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La escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie asiste a una charla del XIV Hay Festival en el barrio Nelson Mandela, en Cartagena. | Foto: Agencia EFE

LITERATURA

Chimamanda Ngozi puso al feminismo en la agenda del Hay Festival, en Cartagena

Conozca algunas reflexiones de la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi durante el Hay Festival, en Cartagena. La autora de ‘Todos deberíamos ser feministas’ habló de la mujer en la cotidianidad y frente a la sociedad y el arte.

3 de febrero de 2019 Por: Paola Guevara / Editora de Vé

La escritora nigeriana junto a 30 escritoras afrodescendientes de diferentes regiones de Colombia acompañó ayer, durante el Hay Festival, el lanzamiento de la iniciativa del Ministerio de Cultura ‘Mujeres afro narran su territorio’.

El programa, que fue presentado por Carmen Vásquez Camacho, ministra de Cultura del país, busca fortalecer la participación de las mujeres afrocolombianas, raizales y palenqueras “en espacios que permitan visibilizar sus creaciones narrativas, tanto orales como escritas, que dan cuenta de sus territorios”.

Chimamanda compartió, junto a la periodista Mábel Lara y la socióloga Aurora Vergara, su perspectiva del programa presentado, de su trabajo literario y de cómo la literatura sirve de puente para explorar temas de género, raciales y de diáspora.

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La autora de ‘Todos deberíamos ser feministas’, ‘La flor púrpura’, ‘Medio sol amarillo’ y ‘Americanah’, participó el sábado en la charla inaugural ‘Gabriel García Márquez’ sobre la cercanía entre el trabajo periodístico y el literario, tomando como punto de partida las reflexiones de Gabo. Aquí, los pensamientos de esta escritora, en rueda de prensa con los periodistas.

Sobre los Medios de comunicación: 

"No es que las mujeres no quieran estar más representadas en los medios. Es que están excluidas. Esto nos lleva a las estructuras: ¿Quién contrata a quién? Sufrimos de una concepción por la cual la autoridad viene de un hombre, mientras la mujer con poder es duramente criticada. Por lo general, las altas posiciones en los medios de comunicación les están vedadas a las mujeres. Si una mujer tiene ambición es juzgada con dureza".

Sobre educar a los varones:

"Cuando educamos a los varones, influimos. Un niño debe hacer su cama. Por medio de la educación podemos transmitir que amor no es estar dedicadas al cuidado del hombre".

Sobre el feminismo 'feliz'.

“¿Que si todavía me considero una feminista feliz? Dije eso como parte de broma. Me decían ‘No puedes ser feminista porque ellas están enojadas todo el tiempo y no consiguen marido’. Me decían ‘Una mujer intelectual no puede andar de tacones’ o ‘No puedes tener carrera con hijos’. ¡Basta! Quiero ser la que define lo que es el feminismo. Quiero poder definir lo que yo soy”.

Sobre el hogar y las labores domésticas:

"Hay una epidemia de culpa, por no querer hacer cosas en el hogar. Ustedes no son las madres de sus esposos. Manden a sus esposos a buscar a sus madres. Es el momento de cambiar el enfoque: ahora tenemos mujeres con carrera y, además, con el trabajo doméstico, sin apoyo, y todo porque el feminismo no ha sido explicado como debiera. El feminismo dice que las mujeres deben tener opciones. Feminismo es posibilidad de elegir".


Cómo escribir sin tiempo:

"Las actividades del hogar son las que alejan de la escritura y esto puede ser un obstáculo. En mi caso mi esposo es un aliado igualitario y no soy la esclava de la casa. Él apoya las tareas del hogar".

Sobre las mujeres en la vida industrial:

"Las mujeres debemos publicar libros, pero también estar detrás de escena tomando decisiones en la industria editorial y en los medios. Las mujeres deben ser editoras. No porque sean especiales. Sino porque son humanas. La mujer es la mitad de la humanidad y debe gozar de una representación justa".

Sobre la imperfección:

"Como ícono te miran como una figura perfecta, pero yo quiero ser imperfecta. La perfección mata el arte, y el arte es lo más importante para mí".

Sobre su técnica de escritura:

"No soy consciente de mi técnica. A veces me siento a escribir y fluyen muchas cosas. Otras veces escribo poco y entonces leo mucha poesía. Pero cada libro es el resultado de un proceso diferente. Cuando escribí ‘La flor púrpura’ tenía frío en Estados Unidos y quería recordar las cosas que extrañaba de mi país. Cuando escribí ‘Americanah’ quería divertirme y reírme. Los cuentos responden a otras motivaciones, pero lo que hago es mirar el mundo".

Sobre haberse convertido en un ícono del feminismo:

"Ser un ícono no lo definí yo. Me considero una narradora y una artista, el debate y el intercambio de ideas me gusta y considero que la escritura se ha vuelto una plataforma para decir cosas. Soy sensible a los asuntos
de género y raza. Mi objetivo es que la gente deje de juzgar por apariencias y nos permitamos ser individuos".


Sobre el juicio contra las mujeres:

"Es importante cómo pensamos sobre las mujeres y el talento. Podemos cambiar las cosas. Excusamos a los hombres talentosos si son malos con su familia; los excusamos por decir y hacer cosas locas. Pero la mujer será juzgada de forma muy dura si hace lo mismo. Qué tal no juzgar a la mujer y darle espacio para crear. Sería útil que las personas talentosas, hombres, mujeres, sean juzgadas igual. Así la mujer tendrá más espacio para escribir. La habilidad para cocinar no viene preinstalada en la vagina".

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