Este viernes la Jurisdicción Especial para la Paz, a las 8:30 de la mañana abrió las puertas de sus tribunales, esta vez para escuchar a familiares de los 11 diputados del Valle que fueron secuestrados en 2002 y posteriormente asesinados en 2007 por miembros de las Farc.

El relato lo inició Fabiola Perdomo Estrada, para la época de los hechos era esposa del diputado Juan Carlos Narváez, quien junto a sus 11 compañeros fueron raptados mientras adelantaban sesiones en la Asamblea Departamental del Valle del Cauca.

Su relato tuvo dos escenarios: el secuestro y la muerte. Fabiola contó que todos los familiares de los diputados hicieron lo posible para mantener a sus parientes vivos durante el secuestro e incluso previo a su muerte.

Aseguró que para la época del secuestro de su esposo el Gobierno trató de tener acercamiento con el entonces grupo guerrillero para adelantar un canje, sin embargo este no prosperó.


“Hicimos de todo por lograr la solidaridad del país para mantener vigente y se hiciera una canje humanitario. En ese entonces, Angelino Garzón había logrado interlocución con las Farc y cuando estábamos a punto de esa negociación el presidente (Andrés Pastrana) decide retirarlo del cargo y no se da la negociación, ni el canje”, aseguró Fabiola.

En su intervención, Perdomo aseguró que los diputados “siempre tuvieron la esperanza de volver con vida”, pero tal deseo no se registró. Pese al trágico desenlace, Fabiola consideró que la desaparición de su compañero de vida no fue en vano, pues abrió la puerta para que “los victimarios”, como llamó a los miembros de las Farc, dejara en libertad a muchas de las personas que se encontraban en su poder.

Lo que llamó la atención de Fabiola es que una vez se conoció el crimen de los diputados, el presidente de la República de entonces, Álvaro Uribe Vélez, llegó hasta su casa y le dijo: “A ustedes les tocó poner la cuota de sacrificio por este país. Colombia en 20 años se los agradecerá”. A juicio de Fabiola, “nunca encontramos voz de aliento, ni de solidaridad; el Estado fue incapaz de garantizarles la vida”.

Al término de su intervención, la viuda de Juan Carlos Narváez le solicitó a la Sala de la JEP que entrevistara a alias Santiago, quien según ella fue quien fraguó el secuestro de los diputados junto con alias ‘JJ’. Dijo además que hace dos meses tuvo la oportunidad de hablar con ‘Santiago’, por lo que pidió a la JEP solicitar al Centro de Memoria esa entrevista para que se conocieran los detalles de lo ocurrido.

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Perdomo también mencionó lo duró que fue esperar tanto tiempo los cadáveres, "nuestra tragedia continúa, nos tocó esperar tres meses a que recogieran los cadáveres. El responsable fue las Farc del secuestro pero el gobierno fue responsable por omisión porque fue incapaz de traerlos con vida porque no hizo un acuerdo político", dijo.

"El daño fue tan grande que uno sentía ganas de hacer justicia por sus propias manos, afortunadamente ese sentimiento dañino fue efímero. El dolor lo vamos a conservar toda la vida pero no hay sufrimiento, no hay rabia, no hay odios, cambiamos el sufrimiento por dolor, la rabia por perdón y la sed de venganza por esperanza", añadió. 

Natalie Várela, sobrina de Rufino Várela

A la voz de Fabiola se unió la de Natalie Várela, sobrina del diputado Rufino Várela, secuestrado cuando tenía 55 años y tan solo llevaba 11 días en su cargo.

“Fueron días de incertidumbre, tristeza por no tenerlos, alegría por las veces que llegaban pruebas de supervivencia. Vimos cómo el paso del tiempo hacía de las suyas en ellos, algunos se les caía el cabello, los dientes y veíamos cómo cada día se ponían más delgados”, dijo Natalie.

Para la sobrina de Várela y su familia el secuestro fue algo que los marcó para siempre y “la vida familiar no volvió a ser igual, sin embargo, él estaría feliz y complacido de ver el fin de la guerra”.

