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Dagma pierde el año en acciones preventivas para mitigar el invierno y proteger los ríos

La entidad ambiental fue cuestionada por la Contraloría en cuanto a que no ha definido la planta de cargos que le permitan cumplir con las 115 funciones que debe desempeñar.

17 de septiembre de 2011 Por: Unidad Investigativa

La entidad ambiental fue cuestionada por la Contraloría en cuanto a que no ha definido la planta de cargos que le permitan cumplir con las 115 funciones que debe desempeñar.

Un vendaval, ocurrido el viernes 9 de septiembre, fue el anuncio del regreso del invierno. La copiosa lluvia y los fuertes vientos no sólo derribaron catorce árboles al sur de Cali, sino que desnudaron las debilidades que en materia ambiental sigue teniendo la capital del Valle.Dichas falencias, que se reportan también en otros sectores de la ciudad, no son desconocidas para el alcalde Jorge Iván Ospina, ya que la Contraloría de Cali le advirtió de ellas el pasado 17 de mayo, mediante una carta, conocida en el argot del organismo como Acción Preventiva, una facultad que tienen esas entidades.El diagnóstico de la Contraloría está basado en el análisis de la gestión del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, Dagma, y muestra señales de atraso en la aplicación de las políticas en la materia, así como en los presupuestos invertidos durante el gobierno del médico Ospina.Para dar una idea de la magnitud del déficit ambiental Alma Carmenza Erazo, la contralora municipal, expone una crítica contundente. “El Municipio dispuso para atender el abastecimiento y cuidado del agua $200 millones menos de los que ejecutó para el festival de música Petronio Álvarez en el 2010 y $5.600 millones menos de los que gastó en la Feria de Cali del mismo año”, señala Erazo.Según el concepto de la Contralora, “el principal riesgo ambiental es la debilidad institucional del Dagma pues el Municipio no ha definido la estructura o planta de cargos para que pueda responder a cabalidad por las 115 funciones asignadas en el Decreto 203 de 2001 y demás normas que la rigen”.Lo anterior se expresa en la manera como ha fluctuado el presupuesto ejecutado en contratación de personal en el Dagma durante los tres años que lleva el gobierno actual. Para el 2008 se gastaron $377 millones, lo que equivale al 3% del total del presupuesto de ese año. Ya para 2009 esa cifra pasó a ser el 9% del total con una contratación de personal que subió hasta los $2.561 millones y el año pasado ese rubro alcanzó los $3.727 millones, situándose en el 17% del total.De aproximadamente 445 contratos de personal que se firmaron en 2010, sólo 17 tienen un plazo de ejecución de 11 meses, uno dura ocho meses y 202 tiene vigencia por seis meses. El resto de los contratos es por un período inferior y en el mes de enero el Municipio no tuvo autoridad ambiental, toda vez que no se celebró contratación alguna de personal.Sobre este punto en particular, la Contraloría le jala las orejas al Alcalde habida cuenta de que en el Plan de Desarrollo que presentó Ospina hay un capítulo titulado: “Cali es Una, transparente, autónoma y eficiente”, el cual tiene por objeto adelantar una reforma administrativa en la cual se incluye al Dagma, “proyecto que no se realizó y que será una meta incumplida al finalizar este gobierno”.Otra preocupación de Erazo es que como el Dagma no cuenta con una estructura administrativa “la autoridad ambiental del Municipio pierde información y memoria institucional, tiene baja gobernabilidad, discontinuidad en sus programas y proyectos, su contratación tiene parámetros poco técnicos, su gestión es deficiente y no cumple metas”.Esto se explica en buena medida por el nivel irregular de los ingresos que tiene la entidad (ver gráfico), lo que genera un alto riesgo de incumplimiento.Otros pendientesEn Cali el recurso hídrico, el agua, es el que se identifica como el de mayor impacto en términos de suministro, calidad y escasez para su población. En varios estudios de expertos como la universidad del Valle y el Ideam, la disminución de la oferta de agua en el Municipio se atribuye entre otros al cambio climático, así como también a factores de contaminación.Según la Contraloría, frente a este panorama el nivel de las acciones “realizadas por el Dagma en la actual Administración es muy bajo y hoy las siete cuencas, los humedales y las aguas subterráneas de Cali están descuidadas”.El órgano de control detectó una significativa reducción de los dineros invertidos, ya que el promedio ejecutado por el Dagma entre 2005 y 2007 fue de $12.885 millones frente a los $2.780 millones que gastó entre 2008 y 2010.Y si la inversión para el agua, que es el principal recurso natural del Municipio, fue mínima, el dinero para el aire de Cali tampoco ha sido suficiente.Según Erazo para los problemas que afectan al aire el Dagma dispuso en 2010 de un total de $954 millones, que representan el 4% de su presupuesto, los cuales gastó