Viajar fuera de Estados Unidos durante la temporada de Navidad y Año Nuevo es una tradición para miles de residentes permanentes legales que aprovechan estas fechas para reencontrarse con sus familias en distintas partes del mundo.

Sin embargo, las autoridades migratorias insisten en que el regreso al país no depende únicamente de tener el pasaje comprado o las maletas listas. Pues mantener el estatus de residente permanente exige cumplir con una serie de requisitos documentales y migratorios que, de no observarse, pueden derivar en demoras, interrogatorios adicionales o incluso en la pérdida de derechos adquiridos.

La tarjeta de residente permanente, conocida como green card o Formulario I-551, es el documento central que acredita la condición migratoria y permite tanto la salida como el intento de reingreso a Estados Unidos.

Más allá de los documentos, a las autoridades les preocupa la duración de la ausencia, ya que los viajes prolongados pueden poner en duda que el residente mantenga a Estados Unidos como su hogar principal. | Foto: AFP or licensors

Al llegar a un puerto de entrada, un oficial del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) revisa que este documento esté vigente y que la persona continúe cumpliendo las condiciones para ser admitida como residente permanente.

Además de la green card, las autoridades verifican la identidad del viajero mediante documentos complementarios, principalmente el pasaporte válido del país de ciudadanía.

De acuerdo con el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), este control tiene como objetivo confirmar que el residente mantiene su estatus legal y que Estados Unidos sigue siendo su lugar de residencia principal.

Las guías oficiales también recuerdan que, aunque la tarjeta de residencia es clave para el reingreso, el pasaporte suele ser indispensable para salir del país y es exigido por las aerolíneas internacionales.

A estos requisitos se suman las condiciones migratorias del país de destino. Visas, permisos especiales o tiempos máximos de estadía dependen de la legislación local y no del estatus migratorio en Estados Unidos, pero pueden afectar el viaje si no se cumplen.

Más allá de los documentos físicos, uno de los aspectos que genera mayor atención por parte de las autoridades es la duración de la ausencia. Ya que, la legislación migratoria estadounidense establece que los viajes prolongados pueden poner en duda la intención del residente permanente de conservar a Estados Unidos como su hogar principal.

En ese sentido, USCIS advierte que las ausencias extensas pueden interpretarse como un abandono del estatus, incluso si la green card sigue vigente.

Además de la green card, las autoridades verifican la identidad del viajero mediante documentos complementarios, principalmente el pasaporte válido del país de ciudadanía. | Foto: AFP or licensors

¿Qué sucede si necesita salir de EE. UU. por un largo tiempo?

Cuando la estadía fuera del país supera el año, la recomendación oficial es solicitar antes de viajar un Permiso de Reingreso mediante el Formulario I-131.

Este documento permite demostrar que no existe intención de abandonar la residencia permanente y facilita el retorno sin necesidad de realizar trámites consulares adicionales.

En caso de no contar con este permiso, el residente podría verse obligado a solicitar una visa de residente que regresa (SB-1) en una embajada o consulado estadounidense, un proceso más complejo que exige probar que la permanencia prolongada fuera del país se debió a circunstancias ajenas a su voluntad.

USCIS también contempla escenarios como la pérdida o el robo de la green card durante el viaje. Aunque existen mecanismos oficiales para atender estas situaciones, el residente no queda exento de una evaluación migratoria al regresar, lo que puede implicar entrevistas y verificación adicional de su historial.

En conclusión, viajar durante Navidad o fin de año con tarjeta de residente permanente requiere algo más que una planificación turística. Verificar la vigencia de los documentos, considerar la duración del viaje y revisar con anticipación las recomendaciones oficiales de USCIS y CBP son pasos clave para evitar contratiempos y asegurar un regreso sin sobresaltos a Estados Unidos.