Lluvias encendieron alerta por derrumbes en la Avenida Circunvalación

El deslizamiento que se presentó en la Avenida Circunvalación —luego de las lluvias torrenciales de la noche del martes y el miércoles en la mañana— dejó entrever la necesidad de reforzar la infraestructura en el cerro, para evitar que se repitan derrumbes que afecten la movilidad y amenacen los edificios y casas de barrios como Los Cristales, Tejares de San Fernando y El Mortiñal.

Así lo aseguraron expertos en ingeniería, quienes advierten que los movimientos de tierra que se han registrado esta semana son una advertencia de la naturaleza que no debe pasar inadvertida si se quieren evitar emergencias de gran magnitud a futuro.

Pero, ¿por qué se siguen registrando deslaves en este corredor que conecta al Sur con el Norte, si en años pasados se han hecho obras para contener la furia de la tierra? Según el mapa de microzonificación de la ciudad, por bordear la ladera, la Avenida Circunvalación está en una zona donde el suelo es rocoso e intermedio. Por ejemplo, entre las capas de tierra y roca hay coluvión, un material que se compone de sedimento y arcilla que se debilita ante la presencia de agua, lo que propicia los deslizamientos a la hora de un sismo o una lluvia intensa.

Vecinos de la Comuna 19 aseguran que en los últimos años se han registrado al menos cinco deslaves sobre la Avenida Circunvalación.

El presidente de la Sociedad de Ingenieros del Valle del Cauca, Miguel Charry, señaló que a esta condición del suelo se suma la deforestación que hay en el cerro que bordea la Avenida Circunvalación. En la loma, el papel de los bosques es fundamental, pues cuando hay fuertes precipitaciones estos retienen el agua; no obstante, las invasiones y urbanización en el sector hacen que el agua baje directamente a la vía y la convierta en un mar de lodo. Hace falta un filtro.

“Ya es hora de pensar en reforestar y recuperar lo fértil del suelo. Pero esto también debe complemetarse con infraestructura. Desde la ingeniería, la solución a los deslizamientos es construir en las zonas críticas del cerro una serie de gradas que amortigüen el agua, pues cada que el líquido cambie de grada pierde energía; abajo se pone una canaleta que recoge el agua y la lleva paralelo a la vía. Esta obra es urgente, no se puede esperar a que haya emergencias para tomar acciones de mitigación”, explicó Charry.

Carlos Guerrero, presidente de la JAC de El Mortiñal, dijo que se necesitan más muros de contención, con normas modernas, porque en cualquier momento se puede venir la loma y ocasionar una tragedia. Hemos pedido intervenciones, pero no sabemos si están esperando a que haya muertos para solucionar este problema”.

Por su parte, Sonia Rodríguez, residente del barrio Los Cristales, dijo que “esta es la quinta vez que veo un derrumbe de la montaña y cada vez es más tierra la que baja. Por suerte aún no se han presentado daños en casas o apartamentos, pero preocupa mucho que las lluvias sigan generando emergencias y que, de pronto, la loma se venga encima nuestro”.

El último muro de contención construido sobre este corredor fue el ubicado a la altura de El Mortiñal. Se ejecutó en el 2011.

Respecto a las obras para manejar las aguas lluvias, el secretario de Infraestructura, Marcial Quiñones, señaló que dichos trabajos, que sirven de disipadores de energía, son un requisito cuando se construyen vías en zonas de piedemonte y una carencia evidente en la Avenida Circunvalación.

“A futuro, estos trabajos habrá que hacerlos pero por ahora no están previstos porque no tenemos recursos. Lo que sí haremos será dejar ideas propuestas y diseños previos para orientar a la Administración siguiente para que vea lo que hay que hacer y cómo hallar los recursos”, dijo Quiñones.

Hasta el momento, explicó el funcionario, con lo único que cuenta este corredor vial para mitigar los deslaves de la montaña que lo bordea son los muros de contención en algunos tramos entre las carreras 24C y 36. Una solución insuficiente ante la amenaza del cerro.