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"Lío social en Colombia es peor de lo que admite Santos": Horacio Serpa

Horacio Serpa habla sobre las acusaciones de ‘Rasguño’ y William Rodríguez en relación a su presunta participación en la muerte de Álvaro Gómez. “Eso es una calumnia y una infamia”, manifiesta.

1 de septiembre de 2013 Por: Margarita Vidal Garcés | El País

Horacio Serpa habla sobre las acusaciones de ‘Rasguño’ y William Rodríguez en relación a su presunta participación en la muerte de Álvaro Gómez. “Eso es una calumnia y una infamia”, manifiesta.

Horacio Serpa vuelve a la carga, después del paso exitoso por la Gobernación de Santander, animado por una pasión política que no se marchita, ni le da tregua. Muchas son las batallas que este viejo guerrero liberal ha librado y muchos los dobles mandobles dados y recibidos en casi 50 años de servicio al país. Hoy, al mero anuncio de su intención de aspirar al Senado, los fantasmas del proceso 8.000 y de la muerte de Álvaro Gómez Hurtado le salieron al paso. Veterano de muchas lides como juez, representante, senador, constituyente, Procurador, Ministro Delegatario, candidato presidencial y consejero y negociador de paz, dice en esta entrevista que espera con tranquilidad el resultado de las investigaciones porque como nada debe, nada teme y que seguirá adelante con su intención de llegar nuevamente al Congreso de la República, donde quiere estar para ayudar en el Posconflicto.¿Está seguro del éxito del proceso de paz, tiene algunas coordenadas que los demás mortales ignoremos?No, pero las circunstancias son distintas. Hoy la guerrilla sabe que nunca podrá tomarse el poder por la vía armada y está derrotada política y militarmente. Por otra parte, el gobierno sabe que puede derrotar a los subversivos, pero no sabe cuándo. Por otro lado, si la guerrilla pide constituyente para refrendar los acuerdos y el gobierno consulta popular, quiere decir que ambos hablan en serio. Conoce a fondo los procesos de paz y estuvo en Caracas y Tlaxcala. ¿Por qué fracasaron?Se presentó el atentado de las Farc contra una caravana que acompañaba al presidente del Congreso y se suspendieron las deliberaciones. ‘Chucho’ Bejarano renunció. Yo propuse buscar otro sitio diferente a Venezuela para trabajar y nos fuimos a México, bajo la premisa de dialogar en medio del fuego.¿Qué pasó allí?Varias situaciones hicieron creer a la guerrilla que todavía podían tomarse el poder: paro armado del nororiente, fuga de Pablo Escobar de La Catedral, paro de Telecom, con el país incomunicado, el famoso apagón y una gran inconformidad generalizada. ¿Y temores del ‘establecimiento’, no?Sí, sobre todo porque en la agenda teníamos programadas las visitas del ministro Hommes, de Hacienda, y de analistas económicos de un lado y de otro. Pensaron que íbamos a comprometer la propiedad privada o la libertad de empresa, y en esas estábamos, cuando se murió el doctor Argelino Durán, secuestrado por el EPL y se supuso que lo habían fusilado. Ese día el presidente Gaviria me llamó y me dijo: “se rompió la cabuya”.¿Entonces, considera que el proceso hoy, es irreversible?Sí, porque lograr un acuerdo sobre el tema rural, el más complejo, como lo estamos viendo hoy, es un avance notable y también se ha avanzado mucho en el tema político. Pero la gente dice querer la paz y en realidad no quiere aportar nada. Todos tenemos que poner algo: credibilidad, apoyo político, moral, empleos por parte de los empresarios, y, por parte del sector político, la posibilidad de llegar al Congreso.¿Cómo analiza la presente coyuntura de descontento social?El gobierno ha sido mal aconsejado. Sabe que el problema es muy grave y que, si bien hay intereses políticos de por medio, e incluso presencia de sectores subversivos, eso no es lo fundamental. Ha pretendido minimizar lo que ocurre y eso ha causado mucha rabia y deseo de demostrar que el problema es delicado y más grave de lo que Santos admite.