en tres proyectos.En el único ítem donde el Dagma ha priorizado la inversión durante el período del alcalde Ospina, disponiendo de $45.440 millones entre 2008 y 2010, es en las acciones emprendidas para atender el suelo de la ciudad, donde se agrupan los programas de Residuos Sólidos, Gestión del Riesgo y Mejoramiento Urbano.Sin embargo, la Contraloría encuentra que “pese a la cuantiosa inversión, a la fecha no se han implementado los sistemas de gestión integral de residuos sólidos ni de escombros contenidos en el Plan de Gestión Ambiental, Pgirs, y en el Plan de Desarrollo”.Entre las razones del atraso están las investigaciones que los organismos de control adelantan a los convenios interadministrativos y de asociación firmados entre el Dagma y la Sociedad de Mejoras Públicas, así como con Emcali, cuya finalidad es construir la planta de reciclaje de residuos sólidos de Cali.Esta obra, que lleva más de un año de atraso, originalmente se iba a realizar en un lote de Emcali contiguo al reservorio de Puerto Mallarino, donde también se dispuso hacer un centro de investigación, pero la Contraloría ha advertido su inconveniencia desde mediados de 2010 y hoy se desconoce su estado.Para completar el cuadro de fallas la Contraloría cuestiona que el Dagma esté desarrollando “labores de corte de césped y poda de árboles, aprovechamiento de residuos sólidos y escombros, actividades que hacen parte del Servicio Especial de Aseo, actividades que deben ser prestadas por las empresas de servicios públicos según la Ley 142 de 1994”.Cali en riesgoEl Dagma también es responsable de realizar acciones de prevención y control de desastres e incendios forestales, así como adelantar proyectos de adecuación de áreas urbanas y suburbanas en zonas de alto riesgo, control de erosión, manejo de cauces y reforestación.Pese a ello y según la contralora Erazo, la entidad sólo destinó en el 2009 el 19% de su presupuesto para atender estas funciones de mitigación de riesgo, con una ejecución del 88% de lo presupuestado, para un total de $5.634 millones invertidos a través de siete proyectos de los once que presentó en el presupuesto.En 2010 la inversión bajó, situándose en $787 millones, lo que corresponde al 4% del presupuesto de la entidad, dinero que se gastó en cuatro proyectos.Ese año se dejaron de ejecutar proyectos vitales que hubieran servido para mitigar la temporada invernal que recrudeció a finales de 2010. No se amplió la sección hidráulica del río Cali, ni se hicieron las obras de mitigación. Tampoco se hicieron los estudios de hidrología, hidráulica y diseños de obra de los ríos Aguacatal, Cañaveralejo y Lili.Es por eso que como colofón de la Acción Preventiva, la contralora de Cali, Alma Carmenza Erazo, previendo lo que puede ser el próximo invierno, conmina al Alcalde Ospina para que “le de prioridad la inversión ambiental y atienda las siete cuencas hidrográficas y la indebida ocupación del territorio en las zonas de riesgo. Todas estas acciones deben comenzar por fortalecer a la autoridad ambiental mediante su consolidación administrativa, técnica y financiera”.Ante los cuestionamientos Efraín Sierra, director del Dagma, dijo que “los documentos referentes a la contratación de la entidad se encuentran a disposición de los organismos de control y veedurías ciudadanas, así como de toda la comunidad, para que sean consultados y de encontrar inconsistencias en los mismos le invitamos acudir a las autoridades competentes a efectos de hacer la denuncia a que haya lugar”.Abogada y contratistaMartha Cecilia Nuñez Ramos es una abogada de la Universidad Libre especializada en Gerencia del Medio Ambiente. A sus 45 años esta mujer, casada con Gerardo Rodríguez, es la coordinadora Jurídica del Dagma. De acuerdo con la información que registró en enero pasado en el formato único de hoja de vida, requisito indispensable para contratar con el sector público, Nuñez se desempeña en ese cargo desde hace tres años y de acuerdo con su último contrato, firmado el 16 de febrero de 2011, devenga $6 millones mensuales.Entre sus funciones está apoyar al área jurídica y de calidad ambiental en la sustanciación de sanciones, así como apoyar jurídicamente a la dependencia en materia contractual, esto último quiere decir que todos los contratos del Dagma pasan por sus manos y tienen su visto bueno.Ha trabajado con varios directores, entre ellos Alejandro de Lima, Jesús González, Carlos Rojas y el actual director del Dagma, Efraín Sierra, quienes dan fe de sus buenos servicios.Pero desde hace un par de meses es investigada por la posible comisión de varios delitos e infracciones al no haberse declarado impedida para revisar y dar el visto bueno a varios contratos con la Fundación Pachamama, cuyo representante legal es su esposo, Gerardo Rodríguez y ella figura, de acuerdo con la información que reposa en la Cámara de Comercio de Cali, como miembro del consejo directivo en primer reglón.

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