Lo que muchas personas no saben es que cuando descargan aplicaciones desde la Play Store, también pueden estarle dando paso a ciertas amenazas que se camuflan y que pueden convertirse en un verdadero riesgo.
Un ejemplo de ello fue el que los especialistas verificaron con los usuarios de Android, quienes tenían en sus equipos un peligroso troyano con capacidad para espiar.
Lo llamativo del caso es que el propietario del teléfono nunca se enteraba de la situación.
En el informe realizado por la compañía de ciberseguridad ESET, iRecorder - Screen Recorder, la cual era arentemente inofensiva, se convirtió en una aplicación que grababa la pantalla de los usuarios, los monitoreaba y almacenaba las conversaciones de aquellos que la instalaron en sus dispositivos Android.
Esta aplicación contenía un código malicioso, el cual sin pedir autorización permitía grabar fragmentos de audio a través del micrófono del teléfono.
Dicha aplicación se convirtió en una práctica invasiva, al utilizar el micrófono del teléfono como una herramienta de espionaje.
El software, cada 15 minutos activaba el micrófono del dispositivo para grabar un minuto de audio ambiental. Luego enviaba estos archivos de sonido a servidores externos, lo que significaba que cualquier conversación, sonido o información captada en el entorno del usuario, quedaba almacenada sin su consentimiento.
La situación con iRecorder comenzó como algo inofensivo, la cual solo era utilizada para grabar la pantalla del dispositivo, pero con la versión 1.3.8 fue cuando se introdujo de forma encubierta el troyano AhRat,
Ahora bien, algo que hay que resaltar es que durante su primer año en la que estuvo disponible en la Play Store, no había indicios de ninguna actividad sospechosa.
Con la versión 1.3.8, se daba acceso remoto al móvil, lo que permitía recolectar información.
En ese momento la aplicación tenía la aceptación del público y contaba con más de 50.000 descargas.
Tras conocer el informe, Google decidió eliminar iRecorder de la Play Store, pero el problema es para quienes todavía la tienen instalada en sus teléfonos, ya que a pesar de haberla eliminado, los usuarios viejos siguen desprotegidos.
Ahora bien, además de grabar audios, el troyano también podía acceder a imágenes, documentos y otras informaciones privadas almacenadas en el dispositivo.
Precisamente por esta razón, los especialistas hacen un llamado a los usuarios para que de manera urgente desinstalen la aplicación para evitar el robo de información sensible.
Además, hacen un llamado a los usuarios de aplicaciones para que recuerden que incluso las aplicaciones con buena reputación pueden convertirse en una verdadera amenaza.