Nueva información revelada por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, más conocida como Nasa, ha vuelto a cambiar lo que los científicos creían conocer acerca del famoso cometa 3I/Atlas, reconocido como el tercer objeto interestelar en ingresar la sistema solar. Esta nueva información ha dejado boquiabiertos tanto a expertos como a aficionados, pues muestra un cambio inquietante en la trayectoria del cometa.

El cometa, descubierto el 1 de julio de este año por el telescopio Atlas en Chile, se desplaza a una velocidad de 60km/s, proveniente de un lejano y viejo sistema estelar. En las nuevas imágenes se aprecia un significativo aumento en la longitud de su cola, que cambió su apariencia tras extenderse por decenas de miles de kilómetros a medida que esta avanzaba.

Aquí se muestran algunos de los cambios en el cometa. | Foto: Fotograma Youtube @NASA / NASA Shares Interstellar Comet 3I/ATLAS Images / 14: 40

Conocida como ‘anti-cola’, cabe aclarar que esta anomalía no representa una novedad de gran envergadura, puesto que desde su hallazgo el cometa ha mostrado indicios de material que se ha desprendido a su paso por el universo. Sin embargo, expertos aseguran que este comportamiento contradice lo que ocurre habitualmente con los cometas, una de las primeras señales en que se basaron los científicos para determinar que se trataba de un cuerpo diferente.

Además, una vez se realizó un análisis químico a su estructura, se reveló que la componía una mezcla de dióxido de carbono, agua, rastros de cianuro y una aleación de níquel que solo se había identificado en procesos industriales provenientes de actividades humanas.

Observaciones realizadas en septiembre de 2025 con el Telescopio Óptico Nórdico, en las Islas Canarias, confirmaron la curiosa formación.

Este telescopio ha sido fundamental para el análisis de cuerpos de este tipo en el universo. | Foto: Fotograma Youtube @NASA / NASA Shares Interstellar Comet 3I/ATLAS Images / 14:00

Pero la sorpresa llegó en noviembre, luego de que imágenes de la NASA revelaron que la ‘anti-cola’ había desaparecido para dar paso a una cola tradicional, que se prolongaba en dirección contraria al Sol.

Con base en mediciones del Hubble y del telescopio James Webb, dos de los más potentes lentes con los que cuenta el mundo para ver más allá de las estrellas, se confirmó que la nueva ‘anti-cola’ tiene una longitud de decenas de miles de kilómetros, y está impulsada por una pérdida de masa cercana al 13%.

Estos no fueron los únicos cambios. También se detectó un cambio en el color mismo del cometa, que ahora ha adquirido tonos azulados asociados con la presencia del monóxido de carbono ionizado, además de una polarización extrema de la luz, una característica sin precedentes en este tipo de cuerpos celestes.