Diana Milena Echeverry, hija de Ramiro Echeverry

Por otro lado, Diana Milena Echeverry, hija del diputado Ramiro Echeverry, quien siendo una adolescente sufrió el secuestro de su padre, no entendía por qué se lo habían llevado. “Yo pensé que era cuestión de días, pero qué va, pasaron cinco años de secuestro y después su muerte. En mi casa somos dos hermanos, nosotros no tuvimos una adolescencia normal, a medianoche nos la pasábamos pegados al radio escuchando alguna prueba de supervivencia de mi papá”.

“Yo no sé sí ya he podido perdonar, pero lo que sí sé es que no tengo odio ni por las Farc ni por el Gobierno. Solo tengo todas las dudas. Y exijo que en algún momento nos cuenten cómo fue el día a día de mi papá, porque eso es importante para mí”, dijo Diana entre lágrimas mientras contaba lo que fueron esos cinco años sin su ser querido.

Dijo también que había entrado a la universidad y días previos a su graduación recibió una llamada a la 1:00 a.m.: “mi mamá dijo: 'mataron a los diputados'”.

“Yo me gradué y recibí 15 ramos de flores, pero no por mi grado sino debido a un velorio que se estaba haciendo sin cadáver”, fueron las palabras de Diana en medio del sollozo.

"La sociedad ha sido injusta con nosotros sabiendo que no tuvieron que poner la cuota para la paz, fuimos nosotros, como diría una tía nos tocó bailar con la más fea para que Colombia tuviese paz", dijo Diana. 

“Les pido a las Farc que reconstruyan las escuelas que afectaron en todos los bombardeos que ellos realizaron. La única forma que podemos unir al país es por medio de la educación”.

Jhon Jairo Hoyos, hijo de Jairo Javier Hoyos

Hoyos contó que el secuestro de su papá fue tortuoso para todos, pues a su juicio no entendía cómo se podía alimentar sabiendo que no contaba con la totalidad de sus dientes. “Tenía una caja dental pero con el pasar del tiempo se fue desgastando”.

En su relato sacó a colación el testimonio que le dio el exdiputado Sigifredo López, único liberado y sobreviviente de esos hechos, quien aseguró que Hoyos era el único que llegaba al final de las caminatas a los que eran obligados a llevar en la espesa selva. Además de ello, López le dijo que su padre se negaba a dejar que los demás le cargaran la maleta.

Todas estas historias las conoció luego de que López fue liberado un año y medio después del crimen de sus compañeros del hemiciclo. Hoyos, a quien aún se le salen las lagrimas tras recordar cada suceso, recuerda el momento en que el exdiputado fue liberado.

“Nos llamaron y nos dijeron que liberaban a Sigifredo, corrimos todos acompañarlo a Patricia y a sus hijos y estábamos de pie cuando llegó el helicóptero y Sigifredo se bajó y sus hijos corrieron a abrazarlo, todos lloramos porque ese era el momento que todos queríamos vivir”, dijo.

Hoyos dijo que previo a la muerte de su papá, en medio de una prueba de supervivencia, relató un poema. Días más tarde cuando le fue entregado el féretro, en sus honras fúnebres sonó una canción que decía: “No quiero verte llorar, no quiero verte sufrir, no soy capaz ofenderte si sabes que hasta la muerte juré ser sólo de ti. En ese momento comprendí que mi padre en su última prueba de supervivencia se despedía de mi madre”.

Durante su intervención que tardó un poco más de 20 minutos, solicitó al tribunal que el presidente para la época, Álvaro Uribe Vélez, el Ministro de Defensa de ese entonces, Juan Manuel Santos, y la cúpula militar respondan: “¿cuáles fueron las acciones desarrolladas en medio del secuestro?, ¿cuáles fueron las negociaciones? y ¿cuál fue la información que recibieron de dónde estaban los secuestrados?”.

Diego Quintero, hermano de Alberto Quintero 

Diego Quintero, hermano del diputado Alberto Quintero, aseguró que el secuestro era uno de los temores más grandes de su hermano y justo lo encontró a las 10:00 a.m. de ese 11 de febrero, en el centro de Cali mientras estaba trabajando.

