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Miguel Varoni | Foto: El País

COVID-19

Miguel Varoni se confiesa y habla sobre su nueva vida después del quirófano y el covid

Miguel Varoni vino a rejuvenecerse al país, luego del Covid. Dice que canales de Colombia deben producir más historias y garantizarle una vida digna a los actores.

20 de febrero de 2022 Por: Isabel Peláez R., reportera de El País

Miguel Varoni ha cambiado de piel muchas veces, como galán, como villano, como el mismísimo Pedro Coral Tavera, El Escamoso, el de El Pirulino, que lo catapultó a la fama, pero después de contraer el Covid-19, perdió tanto peso que al verse al espejo desconoció al tipo que veía en este. Así que viajó desde Miami con su esposa, la también actriz Catherine Siachoque, a Colombia, para ponerse en las manos del cirujano plástico Alan González, quien le practicó un rejuvenecimiento facial y corporal, que llevó al actor colombo-argentino a reconocerse de nuevo.

El hoy vicepresidente de producción y director creativo de Telemundo Global Estudios, confesó que la pandemia lo retó también a nivel profesional.

¿Qué sintió al verse al espejo, después de estos procedimientos?


Me siento contento de haberme hecho esta intervención que cierra un proceso de vida donde me siento completo. Estoy feliz de que haya estado a cargo de Alan González, para mí el mejor cirujano, hizo un trabajo impecable, el resultado es perfecto.

¿Cómo afectó la pandemia su percepción de la vida?

Es muy extraño todo lo que sucedió. Tengo la suerte de estar casado con una mujer divina, brillante, inteligente, que me da mucho amor y mucho humor. Y estar encerrados mucho tiempo juntos no fue ningún sacrificio. No somos de salir mucho, sino de estar en casa, tranquilos, juntos siempre, la pandemia nos obligó a estarlo más y estuvo sabroso.

¿Cómo retó el Covid al productor?

En Telemundo no paramos. Yo era el productor ejecutivo de ‘100 días para enamorarse’ cuando llegó la pandemia en marzo, estábamos a cinco semanas de terminar de grabar, nos tocó cortar y devolver a los actores a sus casas, a México, a Miami, y desde que nos encerramos hasta julio 6, nos reuníamos cada semana para planear cómo hacer para retomar y terminar la historia.

Marcos Santana, que era el presidente de Telemundo Global Studios, cortó la serie en dos partes, la primera salió del capítulo 1 al 56. Armamos el protocolo para volver, trajimos a los actores, les hicimos test desde el 1 de julio del 2020, para empezar a grabar el 6 de julio. La pandemia estaba con todo, se nos cayeron actores, debimos hacer cromas y cantidad de cosas para contar la historia. Cuando se enfermaba uno, los que habían tenido relación con él, debían irse a cuarentena. Teníamos pensado terminarla en tres semanas y se nos fueron cuatro más, después de editarla y ajustarla.

Y dirigió ‘La suerte de Loli’, en plena pandemia, ¿cómo le fue en esa experiencia?


Apenas terminamos ‘100 días para enamorarnos’, me embarqué en la dirección general de ‘La suerte de Loli’, con Karen Barroeta, ya como vicepresidente de producción, hizo esta última producción ejecutiva y yo como director general hasta enero del 2021 que me fui para México a hacer ‘Malverde, el santo patrón’, en pandemia. De ahí volé a Miami a ser el productor ejecutivo de ‘La mujer de mi vida’ y nos atacó el Ómicron, nos dio duro del 15 de diciembre hasta el 15 de enero, pero con todo y eso lo terminamos, fue la cuarta novela que hice en pandemia. No paré. Trabajé mucho, me volví un experto de dirección y trabajo en pandemia.

¿Qué lo reta más como actor, hacer a un villano o a un tipo noble?

El tipo noble que peca o raya con lo ingenuo es dificilísimo de hacer. Un villano tendrá siempre más herramientas para desarrollarlo, pero esos personajes lindos, nobles, dulces, blancos, son muy jodidos de hacer. Por eso cuando critican al galán de novela yo digo “no saben lo que dicen”.

¿Cómo hace para que cada villano suyo sea distinto al otro?

Me guío mucho por el libreto. A los actores nos pagan por interpretar, no por escribir, ni por dirigir. Cuando dirijo, me pagan por dirigir, no por producir y cuando hago producción ejecutiva me pagan por producir, no por dirigir ni por actuar. Hay que respetar el libreto y no pelear con este, juzgándolo “es que mi personaje no haría esto”, es que no es tuyo sino del libretista, tú eres un intérprete, a medida que lo haces se vuelve tuyo, pero no te quedes en la zona de confort, pregúntale al escritor, “cómo te soñaste esta vaina cuando la escribiste”, y busca un coach, porque actuar es como boxear, necesita entrenamiento, irse a un ring, practicar.

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¿Qué le agradece a ‘Pedro, El Escamoso’?