¿Qué hacer entonces?Dialogar hasta encontrar una solución, que será temporal y paliativa porque el del campo es un problema estructural que no se resolverá nunca si no se aplica un modelo de desarrollo integral. ¿La solución empieza por el campo?Claro, allí es donde están los mayores problemas. Es increíble que no hayamos podido solucionar la situación de quiebra que se dio en el campo porque, como no somos competitivos, no podemos medirnos con el resto de las economías del mundo que subsidian a sus agricultores. El subsidio que en los próximos diez años le va a entregar el gobierno de EE.UU. a sus agricultores asciende a US$99.900 millones.¿Qué tanto cree que el gobierno tendrá que ceder en esta circunstancia?Lo que hay que considerar es que sin que medie mala fe en los dirigentes del paro, aquí y en Cafarnaúm en época electoral -y más si hay aspiración a la reelección- los gobiernos son más manisueltos y firman fácilmente cosas que en épocas normales pensarían dos veces. Yo creo que va a tocar ceder mucho porque hay que resolverlo. Pero el gobierno no se va a caer.¿Aprueba el afán reformista del presidente Santos? Acordémonos que recién elegido tuvo el valor de decir: “Aquí sí hay un conflicto armado”, y cambió totalmente la dimensión de lo que traía entre manos el doctor Uribe. Un mes más tarde arregló el conflicto con Venezuela. Quiso seguir ganando legitimidad para recoger apoyos y consideró que la mejor manera era producir reformas. Él es un liberal clásico y yo digo que es un burgués progresista y, en ese sentido, un político esencialmente reformista. ¿Cómo ve a Marcha Patriótica liderada por Piedad Córdoba?El país no entiende esto, pero yo parto de la base de que si bien la guerrilla está derrotada políticamente, la inmensa mayoría no quiere a las Farc y rechaza la violencia, sí hay todavía sectores donde las Farc y el ELN tienen base social, como la tuvo también en otras regiones el paramilitarismo. Ahora, aún cuando en ese movimiento pudiera haber gente de la guerrilla, Marcha Patriótica no es un movimiento guerrillero. Es gente de izquierda, que está contra el establecimiento porque quiere un sistema económico distinto y reclama Zonas de Reserva Campesina. Usted tiene ya dos nietos, Sebastián y Nicolás. ¿Por qué en vez de estar disfrutando una jubilación y de sus nietos, le da por meterse a una campaña política con todos sus sinsabores?Pues eso es lo que debe celebrarme el país, no criticarme. No, perdóneme, uno sí se extraña y piensa si la política es una droga. Bueno, le doy una respuesta bien cortica: es un virus.(Risa). Aunque debo reconocer, que como dice usted, la política es durísima. ¿Por qué, luego de su última derrota por la presidencia se fue a la gobernación ‘ipso facto’?Por hablar demasiado, porque, buscando estrategias, le dije al Partido que nos fuéramos a las regiones a tomarnos las alcaldías y las gobernaciones. Y los liberales santandereanos, que tenían dificultades, me dijeron: “30 años a la pata suya y, ahora que lo llamamos, ¿no viene?”. Pues fui y estuve feliz. Yo este año no estaba buscando nada, pero surgió el tema del Senado y……y apenas le hacen así, usted cae. (Risa). Bueno, yo había dicho: “Descansar es morir”, y públicamente le dije a Rosita: “No acepto sudadera, ni cachucha, ni perrito, de manera que conmigo no cuente”.¿Ya está ensayando su famoso trémolo?(Risa). No, hay cambio de estrategia. La discusión en Cuba hoy es Referendo o Constituyente. ¿No hay otra opción?Si la refrendación tiene que ser con voto popular, mi propuesta, que recoge las dos opciones, es que los acuerdos sean sometidos a un referendo, un plebiscito o a una consulta popular, y que se pacte que cinco años después se convocará a una Asamblea Nacional Constituyente, ya con las organizaciones guerrilleras incorporadas a la vida democrática. Vamos ahora a lo que usted ha llamado “su karma”, el proceso 8.000 y las declaraciones de ‘Rasguño’ y de William Rodríguez Abadía, en relación con el magnicidio de Álvaro Gómez Hurtado. ¿Que es lo que hay en realidad sobre el tapete?