Crear más fuentes de empleo juvenil es un reto pendiente en Cali

En el Valle del Cauca se ha hecho un esfuerzo para dar mayor espacio laboral a los jóvenes, sobre todo, después del paro nacional, que evidenció aún más esta problemática.

Es así como las cifras del Dane evidencian una mejoría, pues para el primer trimestre del 2019 la tasa de desempleo juvenil era de 23,3 % y la de este año fue de 17,5 %.

Asimismo, durante los trimestres de noviembre 2022 - enero 2023 y diciembre 2022 – febrero 2023, se observó un claro repunte en términos de la tasa de ocupación de los jóvenes en Cali, la cual se ubicó por encima del 50 %.

John James Mora, coordinador del Observatorio del Mercado Laboral del Valle del Cauca y profesor titular del departamento de Economía de la Universidad Icesi, dijo que estos datos son un buen indicador si se compara con lo que ocurrió en el 2022 y 2021 donde la tasa de ocupación no superaba el 40 %.

De esta forma, al cierre del primer trimestre del año 2023 había en la ciudad 262.000 jóvenes (personas entre 15 y 28 años) con un trabajo.

Sin embargo, el profesor Mora señaló como preocupante la cantidad de jóvenes que están por fuera de la fuerza de trabajo. En el último trimestre fueron alrededor de 195 mil del total de 319 mil jóvenes que quieren y pueden trabajar, y esto representa casi el 60 % de la población total de jóvenes. A lo anterior se suma un incremento en el número de jóvenes que ni estudian ni trabajan en la capital vallecaucana.

De acuerdo con datos de Cali Cómo Vamos, 20 de cada 10 jóvenes en la ciudad ni estudiaban ni trabajaban para el cierre del año 2022. De ahí la importancia de incentivar a los jóvenes a que entren más al mercado laboral a través, por ejemplo, de capacitaciones, pero también de diseñar políticas públicas que los vinculen con su entorno.

“La mayoría son políticas públicas individuales, pero los jóvenes se relacionan de una manera grupal, espacial, a través de su propio entorno. Ahí es importante que las políticas públicas, sobre todo para mejorar la inserción de los jóvenes en el mercado laboral, estén relacionadas con el entorno, con un barrio, no con el individuo y es ahí donde no hemos podido avanzar”, aseguró el docente.

Por su parte, Jarrinson Martínez, secretario de Desarrollo Económico, señaló que es clave tener en cuenta dos consideraciones en cuanto a la participación de los jóvenes en materia laboral. Primero, que en tiempos de crisis y desaceleración económica, son ellos los que más se demoran en ingresar al mercado laboral y los que más rápidamente salen del mismo.

En tiempos de pandemia, Cali perdió cerca de 89 mil empleos juveniles y en el estallido social fueron más o menos unos 27 mil.

No obstante, sostuvo Martínez, en el último período ha habido una recuperación y se han generado nuevos empleos. “Los datos que tenemos es que de cada 100 jóvenes, cerca de 62 son los que participan en la Tasa Global de Participación, TGP, es decir, que tienen un empleo o están buscando uno. Y de ellos se considera que más o menos 19 de cada 100 que buscan un empleo no lo encuentran”, explicó el funcionario.

Hárold Londoño, gerente de Analítica y Estudios Económicos de la Cámara de Comercio de Cali, explicó que los jóvenes en la ciudad y en área metropolitana se ocupan principalmente en el sector comercio (25 %), industria manufacturera (16 %), administración pública y defensa, educación y salud (12 %) y actividades artísticas (11 %).

Estrategias para el empleo

Los grandes cambios del mercado laboral, agudizados por la pandemia, generaron expulsión de capital humano, nuevas formas de trabajo, rigideces en la contratación laboral, incidencia del empleo informal en la ciudad y aceleración de procesos de automatización.

“Esto estaría debilitando la estructura de la ocupación formal en la ciudad y ha generado la necesidad de apostar a políticas e iniciativas que aborden multidimensionalmente la problemática del desempleo acentuada en los jóvenes de la ciudad”, dijo Everardo Marín Buitrago, jefe de Empleabilidad de Comfandi, quien comentó que la entidad ha priorizado a la población joven dentro de apuestas estratégicas como ‘Empléate Valle’, donde se ha logrado la atención de 639 jóvenes.

Adicionalmente, dijo que han operado proyectos en alianza con la firma Manpower para promover la vinculación de jóvenes profesionales en la región.

“En alianza con la Cámara Colombo Americana – Amcham, la Agencia de Empleo de Comfandi continúa liderando iniciativas como ‘Empleo hay’, y estamos haciendo énfasis en habilidades socioemocionales, bilingüismo y sector STEAM (ciencia, tecnología y matemáticas) que serán apuestas para conectar a cientos de jóvenes a oportunidades de vida”.

Durante el primer trimestre de 2023, lograron 1600 contrataciones en población joven, representando estos el 48% del total de usuarios que atiende la agencia de empleo.

Igualmente, Clara Eugenia Orozco, gerente de Empleabilidad de Comfenalco, sostuvo que el año pasado adelantaron una estrategia con la Fuerza Pública para intervenir a los jóvenes recién egresados del servicio militar impactando a más de mil jóvenes, de los cuales se han colocado a 200 en empresas.

Además, iniciarán una estrategia de acompañamiento con los jóvenes de grado 11 para su reinserción al mundo laboral. En total serán 40 colegios con una población aproximada de tres mil jóvenes. Agregó que son la segunda agencia autorizada por la Unidad Especial de Servicio Público de Empleo en prestar servicios y colocación de empleo transnacional, es decir, que trabajarán con empresas del extranjero, que permitirá ofrecer no solo alternativas laborales, sino también mitigar el tema de desempleo en los jóvenes.

Profesionales del grupo Compromiso Valle, que han liderado varios proyectos con jóvenes en Cali, consideran que algunas de las barreras que se han identificado en el proceso de empleabilidad inclusiva en la ciudad son, entre otras: la falta de conocimientos en relación con los perfiles de los cargos requeridos, sesgos por el barrio de residencia, no contar con habilidades blandas desarrolladas (comunicación asertiva, adaptabilidad, trabajo en equipo, resolución de conflictos, control emocional, seguimiento de normas).

También, la falta de acceso a transporte público, dificultad en el proceso de adaptación: cumplimiento de horarios y protocolos de la empresa. No contar con experiencia laboral formal, no haber culminado la formación media, tener antecedentes penales, falta de red de apoyo para el cuidado de hijos o familiares, fronteras invisibles que dificultan el cumplimiento de turnos e intereses mayores en la informalidad.