En el noroccidente del departamento de Caldas, se encuentra Filadelfia, un destino ideal para quienes disfrutan de la adrenalina que ofrecen los deportes de aventura como el parapente y el rafting.
Ubicado a tan solo 48 kilómetros de Manizales, este municipio cautiva con sus paisajes cafeteros, su historia y su riqueza cultural.
Con una temperatura promedio de 20 grados, Filadelfia también se descubre en sus calles llenas de historia, en las casas de bahareque que conservan la arquitectura tradicional del Eje Cafetero y en la calidez de su gente.
Su economía se basa principalmente en la agricultura, con cultivos de café, maíz y caña de azúcar, y en la ganadería, lo que le da a este municipio un carácter rural y auténtico. Visitar Filadelfia es abrir una puerta a la naturaleza, la cultura y la emoción, todo reunido en un solo lugar del corazón del Caldas.
En la vereda Aguadita Grande, a 3 kilómetros de la zona urbana del municipio, se encuentra el Cerro de las Cruces, un imponente sitio natural que sorprende con sus paredes rocosas de hasta 15 metros de altura.
Otro punto emblemático es el Cerro del Corazón de Jesús, lugar de peregrinación durante la Semana Santa y escenario ideal para elevar cometas en agosto.
Para los amantes de la naturaleza, la quebrada Santa Rosa es otro de los lugares ideales para visitar. Sus aguas frescas y su entorno verde son hábitat de especies como cusumbos, guacharacas, perdices, conejos, serpientes y guácharos.
¿Qué hacer en Filadelfia?
- Cerro Corazón de Jesús y Cerro de las Cruces: ofrecen miradores privilegiados para paseos, vuelos de cometas y momentos de contemplación.
- Quebradas Despensas y Santa Rosa: perfectas para nadar, avistar aves y disfrutar de ecosistemas nativos.
- Cañón de los Guácharos: ideal para realizar caminatas ecológicas entre rocas y aguas cristalinas.
- Parapente en Voladero Buenos Aires: una experiencia de altura con vistas al valle y la cordillera.
Hay que mencionar que Caldas es uno de los departamentos, incluidos en el Paisaje Cultural Cafetero, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. De ahí la trascendencia de sus destinos cafeteros.