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“Me gusta diseñar cosas, pensar en cómo podríamos construir el mundo que queremos, y volverlo una realidad”, Julián Andrés Ocampo. | Foto: Especial para El País

LUNA

El arquitecto colombiano que ayuda a diseñar un hábitat permanente en la luna

Julián Ocampo es el arquitecto colombiano que hace parte del proyecto ‘Olympus’, que busca diseñar un hábitat permanente en la Luna.

30 de noviembre de 2020 Por:  Daniela Monroy Ramírez del Semillero de Periodismo UAO- El País

Julián Andrés Ocampo Salazar, un joven arquitecto colombiano, es quien lidera el equipo encargado de diseñar el primer hábitat permanente fuera del planeta Tierra, específicamente en la Luna.

“Hay momentos en los cuales uno se da cuenta de que pertenece a algo mucho más grande que su patria”, expresa el profesional nacido en Armenia, pero criado en Calarcá, ya que tiene la posibilidad de añadir un grano de arena a la ambición de conocer y conquistar el cosmos.

Su trayectoria y sus estudios en la Universidad Nacional de Manizales y en la Universidad de Waterloo en Canadá, además de su maestría en el MIT, Instituto Tecnológico de Massachusetts, le permitieron ser parte de este equipo de trabajo en BIG, Bjarke Ingels Group, donde lo escogieron por la experiencia y el interés que siempre ha tenido en las tecnologías digitales, en la impresión 3D y su fabricación, comenta el colombiano.

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Por eso, a sus 39 años de edad, trabaja en el proyecto llamado Olympus, que consiste en la investigación y el desarrollo de un sistema de construcción que podría respaldar la exploración futura de la Luna.

Se trata de la primera incursión humana en la construcción extraterrestre, “la más ambiciosa de la humanidad porque sería construir bajo condiciones en las cuales no se tiene experiencia y a una distancia que es astronómica”, comenta el profesional.

Esta iniciativa es ejecutada junto a la Nasa y las empresas de diseño arquitectónico BIG, ICON y Search. Y surge como un acompañante al programa Artemisa, de la Nasa, el cual busca llevar a las personas no solo a la Luna sino a Marte.

"Siempre recuerdo la frase del astrónomo Carl Sagan, ‘la especie humana o se vuelve interplanetaria o se extingue’”, Julián Andrés Ocampo,
Arquitecto.

El proyecto Olympus tiene el objetivo a largo plazo de construir una estación científica que sea habitable para poder colaborar en futuras exploraciones de la Luna y otros planetas. Según Ocampo, “la Luna es un punto neurálgico y de salida para explorar otros lugares del mundo”.

Es decir, este prototipo no solo busca que sea habitable para el ser humano, sino que se convierta en un indispensable punto eje para explorar más allá el universo.

Cuando era niño, “no me imaginaba estar en un proyecto como este, en esa época generalmente no se pensaba en crear estructuras en el espacio”, expresa Ocampo, pero resalta que ahora se está en un momento esencial de la exploración espacial.

Desde el 2009 se encontraron depósitos de agua en el polo norte y sur de la Luna. El agua es una sustancia cuya molécula está compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, es esencial para la reproducción de vida en un planeta y recientemente se confirmó que esta se puede encontrar en más sectores del quinto satélite más grande del sistema solar, la Luna.

"La Luna es un punto neurálgico y de salida para explorar otros lugares del mundo", Julián Andrés Ocampo,
Arquitecto.

Desde este descubrimiento, se considera más viable llevar a Olympus a la realidad porque, “el agua se puede separar en oxígeno para que los seres humanos puedan respirar y establecer una presencia un poco más sostenible. También se divide en hidrógeno y este puede convertirse en combustible para los cohetes”, argumenta Ocampo.

La Luna podría llegar a ser una estación de paso, para enviar expediciones hacia otras partes del universo. Se podría ahorrar en costos de combustible, con ayuda de su gravedad, la cual es un sexto de la gravedad de la Tierra, se necesitaría de tan solo un sexto de combustible para despegar un cohete, menos de lo que se requeriría en la Tierra porque en esta, se gastaría seis veces más de energía para escapar del campo gravitacional.

Así será el hábitat lunar

Para la realización del diseño se tuvieron en cuenta las condiciones lunares, como su temperatura: en la noche con una de las más frías que se ha medido en el sistema solar con -247ºC, y en el día se presenta más de 123ºC, esto se debe a que no hay una atmósfera que ayude a reducir los gases solares.

Por eso, “pensamos en la fluctuación de la temperatura. En la necesidad de crear una presión atmosférica y para eso se tiene que hacer una estructura herméticamente sellada, con el fin de darle la presión que se necesita para vivir con normalidad”, explicó Ocampo.

Además, un día lunar tiene una duración de 29,5 días terrestres, y en la superficie hay 100 veces más radiación que la que tiene la Tierra. Frente a esta radiación, el arquitecto argumenta que se requieren muros de aproximadamente dos metros de grueso, para que el material absorba la radiación del Sol y las estrellas. El material aliado a esta misión de construcción será el regolito lunar, el cual es el manto de fragmentos de roca y minerales poco compactos que cubren un fondo rocoso sólido.

“Es el único material que está disponible en la Luna, se tuvo en cuenta sus características y de cómo se puede utilizar. Si fuéramos a depender de llevar materiales hasta la Luna sería prácticamente imposible construir el hábitat porque es extremadamente costoso, solo llevar un kilogramo de material valdría unos US$3.600”, argumenta.

Por eso, su aliado a futuro será la tecnología de las impresoras 3D, para poder acumular el polvo lunar y convertirlo en una sustancia maleable que se logre imprimir en 3D. En este momento, una de las empresas asociadas, ICON, está trabajando en las impresoras 3D de tamaño industrial con las que se quiere construir el hábitat de esta estación científica en la Luna.

Por ahora, se tiene el proceso del diseño inicial. “Lo que sigue es el desarrollo de las tecnologías que van a permitir que este se construya, en el 2024 la Nasa tiene programado volver a mandar los astronautas a la Luna donde irá la primera mujer” y así, se podrá reconocer y estudiar el hábitat de una mejor manera para desarrollar las tecnologías adecuadas.

Se tiene claro que Olympus “es un proyecto que durará décadas y décadas. Si te pones a pensar las catedrales más grandes del mundo, como la Sagrada Familia en Barcelona, se demoró más de cien años, o sea, que estos proyectos toman tiempo”, comenta este amante de los lugares nuevos y de la historia de la arquitectura de estos.

Apostar por un proyecto que para algunos parece ciencia ficción, es para Julián Ocampo un paso fundamental a la hora de asegurar que la especie humana pueda sobrevivir en el futuro, de una manera permanente, ya no en la Tierra sino en el gran vecindario universal.

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