Las lavadoras, como cualquier electrodoméstico, tienen una vida útil que varía según la marca, el uso y el mantenimiento que se les dé. En promedio, su duración ronda entre los 8 y 12 años. Sin embargo, antes de que se dañen por completo, existen signos evidentes que pueden advertir que es hora de considerar un reemplazo.
A continuación, se presentan las principales señales de alerta:
1. Ruidos o vibraciones excesivas
- Descripción: Si durante el ciclo de lavado o centrifugado la lavadora hace ruidos inusuales, golpes fuertes o vibra en exceso, puede ser indicio de problemas en el tambor, los amortiguadores o el motor.
- Consecuencia: Este tipo de vibración no solo reduce la eficiencia del aparato, sino que también puede causar daños al suelo o a otros muebles cercanos.
2. Fugas de agua
- Descripción: Las filtraciones o acumulaciones de agua debajo o alrededor de la lavadora pueden deberse a problemas con las mangueras, juntas o incluso al tambor agrietado.
- Consecuencia: Además de representar un riesgo de cortocircuito o accidente, las fugas repetidas suelen anticipar fallos estructurales más graves.
3. Rendimiento deficiente del lavado
- Descripción: Si la ropa sale sucia, con residuos de detergente o mal enjuagada, pese a usar los ciclos adecuados, podría tratarse de un desgaste en el tambor o en los sistemas internos de lavado.
- Consecuencia: Esto afecta directamente la calidad del lavado, desperdicia agua y detergente, y puede dañar la ropa.
El lugar donde se instala la lavadora influye directamente en la seguridad del entorno doméstico. | Foto: JazzIRT
4. Olores persistentes o moho
- Descripción: Un olor desagradable que no desaparece, incluso después de limpiezas frecuentes, indica acumulación de moho o bacterias, comúnmente en los sellos o el tambor.
- Consecuencia: Además de afectar la higiene de la ropa, puede ser perjudicial para la salud respiratoria de quienes viven en el hogar.
5. Incremento en el consumo eléctrico o de agua
- Descripción: Las lavadoras más antiguas o en mal estado tienden a usar más recursos que las modernas. Si nota que sus facturas aumentan sin explicación, el electrodoméstico podría estar funcionando de forma ineficiente.
- Consecuencia: A largo plazo, mantener una lavadora antigua puede ser más costoso que invertir en una nueva de bajo consumo energético (clase A o superior).
6. Reparaciones frecuentes o costosas
- Descripción: Cuando las averías se vuelven recurrentes y el costo de reparación se acerca al de una máquina nueva, es una señal clara de que se está agotando su vida útil.
- Consejo: Los expertos suelen recomendar reemplazar un electrodoméstico si la reparación supera el 50% del valor de uno nuevo.