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111.640 personas están desaparecidas en el marco del conflicto armado. La Unidad de Búsqueda tiene 20 años para hallarlos.
111.640 personas están desaparecidas en el marco del conflicto armado. La Unidad de Búsqueda tiene 20 años para hallarlos. | Foto: Unidad de Búsqueda de Personas

Colombia

‘El Mudo’ habló desde el silencio: crónica de la búsqueda de personas desaparecidas en medio del conflicto armado en Colombia

Este 9 de abril, Día de las Memoria de las Víctimas del Conflicto, se hará la entrega del cuerpo de Julián, excombatiente de las Farc reclutado cuando era menor de edad y hallado en el cementerio de Buga.

8 de abril de 2024 Por:

Por Santiago Cruz Hoyos - Editor de Crónicas y Reportajes

Julián Valencia ingresó tan joven a las Farc, que fue en la guerrilla donde le empezó a cambiar la voz de niño por la de adulto. Aunque al principio esa voz poco se escuchaba. Sus compañeros lo llamaban ‘El Mudo’. Fue su nombre en la guerra.

Meses después de su ingreso al grupo, ya no era tan mudo. Cogió cancha, hacia chistes, fue muy disciplinado – cuenta Camila, una de sus compañeras de filas en las Farc e integrante de la Corporación Reencuentros, una entidad de excombatientes dedicada a apoyar la búsqueda de los desaparecidos del conflicto armado en Colombia.

Julián ingresó a la columna Alirio Torres. Permanecía en la zona rural de Buga y Tuluá, en la comisión de Manuel Tereco y Vicente Viguez. Alguna vez hizo parte de la guardia de Pablo Catatumbo.

El 6 de diciembre de 2023, los restos de Julián fueron recuperados  por antropólogos de la Unidad de Búsqueda de Personas.
El 6 de diciembre de 2023, los restos de Julián fueron recuperados por antropólogos de la Unidad de Búsqueda de Personas. | Foto: Unidad de Búsqueda de Personas

En ocasiones nos tocó caminar juntos, ranchar, asistir a asambleas, marchas, cursos. ‘El Mudo’ era alto, de tez blanca, delgado, aunque en las Farc se fue ‘embarneciendo’. Sus ojos eran tristes y sus labios rosados. Alguna vez nos contó que se había ido para la guerrilla por problemas personales, le gustaba la guerrilla porque desde muy pequeño le había tocado trabajar, era rebelde, a esa edad, 15, 16, se sentía grande, sentía que podía tomar sus propias decisiones. En el campo los niños deben hacer labores de adultos, recoger café, arriar vacas, abrir caminos con machete. Muchos llegaban a la guerrilla para buscar una salida a esa pobreza, o a los abusos. Hay mucha violencia intrafamiliar y violaciones a las niñas, es la Colombia profunda que no se conoce. En las Farc, la violencia sexual se pagaba con la vida, por eso muchas mujeres llegaron a la guerrilla, para protegerse de las abusos — cuenta Camila, a quien, si le preguntan por Julián, le cuesta reconocer de quién le están hablando. Todo cambia cuando se le menciona a ‘El Mudo’.

Por seguridad, en la guerrilla el nombre de pila de sus integrantes no se mencionaba, solo el seudónimo. Con el tiempo, incluso, a los guerrilleros se les olvidaba el nombre completo de sus compañeros. Hoy en día aquello dificulta la labor de búsqueda de los excombatientes desaparecidos. Sus familiares preguntan por el nombre de pila, y entre los firmantes de paz no se tiene mucha idea de quién se trata.

Solo en el Valle del Cauca son 4707. Es el tercer departamento con más desaparecidos después de Antioquia y Meta.
Solo en el Valle del Cauca son 4707. Es el tercer departamento con más desaparecidos después de Antioquia y Meta. | Foto: Unidad de Búsqueda de Personas

En el pasado hubo una recolección de hojas de vida, un registro, de las personas que estaban en cada unidad de las Farc. La situación que se presentó es que después del 2004 hubo muchos golpes, y en esa pérdida de vidas de los comandantes se perdió esa información, que fue recopilada por el Ejército. Es por eso que al día de hoy necesitamos hacer ejercicios de memoria. Reunir personas que quedan de esas estructuras, recrear las zonas donde estuvieron, qué eventos sucedieron, y lograr la información de quiénes fueron las personas que murieron en determinado combate. Hacer memoria es fundamental en el trabajo de búsqueda de los excombatientes desaparecidos – cuenta Mireya, coordinadora en el Valle, Cauca, Nariño y sur del Chocó de la Corporación Reencuentros.

