En el panorama automotriz actual, los vehículos eléctricos e híbridos están ganando terreno rápidamente, impulsados por los altos precios del combustible, incentivos como la exención del pico y placa y beneficios fiscales. Estas ventajas hacen que los vehículos eléctricos (VE) y los híbridos parezcan la opción ideal para muchos consumidores. Sin embargo, tras la fascinante tecnología y los beneficios económicos, se esconde una problemática significativa que necesita atención: la durabilidad y vida útil de las baterías.

Mientras que los vehículos eléctricos e híbridos ofrecen numerosas ventajas económicas y ambientales, la cuestión de la durabilidad de las baterías emerge como un tema crítico que requiere atención, tanto de consumidores como de reguladores. | Foto: Gettyimages

La preocupación principal en torno a los vehículos eléctricos e híbridos radica en la incertidumbre sobre la longevidad de sus baterías. Juan Pablo Clopatofsky, un renombrado piloto y experto en automoción, ha destacado este asunto en recientes declaraciones, respaldado por editoriales de figuras autorizadas como su padre, José Clopatofsky. La crítica no es infundada; al adquirir un vehículo eléctrico o híbrido, los consumidores a menudo no poseen información clara sobre cuánto tiempo funcionarán efectivamente las baterías antes de necesitar una costosa sustitución.

Impacto económico de la sustitución de baterías

Uno de los aspectos más desalentadores es el costo asociado con el reemplazo de las baterías, que puede exceder el 45% del valor original del vehículo. A medida que un vehículo envejece y su valor de mercado disminuye, el coste de una nueva batería puede aproximarse al 100% del valor comercial del vehículo en el momento de la venta. Este hecho plantea un dilema económico significativo para los propietarios y potenciales compradores.

La posible implementación de medidas como los indicadores de vida útil de las baterías podría ser un paso crucial para mitigar las preocupaciones existentes y mejorar la transparencia y confianza en esta tecnología prometedora. | Foto: Getty Images

Ante estos desafíos, organismos como la Agencia de Protección del Ambiente (EPA) de Estados Unidos están considerando medidas regulatorias. Se discute la posibilidad de imponer a los fabricantes la obligación de incluir en el tablero de los vehículos, a partir de 2027 y 2032 para modelos híbridos y eléctricos respectivamente, un indicador que muestre la carga restante de la batería en términos de vida útil. Esta medida permitiría a los usuarios tener una idea más precisa del estado de la batería y cuánto tiempo podrán seguir utilizándola eficazmente.

Expectativas de vida útil de las baterías

Según estándares propuestos, se espera que cuando un vehículo eléctrico alcance los 100 mil kilómetros, sus baterías mantengan al menos el 80% de su capacidad original, y un 70% al llegar a los 160 mil kilómetros. La implementación de un indicador de vida útil en los vehículos no solo facilitaría una mejor gestión por parte de los usuarios, sino que también impondría una responsabilidad adicional a los fabricantes en cuanto a la calidad y durabilidad de las baterías.

Con la potencial aprobación de nuevas regulaciones, las revisiones periódicas de los vehículos deberán incluir verificaciones del indicador de vida útil de las baterías. Cualquier anomalía detectada podría ser atribuida directamente a los fabricantes, aumentando así su responsabilidad en el mantenimiento de altos estándares de calidad y fiabilidad.

*Este artículo fue creado y versionado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.