Durante su reciente visita a Cali, la precandidata a la presidencia, Vicky Dávila, conversó con El País sobre su visión de Colombia y sus ideas de cómo superar los actuales problemas.
Asegura la vallecaucana que se necesita un presidente firme, que no sea tibio porque “los tibios también son peligrositos”, pero tampoco que sean radicales de izquierda o derecha.
¿Por qué le picó el bicho de la política después de tanto tiempo como periodista?
Porque creo que tenemos que hacer lo necesario para rescatar a Colombia. Este es un momento crucial, crítico, está en riesgo la democracia, la libertad, el orden y la institucionalidad.
Entonces, hoy, después de que Colombia me ha dado absolutamente todo, tengo que decir que yo estoy lista para darle todo a Colombia, no podemos dejar que se nos pierda el país.
El exministro Juan Carlos Pinzón dijo recientemente que gobernar es algo más que opinar, ¿qué piensa usted de eso?
A mí me parece que está bien. Yo lo que pienso es que conozco el país, no por una campaña presidencial, conozco el país porque durante 33 años fui periodista y sabes lo profundo que llegamos los reporteros, estando con los ciudadanos, no con los políticos, sino con los ciudadanos.
Sé qué necesitan, qué quieren, qué les duele, por qué están decepcionados. No creo que la experiencia sea una colección de cargos en el Estado. Mire usted, el Presidente actual fue congresista, alcalde de Bogotá, por cierto, muy malo, y ahora ha hecho muy mal gobierno. Nos tiene con un país inseguro, con la economía con unas alarmas encendidas, el sistema de salud colapsado, la corrupción nos gobierna, los grupos armados avanzaron. ¿Para qué le sirvió la experiencia de tanto tiempo en el Estado?
¿Quién está detrás de su campaña, ¿usted a quién representa?
A los ciudadanos. ¿Por qué tendría que haber alguien detrás de la campaña? A los ciudadanos comunes y corrientes, a esos represento. A las mamás, a los jóvenes, a las madres cabeza de hogar, que es con quienes converso. Desde la Costa Caribe hasta el Suroccidente del país, desde el Chocó hasta Arauca, la gente común y corriente, a esas son las personas que yo quiero representar.
La campaña política está en un momento complejo por la violencia que se ha generado ¿cómo se siente usted?
Faltan nueve meses de todo o nada. O rescatamos a Colombia o se hunde con todos nosotros adentro. Lo de Miguel ha sido muy doloroso para todo el país. La campaña política se manchó de sangre. Cambió completamente. Yo llevaba 8 meses haciendo lo mismo que estaba haciendo Miguel el día que le dispararon. Estar con la gente, en los parques, en el espacio público.
Eso cambió, en mi caso, las amenazas son muy graves, lo que ha llevado a la Policía reforzar mi seguridad.
Después de eso, muchos han hecho llamados a desescalar el lenguaje, usted ha tenido varios desacuerdos con Daniel Quintero en redes sociales, ¿cree que esa es la ruta?
Pero usted sabe que él es imputado, ¿cierto? A mí no me gusta el apaciguamiento. ¿Por qué es malo decir la verdad? ¿Por qué es malo llamar las cosas por su nombre? ¿Por qué es malo no ser políticamente correcto?
De mí, los ciudadanos siempre saben que esperar. Siempre he sido así en mi oficio como periodista, fue así 33 años. Nunca he sido políticamente correcta y creo que nunca lo voy a hacer porque un gobernante no puede tener máscaras, no puede tener piel de oveja y por dentro ser un lobo. Eso no es confiable. Entonces, que haya un debate de altura, perfecto, todos lo dicen, ninguno lo cumple. Pregúntele, por ejemplo, al presidente Petro si lo cumple. No lo cumple.
¿Usted estaría dispuesta a dar un paso al costado para tener un solo candidato de oposición?
Hoy yo estoy punteando en las encuestas. Sería ilógico decirte que me quite. Al contrario, mientras esté punteando en las encuestas o esté entre los punteros, lo único que puedo decirles a los ciudadanos es que aquí estoy, cuenten conmigo, con toda la firmeza, con toda la valentía, estoy lista para trabajar por Colombia.
Si en algún momento cambian las circunstancias, pues lo que digo es que no tengo una obsesión personal por ser Presidente y si hubiese alguien que lograra una mayor simpatía o lo que como lo quieras llamar, pues yo no tendría ningún problema, pero en principio el puntero no se quita.
¿Cuáles son sus principales propuestas para cambiar al país?
Le voy a hablar de lo que hemos denominado nuestro 4x4. Esto consiste en cuatro victorias por 4 años. Uno, recuperar sí o sí la seguridad. La columna vertebral de lo que hemos llamado seguridad inteligente es la recuperación de la inteligencia militar y policial, tecnología, drones, trabajar con Estados Unidos, Israel, el Reino Unido, un plan de recompensa, capturar a los narcotraficantes, mandarlos extraditados de manera expresa hacia los Estados Unidos, tener un plan de choque contra la impunidad con el sector de la justicia, levantar la moral de las fuerzas armadas. Otro punto importante es que los corruptos vayan a la cárcel sin privilegios.
Y en materia de economía, hablamos de oportunidades, además de recuperar la confianza inversionista, bajar el gasto, acabar con el despilfarro y buscar que la economía crezca de la mano de la empresa privada, estamos pensando en las madres cabeza de hogar, que por lo menos son casi 6 millones en Colombia, mujeres que tienen que responder por su familia. Ellas quieren un empleo, un crédito, vivienda, la posibilidad de que sus hijos puedan estudiar.
Y en ese 4x4 está el tema de la salud. Tenemos que dejar atrás esas filas que son inhumanas reclamando medicamentos. Tenemos que hablar en serio de la deuda, nos va a tocar hacer una auditoría, conciliar esa deuda y pagarla. Vamos a hacer un control serio de los recursos de la salud, porque siempre se los han robado, esa es la verdad
Queremos tener una salud digna, recuperar el aseguramiento, vigilar a la EPS que queden y tener en el centro a los pacientes, al personal médico que tanto lo han maltratado en este Gobierno
¿Usted le reconoce algo al actual Gobierno?
Hizo una buena campaña que hoy sabemos por boca del hijo del Presidente que fue corrupta. Lo dijo el mismo Nicolás, que hoy está en juicio por enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Yo como periodista con la redacción de semana los denuncié. Entonces, cualquier cosa queda opacada frente a todo el desastre que estamos viviendo en Colombia y al riesgo que estamos corriendo en materia de democracia y de libertad.
Él logró captar la atención de los sectores más vulnerables, los visibilizó y eso estuvo bien, pero luego no les cumplió, entonces ahí estuvo mal. ¿Se acuerda del dicho de que borra con el codo lo que hace con la mano?