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Cali se alista para la primera exposición de Rembrandt

Por primera vez en la historia de Cali se podrá apreciar una exposición del gran artista holandés Rembrandt. Será a partir del 26 de noviembre, en el Museo de Arte Moderno La Tertulia. ¿Por qué nadie debería perderse la visita a la obra de este genio? Disección.

15 de noviembre de 2015 Por: Por Santiago Cruz Hoyos | Periodista de GACETA

Por primera vez en la historia de Cali se podrá apreciar una exposición del gran artista holandés Rembrandt. Será a partir del 26 de noviembre, en el Museo de Arte Moderno La Tertulia. ¿Por qué nadie debería perderse la visita a la obra de este genio? Disección.

Primero, el inicio: ¿quién es Rembrandt?

Su nombre completo es Rembrandt Harmenszoon van Rijn. Nació el 15 de julio de 1606 en Leiden, Holanda, y su padre fue un molinero de la clase media a quien Rembrandt, muy joven, le advirtió: “seré pintor”.

Cuando Rembrandt tenía apenas 18 años se fue a vivir a Ámsterdam y trabajó para un artista famoso de la época, Pieter Lastman. Solo seis meses después ya daría muestras de su genio: abrió su propio estudio.

Alejandro Martín, curador de arte del Museo La Tertulia, dice que Rembrandt se hizo famoso gracias a que en sus retratos lograba capturar el carácter de las personas, penetrar en su sicología. “Retrató la sociedad de su época”. Como un gran fotógrafo.

Ahí radica parte del encanto de su obra. También en los juegos que hacía con la luz y la sombra. En el estilo Rembrandt, tanto las luces como las sombras están completamente definidas y, justamente, la fotografía aprendió mucho de su técnica.

Uno de los trucos utilizados por los fotógrafos es el llamado ‘triángulo de Rembrandt’, de hecho. Consiste en iluminar una zona del rostro, dejar el resto en penumbra, con lo que se genera un efecto dramático. A Rembrandt lo llaman también el genio del claroscuro y su vida, curiosamente, estuvo plagada de luces y sombras.

Cuando murió su padre, decidió trasladar su estudio a Ámsterdam. Allá se enamoró de Saskia, se casaron, tuvieron cuatro hijos. Rembrandt comenzó a gozar de popularidad y del generoso dinero que le pagaban por sus obras.

En 1642, sin embargo, Saskia murió y comenzó la penumbra. El artista empezó a hacer malos negocios- dicen que tras todo buen negocio está el consejo de una buena mujer – se negó además a seguir las reglas de lo que exigía el comercio, la industria, era amante del coleccionismo, es decir que tal vez gastó dinero en lo que no era estrictamente necesario hasta que, acosado por las deudas, debió venderlo todo, incluida su colección de arte.

Cuando conoció a Hendrickje Stoffels, su segunda pareja y quien se hizo cargo de Tito, el único de los cuatro hijos que le quedaron -  los otros murieron poco después de nacer -  parecía enderezar el camino. Aunque no por mucho tiempo.

Mientras tanto, su vida, la luz y la sombra, iba quedando plasmada en sus autorretratos: primero un Rembrandt que lucía joven, sonriente, tal vez optimista y al final uno más bien reflexivo, profundo, melancólico.

“Para Rembrandt la expresión de los ojos de los personajes es el punto culminante del retrato, al igual que hiciera con sus propios autorretratos que nos muestran las distintas fases del alma del artista a lo largo de toda su vida. Todo se concentra en la mirada, y utilizando magistralmente la punta, el ácido y los instrumentos, consigue los sutiles cambios anímicos en el personaje”, escribe, a propósito, la curadora de la obra de Rembrandt que se exhibirá en Cali, Rosa Perales Piqueres.

Alejandro Martín, curador de La Tertulia, agrega: “La historia de Rembrandt es muy romántica: alguien que crece mucho y que después, por las particularidades de su carácter, se va arruinando. Sin embargo nunca dejó se ser él. Pese a que la economía le iba mal, seguía luchando, viviendo”. 

Rembrandt  murió en precarias condiciones el 4 de octubre de 1669.

La exposición: ¿qué vamos a ver?

En total serán 69 las piezas de Rembrandt que estarán expuestas en la sala Maritza Uribe de Urdinola del Museo La Tertulia, desde el 26 de noviembre  hasta el 28 de febrero de 2016. Todas corresponden a la técnica del grabado. Rembrandt, según la historia y los críticos, es  el mejor grabador de todos los tiempos. También era un hombre profundamente religioso. 

En sus grabados retrata, por ejemplo, escenas de la Biblia, reinterpretándolas o contando, al tiempo, diferentes historias. Por un lado representa la escena bíblica, pero por otro representa su época, la sociedad de entonces. “Aprovecha las escenas bíblicas para hacer casi una comedia de su momento”, dice Alejandro Martín. Igualmente, en sus grabados la luz y la sombra son fundamentales. Como dos  personajes más.

“Y algo muy particular es que Rembrandt como que al mismo tiempo dibuja de dos maneras. Hay una parte de todos sus dibujos muy bien definida, detallada, como si fuera una obra completa, y otra parte que es más bien suelta, en la que uno podría pensar que no acabó el dibujo. Su intención era precisamente dejar unas partes muy sueltas y otras muy detalladas, y con personajes que de alguna manera siempre están interactuando entre sí”, agrega el curador del Museo.

Rembrandt, además, fue el primer artista, el primer pintor,  en utilizar los grabados. Los que originalmente utilizaban la técnica eran los grabadores, considerados artesanos. Rembrandt, entonces, dignificó el trabajo y la labor del grabado, explica la curadora Rosa Perales Piqueres.

