Las iniciativas ciudadanas que le apuestan a ganar el premio cívico

A pocos días de la gala de premiación de la iniciativa ‘Por una Ciudad Mejor 2017’, que se realizará el próximo martes 28 de noviembre, El País sigue con su recorrido por las historias que hay detrás de la voluntad de caleños que durante años han consolidado proyectos sociales de impacto para la ciudad.

Rugby, danza folclórica, agricultura urbana y movimiento juvenil, son otras de las propuestas finalistas que participan para recibir una contribución económica de hasta $13 millones con el fin de seguir haciendo de Cali una ciudad más cívica.

‘Rugby para la Vida’ es un proyecto que surge de la alianza de tres organizaciones sociales: Fundación de Menos a Más, Sultanes y Máratas Rugby Club, que ha impactado a la comunidad infantil de la ladera en la Comuna 18, con la práctica de este deporte.

“Nuestros niños pertenecen a comunidades vulneradas, una población llena de tentaciones para los jóvenes con mucho tiempo libre, y ahí nace nuestro proyecto, con el objetivo de ser una barrera contra la violencia, los vicios y la delincuencia. En la práctica del rugby promovemos valores y habilidades para vivir, aquí los niños aprenden cantidad de conceptos y herramientas para salir a sortear los desafíos de la vida cotidiana”, manifestó Natalia Gómez Quenguán, directora de la iniciativa.

Destaca historias como la de “un joven de 15 años, que antes de conocernos, era un ser callado, tímido y reprimido. Ahora es toda una proyección de un líder disciplinado, constante e inspirador. Es un trabajo que queremos continuar, queremos seguir cambiado vidas”, añadió.

La Fundación Artística y Cultural Ballet Folclórico del Valle, ubicada en las comunas 13, 14, 15, 20 y 21 de Cali, busca a través de su iniciativa ‘Danza para Todos’ desarrollar en niños, niñas, jóvenes y adultos, mayores habilidades en el arte y la cultura, incentivando valores que fortalezcan su autoestima y la educación sobre el cuidado de su cuerpo.

Este es un proyecto liderado por Luis Zambrano, desde hace 18 años, con sus propios recursos y posibilidades. Solo este año logró impactar con baile y folclor a cerca de 200 caleños de sectores vulnerados.

“Yo crecí en el Distrito de Aguablanca y encontrarme con el baile fue como una tabla de salvación en medio de la falta de oportunidades. A mis 38 años soy bailarín empírico y autodidacta y con la danza colombiana he llegado a muchos rincones del mundo. Desde el año 2000 enseño a otras personas la magia que tiene el baile para transformar vidas”, relató el bailarín.

De lunes a sábado el emprendedor realiza sus clases en los diferentes sectores y barrios de cinco comunas de Cali y recibe apoyo de exalumnos que como él, hicieron del baile su proyecto de vida.

“¿Sabe qué es lo más bonito?, que todo el mundo me dice que yo qué gano esforzándome tanto por esto. Y mi respuesta siempre es que yo sé que algo grande nos espera. Igualmente es muy gratificante encontrarme con muchachos que fueron mis alumnos y ahora están triunfando con la danza fuera del país. Ganar el premio nos ayudaría mucho, pero si no es así, el sueño no va a parar”.

Construir relaciones respetuosas y sostenibles con la naturaleza es uno de los mensajes que el colectivo Sembrando Ando busca impulsar en la comunidad. A través de su proyecto ‘Biodiversidad urbana: Formas de habitar la ciudad’, fue seleccionado como uno de los finalistas del premio cívico.

“Tenemos una huerta ubicada en la Universidad del Valle ( Meléndez) y allí se están realizando unos proyectos pedagógicos con la comunidad. Los talleres son enfocados en la agricultura urbana, tener nuestros propios alimentos y que sea una siembra libre de químicos”, explicó Mónica Rodríguez, una de las coordinadoras del proyecto y añadió que el colectivo lo integran estudiantes y egresados de Univalle, así como personas externas.

Otra de las iniciativas que tienen en curso es realizar un proceso de rescate y conservación de las abejas sin aguijón en la ciudad, que están en vía de extinción, a través de la construcción de un criadero, como una estrategia de educación ambiental enfocada al reconocimiento y cuidado de las especies.

“Es necesaria la relación que tienen las personas con la naturaleza, pienso que poco a poco, con todo este sistema, hemos ido perdiendo esa relación con el medio ambiente, con el entorno y eso hace que nos convirtamos un poco en personas individualistas y no pensemos en hacer procesos colectivos que pueden tener mucho más impacto”, precisó Rodríguez.

Fe Urbana Sin Fronteras se creó hace diez años en el barrio Compartir en la Comuna 21.

Se trata de una iniciativa promovida por el movimiento juvenil Fe Urbana Nacional e Internacional, que le apuesta a generar espacios de participación incluyente, resaltando sus talentos desde la cultura, el arte, la educación, el deporte y la recreación.

“Motivamos a los jóvenes para que no solamente sean cantantes, bailarines o deportistas, sino que tengan una carrera profesional, que terminen su escuela y accedan luego a la parte universitaria, pero sin abandonar su sueño artístico o deportivo”, indicó Eddy Faider Cuero, fundador y director del movimiento.

Actualmente, la organización cuenta con 12 miembros activos e impacta a más de 400 jóvenes con sus actividades. Los integrantes del movimiento visitar un barrio, identifican las agrupaciones artísticas o grupos deportivos, luego los convocan “y empezamos la parte educativa, explicándoles cómo ese talento que tienen pueden convertirlo en un producto para que en el corto, mediano o largo plazo puedan vivir de eso y lo importante que es educarse”.

“Gracias a esto mucho jóvenes han transformado y cambiado su estilo de vida y manera de pensar”, dijo.

La gala de premiación es el próximo 28 de noviembre en el auditorio principal de la Cámara de Comercio de Cali, a las 6:00 p.m.

Los premios serán distribuidos así:$5 millones para el tercer puesto, $7 millones para el segundo y $13 millones para el primer lugar.

Las organizaciones que lideran las iniciativas entrarán en un programa de fortalecimiento organizacional para mejorar su gestión social.