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“Gran parte de lo que uno escribe no es racional ni está planeado de antemano. Surge, simplemente. Escribir un libro es como crear un juego con unas reglas y si las reglas son fuertes se imponen a ti mismo”. Javier Cercas, novelista | Foto: Foto: Efe / El País

El misterio de Terra Alta, la nueva novela de Javier Cercas

Reseña. La más reciente novela del autor español Javier Cercas, retoma el género policial y establece un paralelo con Los Miserables de Victor Hugo.

21 de febrero de 2020 Por: Pablo Concha, especial para Gaceta

Terra Alta de Javier Cercas es la más reciente obra galardonada con el Premio Planeta (entregado durante una ceremonia de gala en el Museo Nacional de Arte de Cataluña el 15 de octubre del año pasado) y la décima novela de su autor. Terra Alta se inscribe en el género de la novela negra o policial, terreno que Cercas había explorado de manera tangencial en otros libros, nunca entrando de lleno en el campo.

El escritor español es conocido por obras como Soldados de Salamina (2001), La velocidad de la luz (2005) y Anatomía de un instante (2009), por nombrar algunos. La historia que narra Terra Alta es la siguiente: en la apacible y aburrida comarca de la Terra Alta, ubicada en Cataluña, en la provincia de Tarragona, se comete el brutal asesinato de una pareja de ancianos acaudalados y dueños de la empresa más próspera de la comarca. El crimen tiene posibles tintes ritualistas y nadie nunca había presenciado nada semejante.

El joven investigador Melchor Marín debe encargarse, junto a un equipo de profesionales, de resolver este horrible caso. Desde su punto de vista es narrada esta novela, en la que este se desarrolla como un personaje con un pasado oscuro y a quien le gusta leer novelas del siglo XIX en su tiempo libre, considerando Los Miserables como su libro favorito.

La narrativa va saltando en el tiempo, entre el transcurso de la investigación en la Terra Alta y el pasado de Melchor, desde que era un niño hasta el momento de hacerse policía. Javier Cercas hace un paralelismo con Los Miserables (en la novela hay muchos fragmentos de esta obra de Víctor Hugo y, de hecho, es discutida en algún punto por los personajes), ya que Melchor prácticamente enderezó su vida y se hizo policía porque quería ser (o pensaba que podía llegar a ser) como Javert, personaje que en la novela del autor francés es un inspector de policía fanático obsesionado con encontrar al prófugo Jean Valjean, el protagonista del libro.

Cualquier novela que obtenga el premio Planeta (considerado uno de los más prestigiosos y con mayor cuantía en las letras hispanas), sin importar la nacionalidad de su autor, corre el riesgo de ser considerada genial o de una calidad impecable (lo cual es de esperarse) y, hay que decirlo, Terra Alta no es perfecta. La novela va a ser juzgada más duramente de lo usual por el estigma de haber ganado este importante galardón literario; es inevitable. Cuando se ingresa una condecoración tan prestigiosa en la ecuación, las expectativas suben considerablemente y, a veces, eso resulta no ser tan bueno. Como novela negra o policial, Terra Alta no sorprende demasiado, carece de la intriga y el suspenso trepidante de otras obras del género y a las revelaciones, cuando llegan, les falta fuerza y son anticlimáticas (incluso es bastante probable que los lectores avezados puedan intuir el desenlace, o buena parte de él).

Es posible que la estructura no lineal no ayude en este caso, ya que en lugar de aumentar la tensión (uno de los elementos clave en una novela de este tipo), la diluye, y aunque el libro nos brinda un conocimiento completo de la psique y las motivaciones de Melchor, no es suficiente para mantener anclado al lector leyendo sin parar (de nuevo, como debería lograr hacer una buena novela negra). Asimismo, se debe tener presente que para el autor, más que crear una obra de intriga en la línea de Agatha Christie o de exponentes más modernos como Dennis Lehane, Stieg Larsson o Gillian Flynn, quizá lo que pretendía era contar una historia que pudiera hacer, como Los Miserables de Victor Hugo, un razonamiento sobre el bien y el mal, sobre la ley, la ética, la justicia y la religión en la España de la segunda década del siglo XXI. Analizada de esta forma, la novela tiene otra dimensión que, aunque es interesante de indagar, no logra profundizar de manera tan satisfactoria. A veces queda la impresión de que son muchos los temas que quisiera tratar (la declaración de independencia de Cataluña, los atentados terroristas en Barcelona y Cambrils en agosto de 2017 perpetrados por islamistas, el poder transformador de la literatura, etc.) y, simplemente, es demasiado. Excesivo para caber y poder explicarse de forma plena en las páginas de esta novela.

Otra opción es que el autor quisiera vendernos una versión moderna de Los Miserables (menos ambiciosa en cuanto a estructura y alcance) disfrazada de novela negra para una mejor digestión de los lectores y comercialización por parte de la editorial. Como se mencionó anteriormente, los paralelismos e influencia de la obra de Víctor Hugo son evidentes y Cercas en ningún momento lo oculta sino que, al contrario, lo señala constantemente en el texto. Los que la lean deberán juzgarla (y si han leído Los Miserables antes, mucho mejor).

Entre los muchos temas que trata la novela, uno que subyace y que tiene una importancia vital es el odio, la manera en que este puede moldear una vida y el peligro de permitir que un sentimiento así gobierne la vida y accionar propios. Como le dice un personaje a Melchor en un fragmento del pasado: “Pero las heridas de verdad son las otras. Las que nadie ve. Las que la gente lleva en secreto. Ésas son las que lo explican todo”. Es posible que esas palabras ayuden a dilucidar el misterio de Terra Alta; es algo que queda en manos de los lectores decidir.

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