“Los primeros grabados donde Rembrandt refleja lo que va a determinar el campo de acción en el que se mueva, son los retratos de su familia y amigos. Los más destacados serán los realizados a sus padres, en 1631.  Pero realmente donde el autor expresa su gran potencial como grabador es en los retratos de personajes que formarán parte de su historia vital y profesional. Abogados, sacerdotes, comerciantes, marchantes, escritores y toda una serie de individuos que forman el entramado social de la burguesía holandesa del siglo XVII y del cual el autor da buena cuenta de ello”, escribe la curadora.

Por cierto: el grabado es una técnica de impresión. Consiste en dibujar una imagen sobre una superficie rígida a la que algunos llaman matriz, para que después esa misma imagen sea reproducida en papel o tela. El grabado le acercó el arte a la clase baja y media que no tenía cómo pagar un cuadro de un gran pintor, pero sí las reproducciones de su trabajo. Fue una manera de masificar la pintura y Rembrandt lo entendió muy bien.

Los cuidados de la ‘joya de la corona’

Las obras de Rembrandt que se expondrán en Cali  deben permanecer  en una temperatura que no sea demasiado alta pero tampoco demasiada baja, “es decir entre 18 y 25 grados”, explica  Aida Cristina Garzón, encargada de conservar las obras en La Tertulia. Igualmente hay que controlar la humedad relativa, es decir la cantidad de agua que se encuentra en el ambiente. “No debe superar el 60%, ni ser  inferior al 45%. Para medirlo contamos con unos aparatos especiales”. Con la luz también se debe tener cuidado. Se mide en luxes, que es la cantidad de luminosidad en el ambiente. Normalmente, para ver con total claridad, se requieren 200 luxes en promedio. En este caso, la exposición de Rembrandt,  la luz debe ser mucho más baja, porque en términos químicos lo que más afecta al papel es justamente la luz. En la exposición no se superará los 50 luxes, lo que permite ver las obras, pero casi en penumbra. La colección, que proviene de España, llega en avión– (las obras son transportadas en guacales especiales) y no se abren inmediatamente el día que llegan. Se deben dejar reposar un mínimo de 24 horas. Al igual que nosotros, los seres humanos, de alguna manera las obras de arte deben adaptarse al cambio de clima, de altura. Un cambio brusco de temperatura las puede malograr. 
La entrada a la muestra, que estará abierta desde el 26 de este mes hasta febrero, tiene un costo de $7000 para estudiantes y de $10000  para el público general.
Las lecciones de Rembrandt Para Rosa Perales Piqueres, profesora titular del departamento de Arte y Ciencias del Territorio de la Universidad de Extremadura y curadora de la exposición de Rembrandt, son varias las razones por las que Cali debe apreciar la obra del artista holandés. Para empezar, dice, Rembrandt siempre enseña al espectador. “Enseña a contemplar el mundo con otra mirada. Una mirada introspectiva y reveladora de la propia esencia humana a partir de la concepción de una naturaleza frágil y cambiante”. Rembrandt, además, agrega Piqueres, es un artista adelantado a su tiempo. “Presiente lo que será en el futuro algunos de los movimientos artísticos más importantes, como el romanticismo o el expresionismo, incluso el cubismo, plantea la obra de arte con un concepto de acabado próximo al de la actualidad. No importa el cómo sino lo que se expresa a través de la eterna necesidad de transformación, siempre en movimiento, siempre cambiante”. Rembrandt y Cali Para el Museo La Tertulia se hace interesantísimo tener una exposición del artistas holandés. Como Rembrandt, la tradición del Museo ha sido, principalmente, la obra gráfica. Los primeros grandes eventos de la historia de La Tertulia, recuerda Alejandro Martín, su curador, son justamente las bienales de arte gráfico. También se promovió, en los años 80, los talleres de grabado como un lugar de experimentación. Pero además grandes artistas de la ciudad de cierta forma tienen influencias de Rembrandt en su obra como, por ejemplo, los grabados de Pedro Alcántara. En la obra de Óscar Muñoz y Éver Astudillo, dice Martín, se ve también el estilo barroco de Rembrandt, sobre todo en los retratos. “Todo el trabajo de Óscar Muñoz ha sido una experimentación a partir de la técnica del grabado, así que en su obra uno puede ver una cantidad de puentes con Rembrandt”. ¿Por qué, finalmente, hay que ver la obra de Rembrandt en Cali? La pregunta se la hizo el Museo La Tertulia a la curadora de la obra de Rembrandt, Rosa Perales Piqueres. Ella escribió: “Porque plantea la obra de arte con un concepto de acabado próximo al de la actualidad. No importa el cómo sino lo que se expresa  a través de la eterna necesidad de transformación, siempre en movimiento, siempre cambiante. Contemplar la obra gráfica de Rembrandt, además,  nos ayuda a entender la manera en la que hoy día nos comunicamos, difundimos las ideas y percibimos la realidad circundante. Rembrandt transmite la angustia del ser humano enfrentado a sus miedos, a la sociedad donde vive, a las consecuencias de sus actos. Rembrandt privatiza las emociones, al mismo tiempo que las generaliza y es capaz de transmitir a partir de ejecuciones simples o aparentemente simples del grabado, el concepto de libertad individual del siglo XXI.  En definitiva nos enseña la consciencia de uno mismo. Dado la enorme capacidad de Rembrandt para experimentar una y otra vez sobre sus propias obras es admirable la unidad y armonía  que muestran esta colección".

 

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