‘Rasguño’ sostiene que Carlos Castaño andaba diciendo que en el asesinato de Álvaro Gómez algo habrían tenido que ver el expresidente Ernesto Samper y Horacio Serpa, que, preocupados por la oposición del doctor Gómez, le habrían mandado decir al Cartel del Norte del Valle que buscara la manera de neutralizar esa oposición y que se tranquilizara. Que como Álvaro Gómez no vendió su palabra, ni lo pudieron sobornar, ni intimidar, y se decía que iba a llegar al poder a través de un golpe de Estado, y que lo primero que haría sería extraditar a los mafiosos, ellos decidieron matarlo. Esa es la acusación y por supuesto no es más que una calumnia y una infamia.¿Habría podido Gómez tumbar a Samper?A nadie se le escapa que aunque el doctor Álvaro Gómez era un importante jefe político, un gran escritor, una persona inteligente y respetable, no tenía ni la cauda política, ni la contundencia necesaria para tumbar al gobierno. El Siglo es un periódico importante pero con tan poca incidencia en la vida nacional, que nadie podía pensar que lograría tumbar una administración. Gómez produjo unos editoriales críticos, pero la verdad es que el gobierno ya estaba asediado por editoriales y columnistas de todas las tendencias. No tendría ningún sentido que nosotros quisiéramos hacerle daño a una persona de las calidades y de la importancia de Álvaro Gómez Hurtado, ni a nadie, cuando lo único que lograríamos sería crearle más problemas al gobierno. Eso, ¿en qué mente cabe? Al parecer la familia Gómez se basa en las declaraciones que dio Fernando Botero, en el sentido de que el asesinato había sido un crimen de Estado.Si él lo dijo, seguramente tendría por qué saberlo, pero porque habría sido propiciado por él, que era quien manejaba las armas. No sobra recordar que Botero fue condenado dos veces y no tuvo la serenidad de aceptar su responsabilidad.¿Qué siente frente a todo esto, doctor Serpa?Bueno, la política que he ejercido durante décadas es tan dura que no es que haya desarrollado cuero de rinoceronte, sino que uno adquiere el carácter y la madurez para entender que vendrán golpes arteros y que muchos no pararán en lo que haya que hacer, con tal de desacreditarlo. Eso hay que tomarlo con calma, dentro de la convicción íntima que uno tiene de que como nada debe, nada teme y que, vengan las investigaciones que vinieren, esa seguirá siendo una verdad incontrastable.La familia Gómez Hurtado parece convencida de que ustedes tuvieron que ver con el crimen.Tal vez lo que la familia Gómez quiere es un chivo expiatorio, alguien del Estado condenado por ese homicidio, para entablarle una demanda al Estado, pero le reconozco el derecho de averiguar lo que pasó. Como persona señalada, lo que yo quiero es que se investigue a fondo porque de pronto se van a llevar más de una sorpresa. He denunciado un cartel de testigos falsos y he pedido que se investiguen todas las hipótesis, que van desde el Cartel del Norte del Valle y el Cartel de Cali, hasta la Policía, los militares y las Farc. Y tengo que denunciar, como se lo dije a la Fiscalía, que hay evidencias claras de que han querido sobornar a testigos para que declaren contra mí.Opiniones de Serpa”Los tuits de Uribe sí afectan a Santos, porque, aunque el doctor Uribe no tenga razón, tiene audiencia y medios y eso le causa daño al gobierno. Sobre todo porque, como es su estilo, Uribe va directo a la yugular”.“Estoy seguro de que la gente que está en los paros hoy no le va a jalar a la derecha sino a la izquierda, porque la derecha tiene al país en la postración actual”. “A mí sí me golpeó mucho la segunda elección, que fue la primera frente al doctor Uribe porque, a pesar de saber que él iba ganando, yo creía que estaría en segunda vuelta. Para mí fue un choque muy fuerte y sentí una gran desilusión”.”La gente comenta que Santos no tiene “sino” el 49 % de la opinión favorable y yo pregunto si eso es poquito en alguien que llegó a la presidencia en ancas de otro personaje, al que tuvo el coraje de enfrentársele para disponer su propio estilo de gobierno. También dicen que solo tiene el 31 % de apoyo en la reelección y yo les recuerdo que no le falta sino el 19 %, porque para ser Presidente no se necesita sino la mitad más uno”.

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