Accidente en San Andrés impacta estrategia de Aires

Con el anuncio de que la compañía aérea asumirá todos los gastos de traslado y alojamiento de los sobrevivientes del accidente del pasado lunes y de los otros viajeros que se encuentran represados en el aeropuerto de San Andrés, el presidente de Aires aseguró que el siniestro representa un fuerte golpe para la operación de la empresa.

Con el anuncio de que la compañía aérea asumirá todos los gastos de traslado y alojamiento de los sobrevivientes del accidente del pasado lunes y de los otros viajeros que se encuentran represados en el aeropuerto de San Andrés, el presidente de Aires, Francisco Méndez, aseguró que sin duda el siniestro representa un fuerte golpe para la operación de la empresa."Desde el día del accidente empezamos a reorganizar los vuelos para generar el menor traumatismo posible, pero no ha sido fácil. Por eso, les pedimos paciencia a los usuarios", expresó.Aunque el directivo de la aerolínea señaló que aún no han sido analizados los costos en los que se incurrirá para normalizar las actividades y brindar apoyo y atención a los viajeros, Méndez informó que es posible que la compañía deba invertir en el corto plazo en la compra de una aeronave, que reemplace el Boeing 737 que colapsó en la mañana del lunes. "Es un impacto fuerte, pero estamos en condiciones de asumirlo. Incorporaremos más aviones a la flota y analizaremos los costos con las aseguradoras", y agregó que la aeronave del siniestro estaba cubierta por una póliza de 32 millones de dólares.Pasajeros represadosSegún informó el presidente de la aerolínea, son cerca de 2.900 usuarios los que no han podido salir de la isla de San Andrés, y que requieren ser evacuados a sus lugares de origen. Además, señaló que hasta tanto no se levanten los escombros de la aeronave seguirán suspendidas las operaciones en dicha terminal aérea. "De ese total, más de 100 son pasajeros de Aires. Hemos habilitado líneas telefónicas y centros de atención para dar información a los viajeros que se hayan visto afectados por esta interrupción en el servicio. Estamos reacomodando nuestros itinerarios y contemplamos la posibilidad de extender la operación para atender la creciente demanda" , afirmó.Por su parte, el vicepresidente de Satena, William Tamayo, indicó que sus vuelos de San Andrés a la isla de Providencia están suspendidos hasta tanto no se restablezcan las pistas del aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla. "Sin embargo, hemos puesto a disposición dos servicios de charter para ayudar a los traslados de las personas afectadas".Polémica por condiciones aéreasDurante la rueda de prensa que ofreció Aires para informar sobre el estado de los pasajeros de la aeronave accidentada, el presidente de Aires, Francisco Méndez, aceptó que en las últimas semanas la aerolínea había sufrido demoras e inconvenientes técnicos, pero explicó que esos sucesos son parte de la operación y que han sido resueltos.El directivo fue enfático en afirmar que el crecimiento en el número de vuelos y rutas de la compañía en los últimos meses en nada tienen que ver con el suceso. "El hecho de que seamos una aerolínea de bajo costo y que tenga un modelo eficiente no afecta el desempeño de los aviones, ni de la tripulación". Sin embargo, el director de la Secretaría de Seguridad Aérea de la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles (Acdac), Edmundo Ortiz, dijo que, por aumentar su productividad, en algunos casos las aerolíneas sacrifican el descanso de sus tripulantes y les hacen exceder el tiempo máximo de vuelo, que es de ocho horas. Además, agregó que el estado de la pista de San Andrés no es óptimo y que los baches alteran los instrumentos."Eso lo tendrá que investigar la comisión que está al frente de este accidente, pues es claro que una tormenta por sí sola no hace colapsar una aeronave". Por su parte, el presidente de EasyFly, Alfonso Ávila, dijo que la infraestructura de los aeropuertos del país, se quedó corta ante el incremento de la demanda. Finalmente, el Presidente de la Asociación Colombiana de Controladores Aéreos, Carlos Bermúdez, denunció que en la actualidad hay un déficit de 333 controladores aéreos que garantizan el normal funcionamiento de las terminales.