En el suroeste antioqueño, a orillas del río Cauca y a tan solo 90 kilómetros de Medellín, se levanta Cauca Viejo, un poblado singular en el país por ser el único de carácter privado.
Su arquitectura colonial, de casas blancas con balcones de madera, calles empedradas y plazas centrales, evoca la tradición de los pueblos paisas del siglo XIX, aunque se trata de una recreación construida a mediados de la década de 1990 como proyecto turístico y residencial.
El poblado no surgió de un asentamiento histórico, sino de la iniciativa de un grupo de empresarios que buscaban rescatar la estética de los pueblos tradicionales y ofrecer un destino de descanso con identidad cultural.
Hoy, Cauca Viejo se ha consolidado como un espacio para el turismo, con hoteles boutique, restaurantes, casas vacacionales y actividades en contacto con la naturaleza.
Turismo y regulación privada
Al ser un pueblo privado, el acceso, la administración y el mantenimiento del lugar están en manos de una corporación encargada de su gestión.
Esto significa que no existen autoridades municipales propias, pues el territorio hace parte del municipio de Jericó, Antioquia, pero la organización que lo administra regula el ingreso, el uso de los espacios y las normas de convivencia.
Este modelo ha permitido conservar la estética y el orden urbano de Cauca Viejo, que se ha convertido en un atractivo para visitantes nacionales y extranjeros.
Sus calles adoquinadas, la iglesia central y la vista panorámica al río Cauca son parte de la experiencia que cada año atrae a miles de turistas, especialmente en temporadas vacacionales.
El poblado ofrece además actividades de turismo de naturaleza, como caminatas, cabalgatas y recorridos por el río.
El entorno natural, sumado al diseño arquitectónico, ha hecho de Cauca Viejo un lugar recurrente para grabaciones, sesiones fotográficas y encuentros culturales.
Un modelo que genera debate
Cauca Viejo es reconocido por su tranquilidad y el cuidado de sus espacios, características que se explican por el régimen privado bajo el que funciona.
Sin embargo, esta condición también ha generado debate, ya que no se trata de un pueblo con la dinámica social y comunitaria propia de los municipios tradicionales, sino de un espacio planificado para el turismo y la segunda vivienda.
A pesar de ello, su existencia ha abierto la discusión sobre nuevos modelos de desarrollo en zonas rurales, donde la iniciativa privada apuesta por rescatar estéticas históricas y convertirlas en motores de economía a través del turismo. Cauca Viejo es, en la práctica, una mezcla de patrimonio recreado y proyecto inmobiliario, que en tres décadas ha logrado posicionarse como uno de los destinos más particulares de Antioquia y del país.
Cómo llegar a Cauca Viejo
Cauca Viejo se encuentra en el suroeste de Antioquia, a unos 90 kilómetros de Medellín. El trayecto dura entre dos y tres horas por carretera.
La ruta más usada es la vía Medellín – Bolombolo – Puente Iglesias – Jericó.
Desde Jericó, son aproximadamente 20 minutos en vehículo particular hasta el acceso al poblado. También se puede llegar en transporte intermunicipal hasta Jericó o Támesis y, desde allí, tomar servicio de taxi o transporte local hacia Cauca Viejo.
Quienes vienen desde el sur del país pueden llegar por la Troncal del Café (vía Manizales – Pereira – La Pintada) y conectar con el desvío hacia Jericó.
Al ser un pueblo privado, la entrada es regulada por la administración del lugar, por lo que se recomienda verificar disponibilidad de alojamiento o acceso antes de emprender el viaje.
Sitios y experiencias turísticas
Aunque se trata de un poblado recreado, Cauca Viejo conserva la esencia de los pueblos paisas. Entre sus atractivos principales están:
- La Plaza Central y la iglesia: corazón del pueblo, rodeada de casas blancas con balcones de madera, cafés y restaurantes.
- Las calles empedradas: ideales para recorridos a pie y fotografías con un ambiente colonial.
- Miradores al río Cauca: ofrecen vistas panorámicas únicas del valle y del cauce del río.
- Turismo de naturaleza: caminatas ecológicas, cabalgatas y paseos en bote por el río.
- Cultura y gastronomía: restaurantes que rescatan la cocina antioqueña y espacios para actividades culturales y artísticas.
En temporada alta, el pueblo también recibe presentaciones culturales y se convierte en escenario para ferias, sesiones fotográficas y grabaciones audiovisuales.
Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.