Todo, todo, todo. A ese tipo yo lo amo, imagínate, me abrió las puertas. Gracias a él estoy en Telemundo, llevo 20 años trabajando en una empresa que me ha dado un crecimiento único y he realizado mis sueños. Gracias a ‘Pedro, El Escamoso’, que la compró Telemundo y la transmitió, me volví atractivo para ellos. Empecé como actor exclusivo, luego como director creativo y ahora soy vicepresidente de producción y director creativo de Telemundo Globlal Estudios. Estoy absolutamente agradecido, Pedro dijo “aquí estoy” y mi vida cambió.

Ha vivido rodeado de mujeres, su madre, la actriz Teresa Gutiérrez, sus hermanas, sus sobrinas, su esposa, ¿qué piensa del liderazgo femenino?


Me encanta, incluso tengo una jefa, Karen Barroeta, y me siento feliz de reportarle. Es una mujer maravillosa, muy inteligente, conoce muy bien el negocio, es respetuosa, escucha. Soy feminista, me encantan las mujeres, mi madre quedó viuda muy pronto y me crió sola con una nana que le decíamos ‘Gotica’, siempre rodeado de ellas, ahora de mi esposa y mi suegra.

¿Cómo ha sido ver a Catherine en las escenas de ‘Oscuro deseo’?


Maravillosa. Ella siempre cruzando la línea como actriz, dando lo mejor de sí para sus personajes, cada vez que la veo en escena y ahora que la vi en ‘Oscuro deseo’ quedé más enamorado porque en el amor también está en la admiración. Fue raro, ella no me hablaba de su papel; yo estaba grabando ‘Malverde’ y ella ‘Oscuro deseo’, nos levantábamos y nos despedíamos y en la noche nos encontrábamos. Siempre dejamos el trabajo afuera. Nunca imaginé lo que estaba haciendo y ahora que la vi... Pues nada, la amo, excelente actriz.

¿Qué significa ese “¡Uy!” que le comentó en una foto en el Instagram de Catherine en la que está con Alejandro Speitzer, del que ella dice: “Es peor de guapo en persona”?


“¡Uy!”, es un amor de muchacho, Alejandro, ese pelado es divino, muy pilo, entregado al tema, lo que hizo en ‘Oscuro deseo’ lo catapultó a un lugar maravilloso y espero que le vaya muy bien y lo aproveche.

¿Cuál ha sido su secreto para conquistar a Catherine?


Creo que el humor, a los que no somos guapos nos toca utilizar muchas técnicas diferentes.

¿Qué le diría a quienes piensan que debió operarse la nariz?

Que me la opero en unos 20 años. No, yo creo que mejor me muero con mi nariz. Si llego a tener la nariz respingada la gente se va a cagar de la risa, comedia absoluta.

¿Le hacían bullying en el colegio?

En el colegio siempre, claro, claro. Me decían tiburón con aleta, Pinocho, narizón, todo, todo.

¿Se deprimía por las burlas?

No, los hijos de actores tenemos gran sentido del humor, me jodían, pero uno se relaja y se divierte.

¿Cree en Dios?


Totalmente y en la Virgen de Guadalupe.

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Miguel Américo Belloto Gutiérrez, hijo menor de la gran actriz colombiana Teresa Gutiérrez (fallecida en el año 2010), nació en Buenos Aires el 11 de diciembre de 1964 y quedó huérfano de padre a los cuatro meses de edad, cuando Américo Belloto Varoni, Don Américo, compositor, violinista y director de orquesta argentino, murió en un accidente de tránsito. De él, Varoni no solo tomó su apellido para su nombre artístico, además heredó el oído. “Me gusta mucho la percusión, toco bongó, me fascina cantar, la salsa, soy muy musical y eso tiene que ver con mi padre”. La actuación le vino por obra y gracia de su madre actriz, quien al enviudar se marchó de Argentina y regresó a Colombia donde Varoni debutó como actor a sus 12 años en la telenovela ‘Las señoritas Gutiérrez’.

Recuerda la actriz María Margarita Giraldo Gutiérrez, hermana de Miguel, reconocida por novelas como ‘Pasión de Gavilanes’ y ‘Vecinos’, que él “acompañaba a mamá desde niño, empezó su carrera y se fue a España a estudiar dirección”. Doña Teresa se negó en un principio a que su hija se inclinara por su profesión, “con Miguel fue más sencillo, le abrí el camino”.

Vicky, la mascota que tenían Miguel y Catherine se murió hace un año, él estaba en México. Ahora está Yago, otro pastor alemán.

Varoni actuó en Colombia en telenovelas como ‘Los cuervos’, ‘La potra zaina’, ‘El ángel de piedra’, ‘Las Juanas’ y con Telemundo en ‘Te voy a enseñar a querer’, ‘Seguro y urgente’, ‘Más sabe el Diablo’, ‘Ojo por ojo’, ‘La casa de al lado’. Fue en el set de ‘Las Juanas’ donde se enamoraron él y la actriz Catherine Siachoque, en Sincelejo, Sucre. Él había estado casado antes con la actriz Patricia Ércole y tuvo un affaire con Aura Cristina Geithner en el set, pero cuando vio a Catherine pensó que con ella iba a vivir para siempre y ya llevan 25 años juntos. Lo estaban cuando protagonizó con Sandra Reyes ‘Pedro, El Escamoso’, que se estrenó el 19 de abril del 2001 y terminó el 21 de febrero del 2003, dirigida por Juan Carlos Villamizar y escrita por Dago García en compañía de Luis Felipe Salamanca.

