971, ‘El Tula’ le regaló el bombo que tocaba. A cambio, Perón le regaló otro, y es el que Pascual ha llevado por cientos de estadios en el mundo, siguiendo a su equipo y a su amada selección.

Pocos meses después, ‘Los Canallas’ se presentaron en Bogotá para un juego de la Copa Libertadores y ‘El Tula’ llegó a la capital colombiana con un dinero recaudado, vendiendo fotos de Perón. Para regresar a Argentina, el hincha recibiría ayuda de la delegación, pero debido a un inconveniente con el embajador argentino, lo bajaron del vuelo y tuvo que realizar una travesía inimaginable hasta Rosario. Parte de esa travesía la vivió durante siete meses en Cali, ganándose la vida y quedando encantado de la ciudad.

Con el inconveniente superado y de nuevo en su hogar, ‘El Tula’ no se quedó quieto y siguió su travesía por el mundo. En 1974 llegó a Alemania para vivir su primer Mundial, acompañando a la Selección y llevando en su pecho y espalda el mismo bombo. Desde entonces, no ha faltado a ninguna de las citas mundialistas y es uno de los pocos aficionados que ha podido ver en vivo y en directo los tres títulos del mundo de Argentina, en 1978, 1986 (México) y 2022 (Catar).

Por ello, la Fifa decidió reconocerlo en los premios ‘The Best’ como el mejor hincha, el pasado lunes en París. Allí estuvo ante los ojos de los mejores jugadores del mundo y representando a todos esos aficionados argentinos que formaron la gran mancha albiceleste en Catar y en Buenos Aires, en el recibimiento de los campeones.

El País habló con ‘El Tula’ tras la ceremonia.

¿Cómo se sintió representando a todos los aficionados argentinos y recibiendo el premio?
Muy contento. Al principio no me di cuenta, pero luego me dijeron que estaban los hombres y mujeres más famosos del mundo de antes y ahora. Hablé y los hice quedar muy bien. Gianni Infantino tocó mi bombo y me dio una gran alegría, que a la edad que tengo, 82 años, haya sido un regalo de Dios, que me lo merezco, porque soy el hincha más famoso de toda la historia de Argentina.

¿Pudo dialogar con Messi y los demás argentinos en la ceremonia?
Hablé con Lionel Scaloni, ‘El Dibu’, Messi, ‘El Chiqui’ Tapia. Con todos y de todos los sectores del poder. Leo es un ser extraordinario, como persona, padre de familia, y yo lo conozco desde la Copa América de Venezuela en 2007. Y hablé con la señora de él (Antonela Roccuzzo) y le dije que su esposo era un ejemplo para el mundo.

¿Cómo comenzó esta historia con el bombo?
Tocaba el bombo con Rosario Central y después quise conocer al general Juan Domingo Perón. Le llevé mi bombo a él, que estaba exiliado en España, y él me regaló otro bombo, que es el que ustedes vieron ahora en este último Mundial y en la entrega del premio. Toda mi pasión la expreso con mi bombo y ahora tengo 13 mundiales con este que viví en Catar y siempre viajando por todo el mundo.

¿Cómo es la historia de cuando llegó a Colombia y estuvo viviendo varios días en Cali?

En el año 1970 o 1971 seguía a Rosario Central adonde iba y le tocó jugar la Copa Libertadores en Colombia. No tenía plata y vendía fotos del general Perón. Con eso junté la plata y me fui en avión. Después, en el partido en Bogotá, también vendí fotos y luego llegó el presidente de Central y me dijo que el embajador argentino tiró bronca porque estaba haciendo política, y ahí perdí, quedé varado. Tardé siete meses para regresar a Argentina a dedo. Trabajé para el circo norteamericano, después fui bajando y llegué a Cali. Allá había un rosarino que jugaba y paré en la casa de él. Yo iba con el bombo, tocaba para la hinchada en Cali, con camisetas rojas y en aquel tiempo había un tren pequeño. Así que tengo gratos recuerdos de Cali.

¿A cuáles de los mundiales donde estuvo le tiene más aprecio?
El primero, el de la mano de Diego, en México (1986). El segundo Mundial, el de los militares (Argentina 1978); estuve allí, pero sin el bombo, porque me habrían fusilado. En ese Mundial, el técnico era un rosarino, César Luis Menotti, y en este, ahora, con otros dos rosarinos, Messi y Scaloni.

¿Pudo conocer a Diego Armando? ¿Y quién fue mejor, Messi o Maradona?
Conocí al Diego, conocí a la familia, los padres, los hermanos, las hijas y conozco todo del más grande. Porque hubo dos grandes, en distintas etapas, el Diego y Messi.

¿Seguirá haciendo historia en el Mundial de Estados Unidos, Canadá y México 2026?
Si Dios quiere, sí. Tengo parientes en Estados Unidos, en Nueva Jersey, estuve en la Copa América del 2016.

AHORA EN Futbol Internacional