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Boxeo: José Carmona seguirá dando la pelea

El boxeador costeño, en compañía de sus familiares y sus pocos amigos, enfrenta el peor combate de su vida y vive en carne propia la indiferencia de todo un país.

20 de abril de 2014 Por: Leonard Gutiérrez Bueno - Redacción de El País

El boxeador costeño, en compañía de sus familiares y sus pocos amigos, enfrenta el peor combate de su vida y vive en carne propia la indiferencia de todo un país.

Una sonda atraviesa su estómago, la misma que lo mantiene con vida, mientras que en una cama están postrados los sueños que hace algunos meses tenía uno de los tantos boxeadores que anhelaba mejorar su vida y futuro buscando algunos golpes de gracia. El 16 de noviembre de 2013 los golpes de suerte fueron para el pegador mexicano Jorge el ‘Travieso’ Arce, quien más que unos puñetazos con suerte, terminó dando los de la desgracia. Ese día, el ‘manito’ hizo la peor de sus travesuras, cruzó esa delgada línea en la que siempre se mueven los hombres que escogieron los puños y las cuerdas como un estilo de vida, ‘gallos de pelea’ alentados por la pobreza en un deporte que irónicamente es una de las disciplinas que más dinero mueve en el mundo por concepto de marketing y entradas.Durante 43 días estuvo el costeño en el hospital La Loma, en San Luis Potosí, México, después de estar en un coma inducido y pasar por dos operaciones cerebrales que los galenos hicieron de urgencia en su momento para mejorar su condición de salud. Carmona, quien debía ser trasladado a Colombia en un avión ambulancia, tuvo que pasar cerca de doce horas en un vuelo comercial desde territorio mexicano por falta de recursos que nunca llegaron del gobierno y la falta de dolientes en el boxeo. Era el octavo round de aquella noche, Carmona fue a las cuerdas y recibió el castigo travieso de Arce, quien más que un boxeador parecía una ‘ametralladora’ humana que propinó una seguidilla de golpes fatales. Cada uno, sin que nadie lo supiera, ni siquiera el mismo púgil mexicano, estaba acabando con el combate y deteniendo en el tiempo la vida y los sueños de Carmona. Tuvieron que pasar apenas unos segundos para que José cayera derribado en una de las esquinas del ring, sentado, con las piernas extendidas, los brazos caídos, y una mirada perdida que daba terror. En ese preciso instante comenzó la verdadera pelea de José Carmona, la peor de su vida; este rival no tiene guantes, todo lo contrario, es la frialdad de una cama de hospital, con la persistencia de su cerebro por funcionar, y la indiferencia de este desagradecido mundo del boxeo y parte de la dirigencia colombiana que ya no lo recuerda.“Aunque él está mejor, la atención que le están dando en este momento en la clínica no es óptima, tiene prácticamente las tripas afuera, con la sonda que le tienen puesta y le están dando la atención de un paciente normal. Eso no debe ser así”, asegura la esposa del pugilista del peso pluma a El País, con voz de preocupación por la situación actual que vive su esposo, quien le prometió, antes de partir a territorio mexicano, que lucharía para darles lo mejor a ella y sus hijos.Nohelis tiene claro que a José Carmona lo han olvidado y no han querido ayudarlo a salir de la situación en la que se encuentra.“Nosotros nos sentimos abandonados porque no nos han ayudado, mis hijos en este momento también se encuentran enfermos por la mala situación que tenemos. Por eso para nosotros es muy complicado comprarle los pañales que José tiene que utilizar. Yo pido la colaboración de todos, lo necesitamos, que aparezcan Coldeportes y el Presidente, porque él ayuda a todo el mundo, pero a nosotros no ha querido”, explica Nohelis con dolor de esposa, de madre, pues en su momento envió una carta a Juan Manuel Santos para que ayudara al traslado del boxeador desde San Luis Potosí, México, a territorio nacional, pero fue ignorada hasta el día de hoy.Yeidis, de 6 años; Yáider, de 4, y Yudanis, de 2, son los tres hijos de Carmona, quienes poco o nada entienden en este momento. ¿Por qué su padre, el mismo que se despidió con una gran sonrisa y feliz en medio de tantas necesidades, hoy no puede ni siquiera hablarles y únicamente puede decirles que los ama apretando sus manos o haciendo un leve movimiento de sus ojos? Ellos viven su propia tragedia, la de perder a un padre en vida, sin contar tantas promesas que de momento fueron noqueadas por los guantes.“Me hace señas y miradas, así me habla, esa es mi comunicación con él a diario y con quienes estamos pendientes. Por eso no quiero que nos dejen de ayudar, creo que va por buen camino y puede dar mucho más”, asegura su esposa. Hace pocos días, Jorge el ‘Travieso’ Arce, llegó a Cartagena con el firme propósito de encontrarse con el hombre que con 24 años se midió valientemente a sus puños llenos de experiencia. Arce llegó hasta la clínica Nuestra Señora del Rosario, en Santa Lucía. Una vez vio la situación en la que se encuentra el colombiano no pudo evitar el llanto y su corazón de luchador se fragmentó en la habitación de Carmona.“No vine antes porque no había podido y no quería venir con manos vacías”, aseguró el mexicano, quien de un pequeño maletín sacó la suma de 10.000 dólares (20 millones de pesos) para ayudar a José Carmona y su familia a cumplir el sueño de su casa.El pegador nacional, de forma sorpresiva, de un momento a otro, recuperó su actividad ante el rival que lo mandó a la cama, pero no fue para pelear. Esta vez, una y otra vez, Carmona besó persistentemente la mano del ‘Travieso’, mientras este se desplomaba al pie de la cama.“Estas son las cosas que no se entienden de la vida, no sé por qué le pasó eso, esa noche fue un gran rival, es un gran boxeador”, aseguró Arce, quien desde el territorio mexicano ha estado al tanto de la evolución del deportista nacional.“Parece mentira, pero la única persona que nos ha dado una gran ayuda fue precisamente el boxeador que peleó con él. Nos dio un dinero para poder conseguir nuestra casa, pero nos hacen falta muchas cosas. Muchos de sus sueños y de nuestra familia se quedaron en el camino, queríamos tener una mejor vida, darle lo mejor a nuestros hijos, y él estaba convencido que lo podía hacer logrando un título mundial”, asegura Nohelis, quien no quiso dejar de hablar sin mandar un mensaje a Colombia.“No se olviden de nosotros, no nos abandonen porque estamos pasando por muchas necesidades y nuestros hijos no están bien. Quiero que se pongan la mano en el corazón por un deportista colombiano que llevaba la bandera con orgullo”, explica la esposa de Carmona antes de que el llanto y la voz le impidan seguir hablando.Ayuda a Carmona Los familiares y amigos del boxeador José Carmona han habilitado una cuenta en Bancolombia para quienes quieran colaborarle. 78720295392 es el número en el que pueden ayudar.

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