La madre del recién nacido es una mujer de 42 años perteneciente a un resguardo indígena de la comunidad Embera-Chamí.

Un bebé que nació con una deformación física (anencefálico), fue abandonado por su madre en la sala de neonatos del Hospital Tomás Uribe Uribe de Tuluá.La madre del recién nacido es una mujer de 42 años perteneciente a un resguardo indígena de la comunidad Embera-Chamí del corregimiento de Naranjal, en el cañón de Garrapatas.Según Gloria Milena Leyton, auditora de calidad del Hospital Tomás Uribe Uribe, el abandono de la criatura se debe a que los indígenas no aceptan los niños con malformaciones porque consideran que eso se debe a un castigo divino.Asimismo, la funcionaria indicó que por falta de controles médicos durante el embarazo, a la mujer no se le pudo practicar un aborto terapéutico, como lo establece la ley.