Caleños están insatisfechos con apariencia de Terminal de transportes

En Facebook, ciudadanos pidieron que sea reformada. Las directivas del Terminal sostienen que no se puede por ser patrimonio.

Los caleños no se sienten contentos con la  terminal. La apariencia que tiene el edificio de 41 años de edad no satisface a los viajeros, quienes aseguran que la edificación se ha quedado detenida en el tiempo, mostrando  problemas de aseo y seguridad. 

Estos fueron los resultados que arrojó un foro de El País en su página oficial de facebook,  donde  se preguntaba por las condiciones y los servicios que presta la terminal de transportes.

Cerca del 96% de las 498 opiniones recogidas en el foro, señalan que los usuarios consideran que las  instalaciones son ‘feas’, anticuadas.

Tal como lo dice Ximena Martín, una de las participantes  “No le caería mal una remodelación y una ampliación para mejorar el servicio, lleva desde los 70s en el mismo estado”. 

Frente a este tipo de apreciaciones, María Alejandra Bolivar,  vocera oficial de la Terminal, explica que por tratarse de un  'Bien de Interés Cultural', la edificación no puede ser intervenida con remodelaciones mayúsculas en la fachada o al interior de la edificación, esto, con el fin de preservar el valor arquitectónico e histórico de la ciudad.

Sin embargo, para Victor Martínez, presidente de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, esto no constituye un impedimento ya que “la terminal puede implementar un ‘Plan especial de Manejo de Patrimonio’ para hacer las remodelaciones que considere”. “Solo necesitan un buen plan maestro y un asesor con experiencia”.  

Desde el año 2010 la Terminal ha  adelantado remodelaciones menores, de las que se pueden resaltar el cambio de dos ascensores, rampas y escaleras eléctricas, así como la entera adecuación  de dos unidades de baños.

Bolívar asegura que las carpetas asfálticas por donde circulan los buses en el segundo piso y las del parqueadero público, también han sido cambiadas. 

Sin embargo,  estas obras no parecen  satisfacer las necesidades de los usuarios, quienes exigen  una terminal más moderna y agradable, capaz de igualar a las terminales de Medellín y Bogotá.

Orden y seguridad

A pesar de que Stefany Cifuentes,  usuaria del terminal, asegura “que se siente una inseguridad tremenda” al interior de las instalaciones, Jairo Peláez, jefe de seguridad, afirma que “al interior del edificio, no se han presentado atracos o casos de robo a mano armada”.

La mayor parte de las denuncias, señala, obedecen a casos relacionados con “gente que aborda a los pasajeros con el ánimo de engañarlos”  haciendose pasar por empleados de las transportadoras, quienes aprovechan  para despojar a los viajeros de sus equipajes y de su dinero.

 Para esos casos, Bolívar señala que  la terminal tiene un circuito cerrado de televisón que opera las 24 horas del día, cuenta un nutrido número  de guardas de seguridad privada, así como con un CAI de policía y una oficina del grupo Gaula, encargados de garantizar “la seguridad dentro de la terminal, que es nuestra competencia, no la de sus alrededores” enfatiza.

  De igual manera, Bolivar responde a los comentarios que señalan la falta de aseo en la terminal, diciendo que “40 operarios de aseo prestan el servicio” realizando rondas constantes de limpieza en las  instalaciones del edificio.  

¿Una nueva terminal?

Alejandra Bolivar afirma que incluida en la  ‘hoja ruta de inversiones’,  está la propuesta de construir una sede de la terminal al sur de Cali. 

Sin embargo, las obras aun no cuentan con una fecha de inicio definida.

“Actualmente estamos en una fase de estudios y estructuración de la propuesta”. se prevee que “funcionen la sede central, y la sede sur paralelamente”. 

La idea, asegura Bolivar, “es crear una terminal totalmente distinta y a la vanguardia” que satisfaga las necesidades de la comunidad.