Combustible limpio en el transporte masivo

El sector transporte contribuye hoy en el mundo con cerca del 20% de las emisiones de carbono negro (hollín) que se lanzan a la atmósfera, de las cuales el 95% provienen de la combustión de diésel.

Las flotas de buses públicos urbanos, aunque son un medio de transporte asequible y ampliamente utilizado, están constituidas principalmente por vehículos con motores diésel. Por eso, muchos gobiernos han optado por prohibir en años venideros el uso de este combustible.

En Francia, por ejemplo, se prohibieron los vehículos a diésel y gasolina a partir del 2040, mientras Noruega adoptó igual política. En Italia, España y París acordaron similar medida desde el año 2030.

Se trata de decisiones determinantes de muchos países para promover tecnologías más limpias en la movilidad urbana.

En América Latina, ciudades como México D.F., Santiago, Buenos Aires, Fortaleza (Brasil), vienen renovando su parque de buses públicos para pasarlos a gas vehicular como alternativa ecológica. Igual han hecho Madrid, Salamanca y Roma, y países como Tailandia, República Checa, China y Argentina, entre otros.

En Colombia ya son varias las empresas de los sistemas de transporte masivo que le han apostado al gas natural vehicular para contribuir a una mejor calidad del aire y a reducir las emisiones de ruido en las ciudades.

Aunque esa tarea apenas está comenzando, existen experiencias exitosas como las de Transcaribe, Tupal (en Palmira, Valle) y Metroplús en Medellín. Cali le apostará con los primeros 21 buses a gas en el MÍO.

Se estima que alrededor de unos 1500 buses de esos sistemas (padrones, alimentadores y otros), rodarán con ese tipo de combustible limpio en el país.

“La experiencia ha sido buena, aunque hubo mucho desconfianza sobre cómo iba a reaccionar el gas en materia de costos y rendimientos, ya que Cartagena tiene todo el año temperaturas que superan los 30 grados a la sombra y un 80% de humedad”, recuerda Humberto Ripoll, gerente de TransCaribe.

Por su parte, Diego Alfonso Vivas, director de Proyectos de Tupal S.A, señala que el gas natural le ha dado la mano a la empresa, ya que los costos operacionales se han reducido en un 30%.

Planeación Nacional estableció que si se usa el gas natural en los sistemas de transporte masivo y colectivo en 15 ciudades del país, y algunas rutas intermunicipales de carga, se generarían ahorros de $13,5 billones hasta el año 2035. Ese es el reto a asumir en los próximos años.

Como resultado de los procesos de selección para la provisión, operación y mantenimiento de la flota que renovará los vehículos de las actuales concesiones de fases I y II del Sistema TransMilenio, desde julio de 2019 ingresarán progresivamente a la operación del sistema nuevos buses que funcionan con gas natural vehicular, GNV, estándar Euro VI (741 vehículos).

La totalidad de estos buses estará en operación en el mes de junio de 2020, de acuerdo con los compromisos contractuales pactados.

Con la llegada de 179 articulados y 562 biarticulados a gas natural se espera mejorar las condiciones ambientales de Bogotá.

Se calcula que las emisiones de material particulado se reducirían en 7,2 toneladas al año. Además de los beneficios ambientales, TransMilenio estima aumentar la capacidad a 140.000 pasajeros.

Para el alcalde Enrique Peñalosa: “Bogotá ya tomó la decisión de avanzar como las grandes ciudades del mundo abriéndole cada vez más espacio a las tecnologías limpias. El 40% de la nueva flota de TransMilenio es a gas”.

De esta manera, Bogotá ratifica el uso de buses 100% a gas natural, pues no contarán con vehículos eléctricos.

La pauta para determinar cómo operarán los buses dedicados a gas natural de Transmilenio la dio el biarticulado de la marca Scania que funciona desde hace un año en el sistema de transporte masivo de los bogotanos. Así lo evidencia el informe realizado por la firma Idae Ingeniería SAS.