En una cirugía que tardó ocho horas, el médico logró unir la mano que le cortaron de un machetazo al joven de 16 años.

Como si se tratara de un verdadero milagro, un adolescente de 16 años, a quien su padrastro le amputó de un machetazo su mano izquierda, volverá a sonreír gracias a la pericia y dedicación de un médico cirujano plástico reconstructivo que le “pegó” esa parte del cuerpo en un procedimiento que se prolongó por espacio de ocho horas.

El procedimiento quirúrgico se llevó a cabo en la clínica San Francisco de Tuluá, en donde labora desde hace varios años el médico, Francisco Javier Villegas Alzate, un profesional de la Medicina que hace verdaderos milagros.

Según el doctor Villegas, el paciente fue remitido del Hospital Universitario de Armenia, cuatro horas después de que se presentara un caso de intolerancia en el barrio Obrero de esa localidad, en donde un hombre, presa de los celos, asesinó a la madre de este joven, golpeó a uno de sus hermanos y cuando el adolescente trató de defender a su madre también fue agredido por su padrastro.

Teniendo en cuenta la experiencia del médico Francisco Villegas, quien ha realizado con éxito 19 reimplantes de este tipo y que la clínica San Francisco de Tuluá cuenta con los equipos y elementos necesarios para hacer esta clase de procedimientos, fue que los médicos de Armenia tomaron la determinación de remitir a ese paciente.

Con el apoyo de un ortopedista, un anestesiólogo y varios asistentes, el doctor Villegas, utilizando un microscopio especial, empezó a unir una a una las arterias, las venas, los tendones, las articulaciones, los huesos con un acero quirúrgico y los nervios que son los “cables” que transmiten la electricidad desde la columna y el cerebro a esa extremidad.

[[nid:503628;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/02/doctor-francisco-villegas-alzate-1.jpg;full;{El médico Francisco Javier Villegas, quien realizó la intervención.Foto: El País Tuluá}]]

Según el médico Villegas se trata de un trabajo muy dispendioso, porque es unir pequeñas mangueras (las venas) hasta de dos milímetros de diámetro.

Una de la operaciones más recientes y que los medios de comunicación resaltaron a nivel nacional, se llevó a cabo el 2 de septiembre de 2013 cuando el médico Villegas Alzate le reimplantó el brazo izquierdo a una ama de casa de 35 años que minutos antes sufrió la amputación total de la extremidad superior por un accidente de tránsito que se registró en la doble calzada a la altura del municipio de Bugalagrande.

Meses antes, un campesino del corregimiento de Puerto Frazadas, zona montañosa de Tuluá, tuvo la suerte de recuparar la mano derecha luego de perderla en una riña.

En el caso de adolescente de 16 años, que se encuentra en recuperación en la clínica San Francisco se requiere, además de un tratamiento psicológico, que haga terapias durante los próximos seis meses para que pueda recuperar totalmente la movilidad de su mano izquierda.

Gracias a la técnica de microcirugía que utilizó el doctor Francisco Villegas, cualquier parte del cuerpo que haya sido amputada puede ser reimplantada, pero siempre y cuando existan las condiciones ideales de tiempo, disponibilidad y si el paciente se encuentra en buenas condiciones para soportar el procedimiento.