Las pymes del Valle aseguran que hay intenciones de exportar, pero a la vez consideran que pasar del dicho al hecho será difícil, porque falta mucha preparación de las compañías y del país.

Como un espejismo ven los directivos de las micro, pequeñas y medianas empresas de Cali y el Valle las posibilidades de exportar con el TLC entre Colombia y Estados Unidos. A 21 días de que entre a operar dicho tratado, el consenso es que Colombia, y en particular el Valle del Cauca, no están preparados para el ejercicio exportador. Fernando Echeverry, director ejecutivo de Acopi Valle, sostiene que las Mipymes sí se están preparando con capacitaciones, innovaciones, inversión en tecnología, pero que el sector tiene muchos y grandes problemas a pesar de que el TLC ya es un hecho y está jugada la mesa. El ejecutivo señala como el obstáculo más grave la consecución del capital ya que en el sector financiero el crédito para las micro, pequeñas y medianas empresas es 12% más alto que el que se le da a la gran empresa. “Es decir, el dinero vale mucho para ellos y como no tienen garantías, no les dan créditos o les prestan lo que el banco decide, aparte de todos los requisitos que les piden”. Un joven microempresario que prefirió reservar su identidad, ratificó que en Colombia es muy difícil exportar porque no hay las condiciones para competir con Estados Unidos. “A nivel financiero, sólo en la Florida hay 38 bancos, aquí en todo el país sólo hay tres grupos financieros y a la gente común no nos prestan plata”. Echeverry admite que en capacitaciones se ha avanzado, pero no se ha llegado a feliz término, y que algunas empresas han realizado el ejercicio exportador, pero no lo han podido consolidar por falta de recursos. “Necesitamos es acceder a la financiación porque con ella se logra conocimiento, tecnología y abrir los mercados”. Los empresarios consultados coinciden en que otro problema grande es el de la infraestructura. “No tenemos mucha certeza del beneficio que va a traer el TLC a Colombia, amén de que tenemos una infraestructura deficiente, un Puerto de Buenaventura con un dragado insuficiente para barcos de gran calado, el problema de la doble calzada, así que el TLC es como un espejismo no muy claro a la industria”, dijo Fernando Álvarez, gerente de Industrias Químicas Aserquim Ltda. El microempresario que prefirió reservar su nombre, enfatizó que “no nos estamos preparando para el TLC porque el mero transporte de un contenedor Cali-Bogotá es más costoso que Corea-Buenaventura”, denunciando los problemas del “centralismo salvaje”. “Colombia puede firmar TLC con EE.UU., con Corea o con el que sea, pero cuando los chinos y los japoneses vienen, creen que nosotros estamos locos porque el aeropuerto más importante de Colombia está en el altiplano cundiboyacense entre tres cordilleras, mientras que el de Cali, que figura entre los menos cerrados del mundo por sus excelentes condiciones climáticas, permanece sub- utilizado. Las economías más boyantes del mundo se han desarrollado sobre ciudades costeras, pero aquí es al contrario y eso no es competitividad”. A ésto, Eudoro Román, gerente de Polietilenos del Valle, afirma que “nuestra competitividad está muy marcada por variables externas como la falta de infraestructura vial, incluyendo el puerto de Buenaventura que se está quedando atrás y donde los fletes son determinantes de nuestro costo, los impuestos que pagamos también deben revisarse”. Por todo ello, Álvarez insiste en que “nosotros estamos preparados, pero el país no; Colombia quiere que exportemos, pero los costos de los transportes se comen los valores de los productos a exportar, las condiciones no están dadas y por eso estamos en el mercado nacional –del cual tiene un porcentaje importante– y miramos con escepticismo el internacional”. “Tendríamos la capacidad técnica, las certificaciones que nos exigen, pero necesitamos una infraestructura y un sistema de transporte en el país que nos garantice que los costos no se pierdan y el producto pueda ser exportado a esas latitudes”, concluyó Álvarez. Por su parte, María Teresa Peñaranda, presidenta de la junta directiva de Adicomex, ve con mejores ojos el panorama. Dice que los empresarios de Cali ya tienen otra visión de la cultura exportadora. “Antes nos contentábamos con vender a Venezuela y ahora están atentos a buscar nuevos mercados y a prepararse no sólo para el TLC con EE.UU. sino con otros destinos para sus productos”. La dirigente gremial dijo que hay empresas muy buenas que están en capacidad de mirar a otros mercados, no sólo el de Estados Unidos, sino Canadá, donde son muy bien recibidos los productos colombianos por su calidad, como los plásticos, los alimentos, confecciones y hasta palos para escobas, traperos y recogedores, entre otros. Una de ellas es Polietilenos del Valle, una empresa con 34 años en el mercado que está aprovechando el acompañamiento de su ‘Big Brother’ que es Colombina S.A. para explorar en el ejercicio exportador. “En los últimos tres años hemos hecho inversiones importantes en adquisición de tecnología, logística y capacitación con miras no sólo en el mercado norteamericano sino también para colocarnos al nivel que el mercado nacional nos está exigiendo”, explicó su gerente Eudoro Román. Eso sí, Peñaranda aconseja a las pequeñas y medianas empresas unirse en cooperativas para que logren conseguir mercados y responder cuando empiecen a tener demanda en grandes volúmenes.

Exportar...

Empresarios se quejan de que la licencia del Invima se demora mucho para productos farmacéuticos y alimenticios. Firmas como Aserquim Ltda. exporta cuatro veces al año a Curazao y proyecta llegar a Centroamérica, Panamá, México y Chile. Esta empresa cuenta con la certificación Icontec ISO 9001 versión 2008; con el sistema de la ISO 14.000, está en proceso de la ISO 18.000 y participó en la redacción de la guía técnica colombiana de la NTC 26.000. Polietilenos del Valle tiene certificación Icontec y página web, pasos básicos para vender en el exterior. La firma tiene una capacidad instalada de 35% disponible, equivalente a 110 toneladas más al mes.