Cartas de amor a Cali: un saludo desde Islas Canarias
Desde varios kilómetros de distancia, Jaime Rodríguez le envía un saludo a la sucursal del cielo. Disfrute estos versos.
Desde varios kilómetros de distancia, Jaime Rodríguez le envía un saludo a la sucursal del cielo. Disfrute estos versos.
Desde la isla de Santa Cruz de Tenerife (Islas Canarias), nuestro usuario Jaime Rodríguez Torres nos comparte un poema dedicado a esa ciudad que tanto extraña: Cali.
Esta carta de amor a Cali hace parte de la campaña #DeCalisehablabien, con la que esta casa editorial está recogiendo los sentires de todos aquellos enamorados de Cali a través de fotos, mensajes y textos inéditos.
Hasta el próximo 25 de julio recibiremos los aportes de todos aquellos que quieran enviarle un piropo a Cali.
A MI CIUDAD, CALI
Ha llegado la noche. Mi ciudad duerme.
Las calles se estiran en su silencio
Y dejan salir de su empedrado cuerpo,
Aquellas palabras que quedaron un día flotando
En la mente de sus puertas.
Mi ciudad sueña.
Despiertan sus árboles
Que empiezan a mover sus brazos
Para limpiar el aliento callejero de su gente.
Mientras que sus hojas arrastran
Las miradas inquietas de gente sin cobijo.
Duerme mi ciudad
Y sus torres vigías desde lo alto miran
La elegancia de sus calles cubiertas de murmullos.
Y duermen sus plazas y duerme su gente.
Toda la ciudad con sus ojos cerrados
Se ve llena de luciérnagas fantásticas
Rezando ella, una oración al cielo,
Para que la gente del mañana
No olvide nunca quién era su ciudad.
Ha llegado la noche y mi ciudad no duerme.
Era mentira,
Solo duermen sus hombres por sus estiradas calles
Que estira sus verdes alfombras
Sobre los empedrados suelos,
Para que las lágrimas de su gente
No caigan en vano y se vayan al olvido.
Gloria a ti, ciudad de Cali,
Gloria a Dios porque allí me dejó vivir,
Porque yo también soy tu hijo
Y nunca duermo en tus noches,
Porque me gusta acariciar tus calles con mis pies
Y arroparme con el suave murmullo
De tus muchas serenatas al amor.