La freidora de aire se ha convertido en uno de los electrodomésticos más utilizados en los hogares modernos gracias a su practicidad, rapidez y posibilidad de cocinar con menos grasa. No obstante, lo que muchas personas desconocen es que la ubicación de este aparato dentro del hogar puede influir directamente en su funcionamiento, su vida útil e incluso en la seguridad del entorno.

A continuación, se detallan cuatro lugares comunes del hogar donde colocar una freidora de aire puede resultar perjudicial, junto con las razones por las cuales conviene evitarlos.

1. Encima de la estufa o cocina

Riesgos: Colocar la freidora sobre la estufa es un error frecuente. Aunque la estufa esté apagada, puede activarse accidentalmente o conservar calor residual, lo cual podría derretir la base de la freidora, dañar sus componentes internos o provocar un cortocircuito.

Recomendación: Ubicar siempre la freidora en una encimera independiente, alejada de fuentes de calor. En cocinas pequeñas, se puede considerar el uso de un carrito auxiliar resistente.

2. Pegada a la pared o a otros electrodomésticos

Riesgos: Las freidoras de aire necesitan espacio para expulsar el aire caliente que generan al funcionar. Si están demasiado cerca de la pared o de otros aparatos, el calor no se disipa correctamente. Esto puede causar sobrecalentamiento, afectar el rendimiento del aparato o deteriorar las superficies circundantes.

3. Sobre superficies de madera sin protección

Riesgos: El calor constante que emite la freidora puede dañar superficies de madera, provocar manchas, deformaciones o quemaduras en el barniz. Además, la grasa o humedad que se desprende durante el uso puede filtrarse en la madera y deteriorarla con el tiempo.

Este electrodoméstico guarda varios secretos para hacer que las comidas queden crocantes en minutos. | Foto: Getty Images

Recomendación: Colocar la freidora sobre una base resistente al calor, como una tabla de cerámica, vidrio templado o una alfombrilla térmica de silicona.

4. Dentro de un gabinete o espacio cerrado

Riesgos: Ubicar la freidora dentro de un mueble cerrado para mantener la cocina “ordenada” puede parecer conveniente, pero es muy peligroso. Al cocinar, el aparato genera aire caliente que necesita circular libremente. En un espacio cerrado, el calor y el vapor se acumulan, lo cual puede dañar el mueble, afectar la freidora y aumentar considerablemente el riesgo de incendio.

Recomendación: Usar siempre la freidora en un espacio abierto, bien ventilado y alejado de materiales inflamables. Guardarla solo cuando esté completamente fría.