Opinión: en busca de la verdad sobre la muerte de los diputados del Valle

Ángela Giraldo, hermana del diputado Francisco Giraldo, compartió con El País este texto que busca la verdad sobre el secuestrado y asesinado de los asambleístas.

Regresé a La Habana con mis antiguos compañeros de sufrimiento para encarar a las Farc. Duele y duele mucho, pero no nos acobardamos, fueron ellos quienes debieron sentir temor, les tocó contar la verdad frente a las miradas expectantes de madres, viudas, huérfanos y hermanos de los diputados secuestrados y asesinados por ellos. La reunión duró poco más de cinco horas y lo que iba a ser un espacio destinado a las Farc, lo convertimos en nuestro momento añorado por 14 años para decirles de frente todo el repudio que despertaron en nuestro corazón. Carolina Charry, Diego Quintero, Fabiola Perdomo, John Jairo Hoyos, Diana Echeverry, Sebastián Arismendi, Efraín Hoyos, Patricia Nieto y yo hablamos de manera contundente. Después de esta catarsis nos sentimos libres de nuevo. Iván Márquez, Pablo Catatumbo, Joaquín Gómez, Victoria Sanguino y Rodrigo Granda no tuvieron más opción que escuchar con resignación nuestras desgarradoras historias e interminables reclamos para finalmente reconocer “con humildad la responsabilidad frente al asesinato de los diputados, el episodio más vergonzoso de las Farc, que nunca debió haber ocurrido”. Nunca nosotros, ni mucho menos ellos, imaginamos posible una escena como esta. Fue gracias al ‘Sistema Integral de verdad, justicia, reparación y no repetición’, que contempla la realización de estos actos tempranos de reconocimiento de responsabilidades de quienes causaron daño con el fin de satisfacer el derecho a la verdad de las víctimas. La Jurisdicción Especial para la Paz, otro de los componentes del Sistema, que muchos subestiman por considerarla blanda y poco rigurosa, es, en mi opinión, una de las más severas, en razón de que gira en torno a la verdad. Saben lo humillante que resultó para las Farc confesar la verdad a los hoy jóvenes que, siendo niños, dejaron sin padres; a los padres que, contra natura, enterraron a sus hijos; a las viudas que quedaron solas, enfrentadas a la vida. El valor de la verdad es algo que en nuestros tiempos se ha ido perdiendo, pues nos hemos acostumbrado a interpretar mentiras, especulaciones, verdades a medias. No obstante, para las víctimas el esclarecimiento de la verdad es fundamental en el proceso de reparación. Es por esto que en medio de la reunión Sebastián, de 18 años, exclama: “Estoy contento porque siento que por fin hoy se hace justicia”. La Jurisdicción Especial para la Paz se encargará de investigar, juzgar y sancionar a los miembros de las Farc que cuenten la verdad exhaustiva, detallada y plena sobre los hechos que rodearon los delitos de lesa humanidad cometidos contra los diputados y reparen materialmente los daños ocasionados. Si no lo hacen, pasarán a la justicia ordinaria en la que pagarán condenas de 15 a 20 años de cárcel. Esperamos de esta manera que el Estado  colombiano y las Farc cumplan con el compromiso de dignificar la memoria de los diputados del Valle del Cauca y se sienten las bases para que hechos como estos nunca más se repitan en Colombia.