En un bombardeo en el centro del Valle, ‘Julián’, El Mudo, falleció. Su cuerpo fue llevado por las autoridades hasta el Cementerio Católico de Buga, donde fue sepultado como NN. En la bóveda apenas se leía en letras negras: MASCULINO, 20 AÑOS, 2011P- 000158. SEPT 2011.

Otra de las dificultades para identificar a los desaparecidos en el conflicto armado es que muchos excombatientes nacieron y se criaron en el campo, por lo que no siempre acudían a la Registraduría Nacional a solicitar su cédula de identificación.

La bóveda del cementerio católico de Buga donde encontraron a Julián.
La bóveda del cementerio católico de Buga donde encontraron a Julián. | Foto: Unidad de Búsqueda de Personas

Hasta el cementerio de Buga llegó, en mayo de 2023, la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas en el marco del conflicto armado colombiano. Los abogados, antropólogos forenses, psicólogos e investigadores de la Unidad se enfrentan a un reto enorme: encontrar más de cien mil desaparecidos en el país. Solo en el Valle del Cauca son 4707. Es el tercer departamento con más desaparecidos después de Antioquia y Meta.

Eso los obliga a diseñar estrategias de búsqueda colectivas para intentar ser más eficientes. Una de esas estrategias es investigar los cadáveres que están en los cementerios como NN.

El cementerio de Buga, que está bajo la coordinación de la Diócesis de la ciudad, tiene varios cadáveres asociados con el conflicto armado. Empezamos a revisar los libros, las necropsias, y muchas de esas personas habían muerto en combates y situaciones que tenían que ver con la guerra. Lo que hicimos en compañía de los firmantes de los acuerdos de paz fue comenzar a preguntar quiénes eran esas personas que estaban en el cementerio. Cómo les decían, cómo eran, quiénes eran sus familiares, porque muy seguramente son desaparecidos que están buscando pero que por una u otra razón, Medicina Legal no pudo identificar, o sus familiares no pudieron irlos a reclamar. Eso pasaba mucho en tiempos de guerra, a la gente le daba susto ir a reclamar a sus seres queridos porque sentían miedo de que tomaran represalias contra ellos– cuenta la abogada Marcela Rodríguez Guzmán, investigadora de la Unidad de Búsqueda de Personas.

Alrededor de 500 funcionarios integran la Unidad de Búsqueda de Personas.
Alrededor de 500 funcionarios integran la Unidad de Búsqueda de Personas. | Foto: Unidad de Búsqueda de Personas

Mientras revisaban los expedientes de los cuerpos sepultados como NN en las bóvedas del cementerio de Buga, en un procedimiento llamado TRIAGE, los investigadores no encontraron los cadáveres que buscaban. Es una frustración muy frecuente. A veces, buscar un desaparecido puede tomarles años. Sin embargo, retornó la esperanza cuando dieron con el expediente de Julián, a quien identificaron en tiempo récord, tan solo cuatro meses.

Él estaba individualizado, y toda la información del expediente coincidió con la información que nos dieron los excombatientes. Pudimos encontrar a la mamá de Julián, nos pusimos en contacto con ella en diciembre de 2023, y la exhumación del cuerpo la hicimos el 6 de ese mes. Desde entonces permanecemos en contacto con ella para hacer la entrega del cuerpo – continúa Marcela, la investigadora.

El cuerpo será entregado a la familia este 9 de abril de 2024, cuando se conmemora el Día de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado. Es una manera de reparar el dolor, de conocer la verdad de lo que pasó con los muertos. Es cerrar la incertidumbre de preguntarse qué pasó, perder también la esperanza de que continuara con vida, e iniciar el duelo de la muerte. Es también contar lo sucedido, como una manera de que el país no repita aquel baño de sangre.

111.640 personas están desaparecidas en el marco del conflicto armado. La Unidad de Búsqueda tiene 20 años para hallarlos.
111.640 personas están desaparecidas en el marco del conflicto armado. La Unidad de Búsqueda tiene 20 años para hallarlos. | Foto: Unidad de Búsqueda de Personas

Aunque no siempre será posible encontrar los cuerpos de los desaparecidos. En el estero de San Antonio, en Buenaventura, se presume que están varios cadáveres de personas que fueron asesinadas en el conflicto armado en el Valle del Cauca. La Unidad de Búsqueda planea hacer entregas simbólicas de sus cuerpos, puesto que las posibilidades de encontrar cadáveres de personas arrojadas al mar son muy bajas.

Por ahora los investigadores continuarán trabajando en las bóvedas donde sepultan a los NN en los cementerios. Once cementerios de Colombia tienen medidas cautelares, lo que significa que no se pueden hacer obras en su infraestructura hasta que la Unidad de Búsqueda termine su labor. Varios de los cementerios en esta condición colindan con el río Cauca, en cuyas aguas los verdugos acostumbraban a desaparecer los cuerpos de sus víctimas.

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