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Los rostros que pintan la historia del barrio El Piloto

A través del arte urbano, los habitantes de esta zona del centro buscan rescatar sus orígenes, mejorar el entorno de su terruño y dar mensajes de paz.

2 de enero de 2017 Por: Zulma Lucía Cuervo Plazas | Reportera de El País

A través del arte urbano, los habitantes de esta zona del centro buscan rescatar sus orígenes, mejorar el entorno de su terruño y dar mensajes de paz.

Todos los recuerdos de vida de Alfonso Bolaños y Fabio González están asociados al barrio que los vio nacer, crecer, tener familia y que incluso creen, los verá morir.

Por ellos dos se conoce la historia que le cambió el nombre a este sector del centro de Cali. Porque en su fundación el  barrio era conocido con el nombre de Bolívar, pero los avatares del destino dejaron que hoy esta porción de la Comuna 3 se le distinga como El Piloto.

Fabio González recuerda que el cambio de nombre se dio por un accidente aéreo, sucedido en un año perdido en sus recuerdos. “En lo que hoy es el barrio San Vicente, pasando el río Cali, había una hacienda. Allí se cayó una avioneta y el  piloto salió vivo. Fíjese que el personaje lo que hizo fue irse a tomar trago a una tienda del barrio y terminó quedándose a vivir aquí en la Calle 23. El caso es que los periodistas y todas las personas que querían saber sobre lo que le pasó preguntaban por el barrio del  piloto”, comenta Fabio. 

De tanto llamarlo así se perdió el Bolívar del caserío que quedaba cerca al río Cali entre las calles 23 y 25. No solo El Piloto cambió de nombre con los años. Su vecino, el barrio El Hoyo, antes  se le llamaba El Manantial, según trae a la memoria el señor González.

A la escuela, como al barrio, también se le llamó de diferentes maneras. “Yo la conocí como la Escuela Alfonso López, luego Ricardo Nieto y ahora se llama Escuela El Piloto”, manifiesta Fabio.

  Alfonso Bolaños es hijo de Leonidas Bolaños y Betsabé Rincón, una de las parejas  fundadoras de El Piloto. Dice la historia que este barrio se fundó el 16 de junio del año 1900 por personas que obtenían su sustento del río Cali, con la extracción de arena y balastro.

  “Lo que había eran ranchos, pero con el tiempo y a la medida que fue habiendo la plata, pasamos de tener casas en bahareque a la vivienda en adobe o ladrillo. Todo lo que usted ve es producto del esfuerzo de la gente”, explica el señor Bolaños.

Arte en el barrio

Alfonso y Fabio son dos de los líderes que fueron retratados en las paredes de las casas que colindan con la vía del MÍO y con el futuro Parque Lineal Río Cali (hoy en construcción).

Esta muestra de arte urbano hace parte del proyecto ‘Muro al barrio’, de la Fundación Culata, que lideran Iván Salazar y Andrés Pedroza.

Junto a Fabio y Alfonso comparten tribuna de honor Ligia Ayala ‘Cuete’, Ángel María Laguna y Julia Rosa Ríos, estos tres últimos ya fallecidos. 

También está pintado el rostro de Óscar Quinayas, todavía vivo y quien llegó a los 18 años a vivir en el barrio de sus amores. “Aunque no nací aquí, he estado presente en asuntos tan importantes como la creación de la Junta de Acción Comunal. Junto con Fabio y Alfonso fuimos los primeros líderes y el 9 de noviembre de 1972 se creó la primera junta, para defender nuestras casas de lo que se ha hablado siempre aquí y es de la expropiación de los propietarios para darle paso a la renovación”, argumenta Óscar.

 Cuestión de identidad

[[nid:606632;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2017/01/muralpiloto.jpg;full;{Fabio González es hijo de una de las familias que fundó el barrio. Sus padres se dedicaban a la minería de río. Foto: Especial para El País}]]

Lady Silva, la actual presidenta de la Junta de Acción Comunal de El Piloto, explica que retratar a los personajes raizales le da un sentido de identidad y pertenencia a los murales.

“Queremos que no se siga viendo al sector como una zona marginal, porque no lo es. Tiene sus problemas, como en todo lado, pero aquí han vivido y crecido cuatro generaciones que han luchado por mejorar las condiciones del barrio y la de sus mismas familias”, agrega la líder.

El Municipio, en el segundo gobierno de Rodrigo Guerrero, expidió un decreto que declara a los barrios El Hoyo y El Piloto, como zonas de renovación urbana de la ciudad.

Los más sorprendidos con el homenaje son sus mismos protagonistas. Fabio dice que es un honor. “Ver esto en vida me hace sentir muy orgulloso”. Y más, cuando supo que su nieto Daniel, un pequeño de 6 años, ayudó a los artistas de la Fundación Culata a darle vida al rostro de su abuelo.

Óscar Quinayas dice que quedó “igualito”. “Todo el mundo me reconoce”, asegura. Está tan orgulloso, que dijo que todos los días pasa a echarle una “ojeadita” al mural para vigilar que no lo dañen. 

El más escéptico con la idea de verse pintado en una pared fue Alfonso Bolaños. Pero al ver que la gente ha recibido con agrado la iniciativa de la  junta comunal de hacerle un homenaje a los antiguos líderes del barrio, aceptó la idea y hoy también pasa a ver cómo están las obras de arte urbano.   

El proyecto, cuenta Iván Salazar, de la Fundación Culata, comprenderá la realización de 60 murales en el barrio. “Tenemos proyectado tomarnos hasta junio para ir ejecutando lo que vamos concertando con la comunidad de lo que quiere ver en sus paredes”, dice.

La próxima reunión de concertación es el 7 de enero, para el 14 de enero empezar a pintar la fachada de la escuela del barrio. En el proyecto participarán 30 artistas.

Santiago Eder, que también ha participado del proceso, dice que lo que se quiere es que no solo el parque del río Cali cambie de aspecto. “Queremos que la gente del barrio se una y mejore su entorno. En los murales se ven los abuelos con mensajes de convivencia y de cuidado del parque”.

La Presidenta de la Junta Comunal dice que solo con los dos murales que se han hecho se ha logrado que la gente mejore las fachadas de sus casas. 

Este barrio está conformado por ocho manzanas, que van de la Calle 21 a la Calle 25 y de la Carrera 4N (o Avenida del Río) hasta la Carrera 1. 

 El 60 % de los predios que  componen a El Piloto son residenciales, aunque existe una presencia importante de industrias pequeñas. “Se estima que vivimos unas 500 familias, porque hay sitios como los hoteles El Pingüino y El Chicote que funcionan como inquilinatos, concentrando una cantidad importante de personas”, explica Lady.

Por la Carrera 4N pasa la megaobra del Parque Lineal del Río Cali. Todos los líderes opinan que le cambiará la cara al barrio. Sin embargo, no ocultan su preocupación de que la renovación de la ribera del río será el primer paso para hacer la transformación del sector, tal como está sucediendo en El Calvario, donde hay un proyecto de renovación urbana en curso.

“Y no es que estemos en contra de que se vea mejor. Queremos que por nuestras casas se pague lo justo, incluso, que se nos permita seguir viviendo acá en las nuevas condiciones. Con el arte urbano estamos diciendo que estamos vivos, estamos presentes y que sin necesidad de tirar piedra, vamos a seguir con la lucha del barrio, tal como lo hicieron los seis abuelos que hoy están en los murales”, sentencia Lady.

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