Su mamá trabajó con él en la exitosa producción, como la mamá de Pastor Gaitán, jefe de personal en Freydell, “le encantó El Escamoso. Mi mamá amaba profundamente a Miguel, lo apoyaba en todo y veía su talento y su entrega”,dice Margarita, quien ha sido dirigida por él: “Como director es magnífico, al ser actor lo motiva a uno. Antes del ensayo de la escena te dice: ‘Bueno, de dónde venimos y para dónde vamos’. Era fuerte conmigo, para que no creyeran que me daba ventajas. Es empático, maneja muy bien las cámaras”. Y es un ejemplo a seguir para sus sobrinas, las actrices Majida y Jordana Issa, hijas de su hermana Ylia Belloto, que en ‘Sin senos no hay paraíso’ hacen de La Diabla y su hermana.

Cuenta Miguel Varoni que cuando vio llegar a Catherine en un avión, se quedó loco. “La miré y estaba Judy Henríquez al lado y le dije ‘esa mujer va a ser mía’ y a Dios gracias lo es, es lo mejor que me ha pasado en la vida”, recuerda el también productor y director.

Se casaron por la iglesia en julio de 1999 y decidieron no tener hijos ni adoptarlos. Pero sí hay alguien que considera a Miguel como a un segundo padre es su cuñado, Sebastián Siachoque, quien es economista, financista y trabaja en tecnología.

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“Es prácticamente un segundo padre no solo para mí, sino para mi hijo Tomás, con quien comparten un amor mutuo, y mi amor, aprecio y admiración por él no podrían ser mayores”, dice Sebastián, quien cuenta que mientras estudiaba en la universidad en Estados Unidos, hablaban todo el tiempo porque lo visitaba con ‘Cathy’. “Me dio consejos de todo tipo y en especial aquellos que dada su ‘vasta’ experiencia en el manejo de relaciones con el sexo opuesto, para un adolescente entrando a la adultez fueron oro puro. ‘Migue’ ha sido fundamental en mi vida: en mi desarrollo personal, profesional, como esposo y como padre, me respalda en todo. Es excepcional, mucho mas allá de lo que la gente conoce, posee una sabiduría que no se limita a su intelecto sino que trasciende a cómo vive su vida, cómo maneja sus relaciones con los que ama, sabe siempre vivir feliz y hacer felices a los que estamos a su alrededor, y ha construido una admirable carrera como ejecutivo de una compañía líder en su industria”.

Por eso último que señala Sebastián, es que a Varoni, productor y director de series como ‘El señor de los cielos’, de Telemundo, le duele ver que Colombia haya bajado su producción de historias en televisión, “aquí hay mucha creatividad, grandes actores, directores y productores, enormes escritores. En una época cada canal sacaba cuatro o cinco novelas diarias nuevas, no repetía nada. Las empresas colombianas deberían volver a producir como antes”. Y le preocupa el futuro de los actores, “a diferencia de México, que tienen la Anda, un sindicato serio que los protege, en Colombia la situación la veo muy difícil, mi madre murió bien, en su casa, fue bendecida y estoy muy agradecido con Dios por eso, pero me da muy duro leer cómo mueren las grandes glorias de la actuación en el país”.

Admite que quedó más que satisfecho con ‘Malverde: el santo patrón’, “tuvimos la suerte de tener a Pedrito Fernández, fue mi primera dirección haciendo época, es bien difícil. No veo la hora de que la vean en Colombia”.

Anécdotas de ‘Pedro’

“Nosotros empezamos a grabar ‘Pedro, El Escamoso’ cuando estaba terminándose ‘Yo Soy Betty, la Fea’. Y le digo a Cathy, ‘por qué no me acompañas a los ensayos’; llevábamos 15 días ensayando y al verme en personaje, dijo ‘lo tienes y está muy bien armado, pero le hace falta un pelo’, y fue gracias a Cathy, que se le puso el pelo”.

“ Dago García estaba absolutamente desesperado por encontrar las botas de ‘Pedro, El Escamoso’ y yo las tenía guardadas en el clóset. Eran unas Loblan que me regalaron cuando fui a Venezuela promocionando la telenovela ‘Las Juanas’ (hizo de galán) y en Loblan me reconocieron y me regalaron cinco pares de botas”.

“Nunca se sabe si una historia va a ser un fenómeno televisivo. Los peores focus group de la vida fueron ‘Yo soy Betty, la fea’ y ‘Pedro, El Escamoso’. Llevaron a una gente para evaluar y recuerdo a Fernando (Gaitán, creador del fenómeno de ‘Betty’) diciéndome ‘hombre, nos fue muy mal en el focus group’. A ‘Pedro’ hasta pensaron cortarla, el focus group fue espantoso. Fernando tuvo bajo el brazo mucho tiempo a ‘Café con aroma de mujer’, hasta que le dieron un sí”, cuenta Varoni.

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