Brasil 2014, la última oportunidad para Didier Drogba con Costa de Marfil

Un empate 2-2 ante Bélgica a inicios de marzo fue una buena prueba con miras a su debut en el Grupo C ante Japón en Recife, el 14 de junio.

Por lo menos Costa de Marfil no cayó en el Grupo de la Muerte en esta ocasión, así que Didier Drogba tendrá su mejor oportunidad de por fin alcanzar la segunda ronda en la que será su Mundial de despedida. En teoría, Colombia, Grecia y Japón como oponentes son menos exigentes que los que la selección africana debió enfrentar en sus dos participaciones previas. En 2006, Costa de Marfil se enfrentó con Argentina y Holanda, perdiendo reñidamente ante ambos. Más complicada estuvo la misión de hace cuatro años en Sudáfrica cuando se topó con Brasil y Portugal. En esos mundiales, y a pesar de los mejores esfuerzos de Drogba, quien estaba en su pináculo como jugador, Costa de Marfil finalizó tercero en sus grupos. Ahora, el entrenador Sabri Lamouchi es consciente de las elevadas expectativas en un país apasionado por el fútbol, en el que cada derrota provoca desesperación y cada triunfo provee una euforia sin límites. "Creo que es un grupo complicado y bien balanceado, lo cual significa que está abierto para todos", dijo Lamouchi en una entrevista telefónica reciente con The Associated Press. "Grecia apenas ha perdido cinco partidos de los últimos 55 que ha disputado, eso significa que es un equipo muy duro que enfrentar, y Japón es uno de los mejores, sino el mejor de todo Asia. Han mejorado enormemente. Así que no es un grupo fácil y tendremos que comenzar bien". Lamouchi ya sabe cuál será la reacción en la capital marfileña, Abiyán, si su equipo avanza a la segunda fase. "La ambición de la gente africana es llegar tan lejos como sea posible, incluso intentar ganar la Copa del Mundo. No puedo impedirle a la gente que sueñe. Sería un gran logro avanzar de la fase de grupos y luego, obviamente, ya sería más duro jugar ante Italia, Uruguay o Inglaterra", añadió Lamouchi. "Si vamos sin ambición, entonces el viaje a Brasil no tiene sentido. Nuestra meta es alcanzar los que no fue posible tanto en 2006 como en 2010", dijo Lamouchi. "Necesitamos ser un poco más rigoristas, algo más disciplinados, estar enfocados y determinados". Leyendo entre líneas, esto tiende a mostrar el excesivo poder que tienen sus estrellas y el costo que ha tenido en las selecciones marfileñas en el pasado. La plantilla actual afronta su última oportunidad de demostrar que pueden responder a la presión, luego de la desilusión de perder las finales de la Copa Africana en 2006 y en 2012. Lamouchi deja muy claro que no se trata de hacerle favores a nadie. "No soy el técnico de Didier Drogba, soy el entrenador de Costa de Marfil. Él es un gran campeón y siempre lo será, pero esa no es la manera de ver las cosas. Estoy esperando lo mismo de él que de los demás, que usen todo su talento y experiencia, así como todas sus cualidades futbolísticas y humanas para ayudar a la selección a avanzar de la primera fase", sentenció.