Curazao vivió una noche mágica que pasará a la historia tras su clasificación al Mundial del 2026

Después de la noche mágica que marcó un antes y un después para Curazao. Una isla de apenas 155.000 habitantes, más pequeña que muchos municipios de Colombia y del tamaño de unos cuantos lograron un hito para la historia de su fútbol local.

La Selección Nacional de Curazao, escribió la página más grande de su historia: Tras un empate decisivo frente a Jamaica clasificó por primera vez a la Copa Mundial de la FIFA 2026, convirtiéndose en el país más pequeño del planeta en lograrlo.

Un hito que trasciende más allá de lo deportivo

Tras la clasificación de Curazao a la Copa del Mundo que se llevará a cabo entre los meses de junio y julio en Estados Unidos, México y Canadá, esto unió a las comunidades locales y a la diáspora, y consolida la fuerza de “The Blue Wave”, el movimiento global de aficionados que impulsa a la selección con su orgullo, carisma y esa energía caribeña que los caracteriza que sin duda alguna los estará acompañando en su primera cita mundialista en 2026.

“Esto es más que fútbol. Esto es identidad, orgullo y conexión. Una vez más, Curaçao demuestra que un país pequeño puede lograr cosas enormes”. — comenta Muryad de Bruin, Managing Director del Curaçao Tourist Board.

Un equipo que de la diversidad y la disciplina lograron su objetivo

La selección de Curazao mostró un progreso sostenido en los últimos años. Bajo la dirección del experimentado técnico Dick Advocaat, junto con sus asistentes Cor Pot y Dean Gorré, el equipo ha fortalecido su estructura competitiva, combinando metodología europea con el talento y la pasión del fútbol caribeño.

Además de aprovechar que para esta edición de la Copa del Mundo se habilitaron tres plazas más debido a que Estados Unidos, México y Canadá ya se encontraban clasificados a la cita orbital debido a ser anfitriones de acuerdo con el reglamento FIFA.

En ese sentido, a partir de la idea del cuerpo técnico que ha desarrollo un proyecto deportivo sólido y respaldado por una generación de jugadores provenientes tanto de la isla como de comunidades curaçoenses en Países Bajos, Estados Unidos y Latinoamérica ha permitido que se complete el dichoso objetivo mundialista.

Entre los nombres más destacados se encuentran: Leandro Bacuna, Juninho Bacuna, Eloy Room, Rangelo Janga, entre otros.

Un objetivo mundialista que cuenta con más de diez años de estructura detrás cuando la isla empezó a modernizar su infraestructura, invertir en formación y apostar por un modelo deportivo serio.

Los resultados aparecieron en torneos como la Copa Oro, la Liga de Naciones y las eliminatorias recientes, donde el equipo dio salto tras salto hasta llegar al partido definitivo contra Jamaica. Este pequeño país se suma así al selecto grupo de naciones del Caribe que han llevado su talento al máximo escenario.