En el municipio de Jamundí, ubicado a escasos kilómetros de la capital del Valle, las disidencias de Iván Mordisco se están dando el lujo de montar una estructura criminal que desafía al Estado democrático.
“La guerrilla es la ley”, reveló un vocero campesino en diálogo con la revista Semana. Tanto así que, en la zona rural del municipio, el medio de comunicación pudo conocer impactantes pruebas donde se evidencian a integrantes de este grupo criminal patrullando con ‘fusiles en mano’ y realizando los respectivos retenes a ciclistas, a quienes se les exige documentación al día.
El primer retén de los criminales está en el corregimiento Ampudia, a tan solo diez minutos en carro desde el centro de Jamundí y sobre la carretera se pueden encontrar pancartas, pasacalles y grafitis que indican que el territorio es de Mordisco.
Uno de los líderes campesinos de la zona, quien pidió mantener su nombre anónimo, habló con Semana: “Los retenes están en las veredas Cascarilla, Pradera, La Cima, La Liberia y Ampudia, entre las seis de la mañana y las cinco de la tarde. Todo el que entra y sale ya sabe que se debe reportar con ellos (la columna Jaime Martínez)”.
“Las normas” que permiten la circulación
La Revista reveló que las personas que habitan en la zona rural de Jamundí deben portar, en un lugar visible, el carné de movilidad, el cual es expedido por la columna Jaime Martínez. El trámite de este documento se debe realizar, pues permitirá la circulación en el sector. Los habitantes entregan su cédula al comandante de turno y, días después, les llega el plástico.
- Pagar una multa de 3 millones de pesos en efectivo.
- Abonar un millón de pesos en efectivo y ser secuestrado por ocho días, durante ese tiempo el habitante sería sometido a realizar trabajos forzados que casi siempre estarían relacionados con el paso de la droga hacia el Pacífico.
- Ser ‘esclavizado’ durante 25 días, si el campesino no cuenta con el dinero necesario.
En ese sentido, otro líder campesino anotó que “hasta hace dos años, la situación era manejable, pero hoy ellos (la disidencia Jaime Martínez) son dueños de todo, hasta de nuestras vidas”. Asimismo, señaló a la carretera y confirmó: “Ahí tiraron una bomba”.
Por otro lado, las personas que no residen en la zona también deben contar con el respectivo permiso. Sin embargo, los requisitos de movilidad son diferentes: el trámite debe realizarse directamente con una carta que explique el motivo de ingreso al territorio, este documento debe estar dirigido al comandante de turno de las Farc.
En dicho papel se debe especificar hora, día y quién lo recibirá. Cabe recordar que el pasado domingo, unos ciclistas fueron retenidos en la zona rural de Jamundí, pues no contaban con el respectivo permiso para movilizarse en el sector.
Asimismo, en el manual de ‘buen comportamiento’, los vehículos tienen que transitar con los vidrios abajo y los motociclistas no pueden usar cascos.
El medio de comunicación anotó que, a pesar de que las Fuerzas Armadas no lo admitan, también se les dificulta movilizarse en la zona. Como sucedió en el corregimiento Ampudia, la supuesta comunidad le solicitó a las tropas del Ejército retirarse. Después se conoció que en realidad, quienes salieron a hostigar a los soldados fueron disidentes ‘disfrazados’ de campesinos.
Una alta fuente del Ejército le reveló a Semana que las Farc manipularían a algunos integrantes de la Coccam (Coordinadora Nacional de Cultivadoras y Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana) para que hagan asonadas contra el Ejército.
Según datos de la Comisión de Verificación, en 2024 más de 200 “retenciones” han sido cometidas por la columna de Jaime Martínez. En ese sentido, 11 han terminado en secuestros prolongados y un asesinato. La manera para quedar libre sería realizar el pago solicitado. “Son unos salvajes asesinos”, le comentó a Semana un líder de la zona.