Relató que los años de secuestro fueron duros y que pese a todos los ánimos e iniciativas de las familias que se unieron para mantenerse fortalecidos no era suficiente. “Nosotros como familia empezamos a perder la fe con el Estado colombiano inerte y ausente, empezamos a desilusionarnos de todo el abandono al que habíamos sido sometidos”.

En su intervención solicitó a los magistrados de la JEP que se conozca la verdad de lo que sucedió y, como también lo sostuvo el exdireigente nariñense Luis Eladio Pérez, “saber quiénes fueron sus colaboradores, qué comían, cuáles eran los nombres de sus raptores. Que digan la verdad de quiénes son las fuerzas oscuras que hoy en día pueden estar libres, quiénes dentro de la Asamblea pueden ser sus colaboradores”.

Luz Ángela Zapata, sobrina del diputado Edinson Pérez Nuñez

Luz Ángela Zapata, sobrina del diputado Edinson Pérez quien para ella era “el futuro de la familia y quien los iba a sacar adelante”, porque, a su juicio, su familia no era humilde, “era pobre”.

Señaló que todas las esperanzas se perdieron a las 3:00 a.m. cuando recibieron la noticia del asesinato de su tío. Dijo que lo único que le mencionó a su abuela fue “abuela lo mataron. Mi abuela se derrumbó y su salud con ella”.

Zapata, a comparación de las otras víctimas, considera que el secuestro de su tío no los ha dejado resurgir. “Mi familia ha retrocedido. Había una casa, ahora no hay nada por culpa de ellos” y agregó que debido al secuestro la situación económica de la familia se fue a pique por lo que fue necesario hipotecar la casa que construyeron sus abuelos.

“Para nosotros no ha pasado el dolor, sigue estando ahí, mi tío era ese polo a tierra”, aseguró tras anunciar que su abuela decidió olvidarse de todo y desde hace un tiempo sufre de demencia senil, lo que la lleva a preguntarse todos los días en la noche “¿a qué hora llega?”. “Ellos nos quitaron lo que más queríamos. A mi abuela le quitaron las ganas de vivir”, concluyó.

Diego Barragán, hijo del diputado Carlos Barragán

Diego Barragán, hijo del diputado Carlos Barragán, dijo ante la JEP que la muerte de su padre es el suceso más duro de su vida, sin embargo, perdonar lo liberó .

"Merecemos conocer la verdad, en reuniones con las Farc no nos dieron detalles, de qué comían, cómo vivían, qué hacían, cómo los castigaban, yo necesito saber eso para tener paz", dijo Barragán. 

También solicitó a las Farc la construcción de una escuela en el municipio de Florida.

Aseguró que cuando estuvo en Cali en la ceremonia de reconocimiento se encontró con Camila Cienfuegos, le dio la mano y la miró a los ojos y ella lloro y dijo que el dolor no era solo de las víctimas también de los victimarios. 

Juliana Orozco, hija del diputado Nacianceno Orozco.

Juliana Orozoco, hija del diputado Nacianceno Orozco aseguró que fue por los medios de comunicación cómo se enteraron de que no era amenaza de bomba sino que los habían secuestrado.

"Mi padre era el diputado ambientalista en la Asamblea. Realmente era una persona muy comprometida con el medio ambiente. Tanto así que en sus pruebas de supervivencia hablaba también de eso", relató ante la JEP.

Relató que ella no quiso viajar a Cuba durante el proceso de paz, porque no quería estar cerca a las Farc, pero después aceptó y fue un momento de catarsis. 

Sebastián Arismendy, hijo del diputado Héctor Fabio Arismendy

Sebastián solicitó a la JEP que no esperen que las víctimas vayan y que visiten a las otras, a las pobres, para que sientan que no solo los escuchan a ellos, a quienes llaman "las víctimas de cuello blanco". 

Relató que cuando se enteró de la noticia la vida le cambió completamente. 

"Cuando me enteré de la noticia tenía 10 años. La muerte de mi padre nos cambió la vida", dijo Arismendy ante la JEP.

Él decidió "cortar el dolor y ser una mejor persona, por él, por su familia y en honor a su papá", contó.