Comienza el diseño de la solución al problema del agua en Cali

El próximo mes de mayo se dará inició a los estudios finales para la ejecución del proyecto que busca dar solución a los cortes de agua en Cali. Según proyecciones de Emcali y La CVC su elaboración durará un año y cuando culminen revelará casi a nivel de detalle y diseño de dónde traer el agua desde el río Cauca para evitar más suspensiones: ya sea desde El Paso de la Balsa o el sector de La Bolsa.

Como lo había revelado El País en ediciones anteriores, tras varios estudios de prefactibilidad que se realizaron, la solución definitiva a los cortes de agua, provocados por los eventos de contaminación y turbiedad del río Cauca, es traer el vital liquido desde la parte baja del embalse de Salvajina.

Rubén Dario Materón, director de la CVC, reiteró que tras los estudios realizados son estas las opciones para traer el agua a Cali y una de la ventajas es que se encuentran en jurisdicción del Valle del Cauca.
“Los estudios preliminares plantean la bocotama, los desarenadores (para quitar el sedimiento) y una planta de tratamiento en el sector de Pance que permita hacer una conexión con la red alta y baja del sistema de acueducto de Cali”, precisó el funcionario.

Estas alternativas, además de garantizar el agua para Cali en los próximos 50 años, también proyectan brindar el líquido para la zona expansión de la capital del Valle y el vecino municipio de Jamundí.
Asimismo, contempla suministrar agua a la planta La Reforma de la cual se surte la zona de ladera de Cali.

“Seleccionamos esta alternativa porque es la más rápida y económica, por eso descartamos los proyectos de los embalses en los ríos Timba y Jamundí”, precisó Materón.

Cristina Arango, gerente de Emcali, informó que en próximos días firmarán el convenio con la CVC para que se inicien a los estudios avanzados. “Estos estudios cuestan cerca U$1.3 millones y Emcali asumirá cerca de U$700.000. En la próxima junta directivas vamos a tocar el tema para contar con el aval y continuar”.

En cuanto a la preocupación de que los estudios se archiven y el proyecto no se ejecute por las Administraciones venideras, como ha sucedido en repetidas ocasiones, la ejecutiva señaló que apenas se tenga viabilidad se proseguirá con la iniciativa.

“Emcali tiene recursos y la idea es que los estudios que vamos a realizar en mayo nos planteen también qué opciones de financiación hay”, dijo.
Arango agregó que según los estudios preliminares traer agua arriba del río Cauca, desde el Paso de la Balsa o el sector de La Bolsa costaría cerca de US$400 millones.

“La idea con estos estudios avanzados es llegar a prediseños de la obra para tomar decisiones rápidamente”, señaló.

En relación con el embalse de Pichindé, un proyecto muy avanzado que planteaba traer agua desde la parte alta del río Cali, dijo que por ahora la prioridad es el proyecto del río Cauca.

Los estudios avanzados tendrán un costo de U$1.3 millones y Emcali asumirá cerca de U$700.000. Los recursos faltantes los pondría la CVC y se buscaría el apoyo del banco Interamericano de Desarrollo (BID). Los recursos de los tres organismos se manejarían a través de una Fiduacia.

Aunque fueron muy poco los detalles que se revelaron de los estudios de prefactbilidad, se conoció que las tuberías saldrían antes de desembocar los ríos Palo y Desabaratado, que son los que contaminan el río cauca, en especial cuando llueve.

Las líneas de tuberías, desde el paso de La Balsa hasta la planta que se construirá en Pance, tendrían una prolongación de 22. 5 kilómetros. Desde La Bolsa serían 5 kilómetros más. Serán dos tuberías de gran calado las que traerán el vital liquido hasta Cali. Si falla una, la otra servirá de respaldo.

Los problemas de contaminación y turbiedad en el río Cauca se comenzaron a registrar desde el 6 de mayo de 1998. Una creciente del río Palo, que duró 15 minutos, arrastró sedimentos hasta el Cauca provocando el corte del servicio de agua en el 80 % de Cali. Hoy, 19 años después, los episodios de turbiedad se prolongan hasta por diez horas. entonces a la fecha la conclusión es la misma: la fuente de agua de la que se abastece Cali, el río Cauca, está en franco deterioro y cada vez es menos confiable.