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¿Qué hubo tras la sorpresiva salida del Gerente de Infivalle?

El gerente de,Instituto Financiero para el Desarrollo del Valle, Infivalle, Andrés Ferney Devia, en su renuncia dijo tener líos personales, pero un informe de Contraloría habla de mal manejo administrativo.

28 de julio de 2013 Por: Redacción de El País

El gerente de,Instituto Financiero para el Desarrollo del Valle, Infivalle, Andrés Ferney Devia, en su renuncia dijo tener líos personales, pero un informe de Contraloría habla de mal manejo administrativo.

Detrás de la sorpresiva renuncia del gerente de Instituto Financiero para el Desarrollo del Valle (Infivalle), Andrés Ferney Devia, estaría un informe de la Contraloría que da cuenta de un tinglado de desgobierno, corrupción y favorecimiento político que, al parecer, reinó en su administración. Devia había llegado a la Gerencia de Infivalle como cuota del congresista Juan Carlos Salazar, durante la fugaz administración de Héctor Fabio Useche, y luego lo sostuvo Ubéimar Delgado por algunos indicativos favorables en su gestión. Sin embargo, El País conoció el resultado de las últimas auditorías, donde quedó al descubierto el presunto manejo irregular y el desgreño administrativo que al parecer precipitaron su renuncia, que de inmediato fue aceptada por el gobernador del Valle, Ubéimar Delgado. Entre ellos, la entrega de un préstamo por $1.500 millones a la Escuela Nacional del Deporte sin un documento que garantizara la recuperación del dinero y la firma de un contrato por $120 millones para digitalizar varios documentos que al final no sirvieron para incluirlos en la base y el archivo de Infivalle. Igualmente, un contrato a una persona cercana al representante Juan Carlos Salazar para, entre otras, “limpiar documentos, retirar los residuos de polvo, ganchos y clips”, dice la auditoría, y los cobros excesivos y constantes en vales de combustible por valores que superan, incluso, la capacidad del tanque de la gasolina. El País buscó infructuosamente a Andrés Devia; sin embargo, el congresista Juan Carlos Salazar dijo que hubo unos problemas de forma en Infivalle porque el gerente se saltó algunos procedimientos, pero no fueron casos de corrupción y que Andrés Devia prefirió renunciar porque “ya había desconfianza por parte de la Junta Directiva de Infivalle” hacia él. John Mario Tejada, miembro de la Junta Directiva de la entidad, indicó que el informe de auditoría es preliminar, que desconocen los motivos que refirió en su renuncia al Gobernador y que serán los órganos de control los que determinen lo que estaba ocurriendo en Infivalle.

Millonario contrato mano a mano

Una auditoría de la Contraloría Departamental halló irregularidades en el contrato de crédito No. 1080-2013 de la Escuela Nacional del Deporte por un valor de $1.500 millones, firmado el 19 de marzo del 2013, en el cual se realizó el desembolso del dinero sin pignoración. Es decir, sin la garantía para que el crédito no afecte el patrimonio de Infivalle. El contrato establece que la garantía de pago del crédito es la “pignoración en la fuente de los ingresos por matriculas, hasta cubrir el 150% del servicio de la deuda”, pero el 26 de abril pasado, el Gerente de Infivalle le ordenó a la persona encargada del crédito en su despacho “autorizar el retiro de los recursos de la cuenta de manejo del crédito a nombre de la Escuela Nacional del Deporte por valor de $1.500.000.000 sin que se haya legalizado la pignoración en la fuente de la garantía, a través del Banco Popular”. Sobre este tema en particular, el representante Salazar indicó que ese es uno de los errores de forma, no de fondo, que cometió Devia durante su gestión , junto con un crédito irregularmente tramitado para el Hospital de Buenaventura.

Un archivo tan caro como inútil

La auditoría a Infivalle arrojó también irregularidades en el contrato de prestación de servicios PS-038 de 2012 con la Unión Temporal Aunar Digital por un valor de $119,3 millones, para el apoyo en el proceso de gestión documental y archivo. La Unión temporal esta conformada por la Corporación Universitaria Autónoma de Nariño, envuelta en varios reclamos por irregularidades en la contratación de gerentes de ESE y hospitales en el Valle, y el Centro de Copiado y Diseño, que cambió su razón social una semana antes de la firma del contrato para ajustarse a las exigencias del mismo. El ente de control halló que el contrato no tenía sustento alguno porque en el 2008 ya Infivalle había adquirido una máquina de microfilmación y una firma capacitó en octubre pasado a varios empleados para el manejo de la misma. Además, la entidad en el 2012 firmó ocho contratos de prestación de servicios para digitadores. Lo más grave es que la Unión Temporal Aunar no digitalizó el volumen esperado y lo que hizo fue escanear los documentos y al final no se pudieron integrar al archivo.

¿Favorecimientos políticos?

Otro de los contratos que llamó la atención en la auditoría realizada a Infivalle fue el PS-34-2012, por $6.848.000, en favor de Nancy Helena de Villa, quien fuera asistente en la Unidad de Trabajo Legislativo, en el Congreso de la República, del representante a la Cámara Juan Carlos Salazar. Este contrato, curiosamente, también tiene como propósito realizar, durante cuatro meses, microfilmación de documentos para el archivo de Infivalle, por lo que uno de los encargados de las auditorías le indicó a El País, tras pedir la reserva de su nombre, que la entidad se volvió una rueda suelta y que el representante Salazar daba las órdenes. Resalta la Contraloría que entre el objeto del contrato aparecen funciones como “numerar todos los folios a mano con lápiz de mina negra y blanda” o “efectuar la limpieza de los documentos, retirar los residuos de polvo, ganchos, clips, o ganchos de cosedora que deterioren la documentación”. “Eso lo que muestra es que el contrato no se necesitaba y que el objetivo era darles trabajo a los amigos del congresista”, dijo la fuente.

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