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‘Drive my car’ se postula como la favorita para llevarse la estatuilla a Mejor Película Internacional en los premios Óscar, el próximo 27 de marzo. Son altas las expectativas para un largometraje basado en un cuento de Haruki Murakami. | Foto: Foto: Especial para Gaceta

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La soledad como destino, una reseña de la película japonesa 'Drive my car'

‘Drive my car’ se postula como la favorita para llevarse la estatuilla a Mejor Película Internacional en los Óscar. Altas expectativas para un largometraje basado en un cuento de Haruki Murakami.

28 de febrero de 2022 Por: &nbsp;Susana&nbsp;Serrano Arango, especial para Gaceta<br>&nbsp;

'Drive my car', la apuesta japonesa del director Ryūsuke Hamaguchi por el Óscar a Mejor Película Internacional, ha sorprendido a la crítica extranjera, con sus profundos análisis sobre la soledad y el duelo, en medio de una lenta narrativa que, pese a sus tres horas de duración, logra mantener la atención del público al conectarlos, constantemente, con las emociones de sus sólidos personajes.

Ganadora en Cannes a Mejor Guion y en los Globos de Oro a Mejor Película de habla no Inglesa, ‘Drive my car’ narra el drama personal de Yusuke Kafuku, un actor y director de teatro quien, pese a no estar del todo recuperado emocionalmente de una pérdida personal, acepta montar la obra ‘Tío Vania’, del autor ruso Antón Chejóv, en un festival de Hiroshima. Allí conoce a Misaki, una joven reservada que le han asignado como su chófer y quien, al igual que él, lleva en sus hombros una tristeza que se irá descubriendo a lo largo de la creciente sinceridad, que paulatinamente empieza a surgir en sus conversaciones dentro del carro.

La película basa su historia en un texto del escritor Haruki Murakami, perteneciente a su colección de cuentos de 2014: ‘Hombres sin mujeres’. Quienes hayan tenido la oportunidad de leer con anterioridad a este autor japonés, no verán con extrañeza a la soledad como el centro de la trama narrativa y con seguridad a lo largo de la película ‘Drive my car’ encontrarán varias veces el rastro de Murakami.

A mí personalmente me sorprendió la similitud en las sensaciones que me dejaba el film, haciéndome sentir inmersa en una de las historias de Murakami, especialmente por la sinceridad y dureza de los diálogos, que buscaban retratar con descaro y paciencia las emociones más profundas de los personajes.

Ese es el mayor de los atributos de este largometraje, sus diálogos. Principalmente por el análisis que genera sobre las condiciones humanas de la soledad, el dolor, la culpa y el amor, dejando un eco en la cabeza con diálogos como “Si realmente quieres asomarte dentro de alguien, entonces tu única opción es mirar profundamente dentro de ti mismo”.

Pero también se destaca el ambiente que genera el director alrededor de estas conversaciones, logrando que el espectador se sienta parte de la escena, en algunos puntos dentro de la pantalla, como si genuinamente los actores le estuvieran hablando a uno directamente. Esto también ocurre por la secuencia con la que la historia nos va acercando a las profundidades de los personajes, haciendo que conectemos emocionalmente con ellos y tengamos alguna idea de las sensaciones que estarán sintiendo en las conversaciones con otros, aunque no le veamos constantemente el rostro en el contraplano de un diálogo.

Otro gran mérito que tiene esta película es la creación de sus personajes. Es muy hermoso el ‘baile’ que muestran entre los dos protagonistas, Misaki y Yusuke, quienes pese a ser unas personas más bien reservadas, con mucha sutileza van abriendo sus acorazados corazones el uno frente al otro —y por ende frente al espectador—, para finalizar su encuentro en una hermosa catarsis emocional, que les permite encontrar un cierre esperanzador, una luz al final del túnel, en medio de las difíciles situaciones por las que cada uno ha atravesado.

En contraparte a ellos dos está Koji, un joven actor que está cumpliendo su deseo de trabajar con Yusuke, y que a través de su historia y su actuación nos muestra el otro lado de la moneda humana, el de las personas que no lograron encontrar la salida del hoyo, el Virgilio para atravesar el infierno y alcanzar el tan anhelado y alejado paraíso.

Y por desgracia Yusuke de alguna forma termina viéndose reflejado en ese otro personaje —al igual que ocurre en las historias de Murakami— y, pese a saber los horrores que ha cometido y reconocer el dolor que le ha hecho padecer, siente el deseo de salvarlo, como si en el proceso se salvara a sí mismo.

Esto al final hace de ‘Drive my car’ una obra que también nos invita a reconsiderar la importancia del afecto y del otro en la vida propia. Aunque el amor pueda traer sufrimiento, como lo vemos en el film, la verdad es que no podemos estar sin los demás, mucho menos intentar sortear, sin compañía, lo que traiga el destino.

Desde la parte técnica cabe resaltar la calidad de la fotografía, las composiciones que crean con los diferentes paisajes de Japón que nos presentan. Pero sobre todo, considero importante destacar el gran uso que hace la película del silencio, primero con la inclusión de una actriz muda, quien nos recuerda que para transmitir sentimientos no es necesario pronunciar palabra. Segundo, con la última secuencia del film, ese largo viaje que hacen nuestros personajes y que los llevan por paisajes nevados y silenciosos del campo, donde finalmente, ante la quietud de la naturaleza en calma, se deciden a hablar por primera vez con libertad.

En general, la película posee en su interior una gran belleza narrativa, pero, como habíamos mencionado arriba, se trata de un largometraje de un lento ritmo narrativo y eso, sumado a los reflexivos monólogos o los silencios abrumadores, puede generar que el film se torne un poco pesado para quienes no estén acostumbrados a este tipo de largometrajes.

Sin embargo, invitaría a que le den una oportunidad a ‘Drive my car’ y determinen, ustedes mismos, si a la película “no le sobra ni un solo minuto” o si por el contrario “le podrían haber quitado perfectamente una hora y diría lo mismo”, parafraseando lo que han mencionado algunos críticos sobre el film.

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